DeSantis y Haley intentan arañar en un bronco debate ser la alternativa a Trump

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Ron De Santis y Nikki Haley, durante el debate en Iowa.
Ron De Santis y Nikki Haley, durante el debate en Iowa. MIKE SEGAR | REUTERS

Chris Christie se retira y sus votos podrían ir a parar a la exembajadora

11 ene 2024 . Actualizado a las 21:16 h.

Era el último debate antes de las primarias republicanas. Una vez más, Donald Trump, cómodo en la abultada ventaja que le dan las encuestas, ni se molestó en acudir. Sobre el escenario los dos contendientes con más posibilidades de ser su alternativa: Ron DeSantis y Nikki Haley, que intercambiaban golpes como si se tratara de un partido de tenis a pesar de que el rival a batir ni siquiera jugaba en la misma pista.

En la Universidad de Drake en Iowa, Haley tuvo su primera mala noche en un debate electoral. Encontró la forma de criticar a Trump tibia, pero abiertamente, casi un año después de anunciar su candidatura. Reconoció, por fin, que el expresidente «perdió las elecciones» del 2020, pero no fue capaz de responder con convicción a las dudas que DeSantis quiso levantar acerca de su posición acerca de China y la inmigración. Si la exembajadora ante las Naciones Unidas es la candidata más fuerte después de Trump, la noche del miércoles (madrugada en España) la distancia entre ambos se antojó insalvable.

DeSantis, en cambio, ganó con el formato del cara a cara. Acusó a su rival de blanda y buscó presentarla como demasiado progresista. «Puedes sacar a la chica de la ONU, pero no puedes sacar a la ONU de la chica», acusó el gobernador de Florida. También se acordó de Trump para advertir que cualquiera de sus problemas legales bien podría terminar enviándole a la cárcel.

Esa misma noche, Chris Christie anunció que se retira de la carrera presidencial. El exgobernador de Nueva Jersey, que se vanagloria de ser el azote de Trump, terminó echándole un capote involuntario. Tras finalizar su anuncio, un micrófono rebelde le cazó criticando a Haley y DeSantis. De ella dijo que «no estaba a la altura» y de él que le confesó por teléfono que estaba «petrificado» por lo mal que le iba la campaña. Poco después el propio Trump se hacía eco a través de su red social de unas afirmaciones que, decía, estaban «llenas de verdad».

A pesar de las duras críticas de Christie a sus rivales, su retirada podría convertir las primarias en Nuevo Hampshire el 23 de enero en una carrera de dos: Trump y Haley. 

De nuevo en la Fox

El expresidente republicano, como ha hecho con todos los debates hasta la fecha, contraprogramó a sus rivales con un evento diferente. En este caso fue una entrevista en Fox News con la que quiso marcar territorio. Llevaba sin pisar la cadena desde el 2022 y esta aparición suponía un reconocimiento tácito de su posición de líder en el principal medio conservador. Allí, dio muestras de que a alguien de su equipo se le había ocurrido que era el momento de moderarse: «No voy a ser un dictador», prometió.

Un buen rato después de que Trump hubiese desaparecido de las cámaras de Fox, DeSantis y Haley continuaban lanzándose ataques. La exembajadora quería que todos supieran que su equipo había registrado una página web con el dominio desantislies.con (en español, DeSantis miente). Él, por su parte, afirmaba que era ella la que mentía. Y con ese intercambio querían disputarse entre ellos la nominación republicana, a pesar de que, hoy por hoy, ninguno representa una amenaza para Donald Trump.