«Hay que adaptarse y buscar siempre las mejores ofertas»

Brais Suárez
brais suárez OPORTO / E. LA VOZ

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Portugal puso fin este viernes a la exención de IVA en alimentos. Los precios podrían subir hasta un 10 %

06 ene 2024 . Actualizado a las 10:24 h.

La cuesta de enero empieza abruptamente en Portugal. Desde este viernes, una lista de al menos 46 categorías de alimentos se ha encarecido, al menos, un 6 %, aunque los distribuidores advierten que el coste de la cesta de la compra podría aumentar más de un 10 %, de media.

Si el pasado jueves los supermercados estaban más frecuentados de lo habitual por quienes aprovechaban el último día de exención del IVA en alimentos, el viernes amanecían con otro tipo de actividad: decenas de productos sin indicador de precios, pocos clientes y muchos operarios atareados con tacos de papeles y etiquetas con los nuevos valores.

«Parece que la gente ha querido aprovechar, porque este jueves las tiendas estaban llenas», asegura el representante de la Asociación Portuguesa de Empresas de Distribución (APED), Gonçalo Lobo Xavier. «También se verificó un incremento muy grande en compras online», añadía. Aunque a algunos los cogió desprevenidos: «Tengo la impresión de que aquí, la mayor parte de los clientes, ancianos, no sabían que era el último día con el IVA cero», dice Paola, dependienta de un supermercado a las afueras de Oporto. «Ahora se extrañan de que esté todo sin precios, pero no nos ha dado tiempo a cambiar todas las etiquetas, es muchísimo trabajo», reconoce. «Había tiendas con casi 12.000 productos afectados y ha sido complicado a nivel informático y de etiquetado», argumenta Lobo.

Estaba previsto que la medida se extendiese hasta el 31 de diciembre, pero, debido a las complejidades logísticas durante la época navideña, el Gobierno concedió estos cuatro días como un margen técnico, que se sumaron a los meses de prórroga anunciados el pasado octubre.

Al inicio del año pasado, la inflación, cercana al 10 %, ocupaba la atención mediática. Para aliviar el efecto en los consumidores y devolver el exceso de recaudación, el Gobierno socialista decidió, en marzo, retirar el IVA (de un 6 %) a 46 categorías de alimentos considerados «básicos y saludables». Lo hizo con muchas dudas, pero también con solidez, pactando una comisión de seguimiento de precios en la que participaban Competencia, distribuidores y productores, de tal manera que ninguna parte de la cadena se beneficiara injustamente. El efecto fue inmediato, con una bajada efectiva del 6 % en la cesta de la compra. Desde entonces, 15 de los productos (los más frescos) aumentaron de precio y, en conjunto, la cesta se encareció un 4,7 % desde abril.

«Con o sin IVA, los precios han subido muchísimo en los últimos meses. El que más, el aceite de oliva [un 57 %]», explica Paola, que estima que «hoy [por ayer] los precios solo suben un 6 %». Lobo Xavier teme que pueda ser mayor: «un 6 % más está garantizado en todos los productos que abarcaba esta media. Pero los mercados están muy presionados. No podemos confirmar un incremento del 10 %, porque algunos productos como el azúcar se abaratan y bajan la media, pero los cereales, el cacao o el aceite no paran de subir», explicaba el representante de los distribuidores. «A finales de enero, se notará un poco más, cuando se dejen de vender los productos en stock y se empiecen a vender los que llegan con las tablas de precios actualizadas por los proveedores», advierte.

Por eso, Lobo lamenta que Portugal no siga la línea de España: «continuar con el IVA cero es una excelente decisión política, pero aquí la negativa fue muy tajante» por parte del Gobierno, que argumenta que prefiere reorientar sus ayudas a los sectores más desfavorecidos. Con el fin de la exención del impuesto al consumo también termina un apoyo en paralelo a los agricultores. «Desde septiembre, se entrega una ayuda de 280 millones a la producción agrícola nacional. Sin esto, perderemos competitividad frente a otros estados miembro, que cuentan con apoyos muy fuertes, como España, Francia o Alemania… No somos autosuficientes y habrá que importar mucho más, a mayores precios», advierte.

Los nuevos precios llevan a nuevas formas de consumo: «La gente prefiere productos más básicos y baratos. Evitan los frescos, que son los más caros, y compran más congelados», explica Paola. «De hecho, nuestro supermercado también cambia la oferta en esa dirección».

«Hay que adaptarse. Los precios suben y por eso debemos variar y buscar siempre la promoción», explica una clienta. «Sí, las tiendas ofrecen cada vez más ofertas», complementa Paola. «Yo no noté mucho el IVA cero; creo que solo contuvo las subidas, pero me temo que ahora se empezará a notar más», añade la compradora.

Desde APED, Lobo Xavier ratifica los nuevos patrones: «La gente cambia la carne de cerdo, vacuno, pescado… por proteína más barata, como el pollo y los huevos. No hay poder adquisitivo y así se busca una alternativa más económica. El problema es que, al subir la demanda de huevos y pollo, estos también se encarecen».

La Asociación de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) y la Asociación del Consumidor Deco garantizan un serio escrutinio sobre los distribuidores, para que las subidas no superen el 6 % del IVA.