El chófer de la coca de los ERE pagaba con billetes de 500 euros al camello al que compraba droga

M. C. C. REDACCIÓN

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Juan Francisco Trujillo, el que fue chófer del director de Trabajo de la Junta de Andalucía, en los juzgados
Juan Francisco Trujillo, el que fue chófer del director de Trabajo de la Junta de Andalucía, en los juzgados María José López | EUROPAPRESS

Un testigo reconoce que lo contrataron para no «hacer nada»

20 feb 2024 . Actualizado a las 16:33 h.

El juicio que se celebra en la Audiencia de Sevilla sobre la pieza separada de la macrocausa del caso de los ERE fraudulentos en Andalucía está desvelando datos sobre los excesos de algunos de los implicados que utilizaron el dinero público para y llevar una vida de lujo en la que no faltaban las fiestas y la droga. En esta pieza se analiza el destino de los casi 1,5 millones de euros concedidos por el que fuera director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero a su chófer Juan Francisco Trujillo. En la sesión de este jueves, el camello habitual que le que suministraba droga al conocido como el chófer de la coca reconoció que este le adquiría los estupefacientes pagando con billetes de 500 euros y que incluso le propuso viajar a Sudamérica para estupefacientes.

Las compras, según precisó, fueron siempre protagonizadas por Juan Francisco Trujillo, pues según su testimonio él nunca vio a adquirir droga a Guerrero, fallecido en el 2020 tras haber sido condenado por prevaricación y malversación en el mecanismo específico de financiación de los ERE fraudulentos y las ayudas arbitrarias con fondos autonómicos. Sí, presenció, según su relato, como Guerrero consumía drogas, extremo que este negó en su día en sede judicial.

Trujillo ya reconoció en la primera jornada de este juicio que recibió parte del dinero concedido con cargo a los fondos públicos «en mano» del propio Guerrero y los utilizó para comprar «material de telefonía, artículos de música, antigüedades y ropa» para su jefe. La mayor parte fue destinada a cocaína para los dos y en «ir de fiestas y de copas».

Cobrar por «hacer el tonto»

En esta segunda sesión testificó también un «amigo» de Guerrero «desde pequeñito», de profesión cocinero, que tras quedar en paro recurrió al entonces director general de Trabajo, gracias a cuya «amistad», según dijo, fue contratado durante un año y medio por la consultora Vitalia Vida, que elaboraba para la Junta de Andalucía las pólizas de seguro de rentas financiadas irregularmente por el departamento dirigido entonces por el exdirector general ya fallecido.

Este testigo reconoció que en Vitalia, además de cobrar, no hacía «nada, solo el tonto», porque él no tenía «ni idea» del trabajo que desempeñaba dicha consultora, cuyo exdirectivo Antonio Albarracín figura también como acusado en este juicio. Además señaló que era entonces «adicto a la cocaína» y que Juan Francisco Trujillo, chófer de Guerrero, recurrió a él en «tres ocasiones» que recuerda para comprar coca.