Otro Boeing 737 da media vuelta por encontrar una grieta en una ventanilla tras el despegue

La Voz REDACCIÓN / EFE

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BENOIT TESSIER | REUTERS

El 6 de enero una aeronave de este modelo perdió en pleno vuelo uno de los paneles del fuselaje, obligando a realizar un aterrizaje de emergencia

13 ene 2024 . Actualizado a las 18:55 h.

Un Boeing 737-800 de la aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA) retornó este sábado a su aeropuerto de origen al detectarse una grieta en una ventanilla, justo en un momento en que el foco está nuevamente sobre el fabricante estadounidense tras la reciente ruptura de un panel de fuselaje en uno de sus 737-MAX 9 en pleno vuelo que pudo acabar en tragedia de no haber forzado un aterrizaje de emergencia. 

Una media hora después de haber despegado del aeropuerto de Shin Chitose, que da servicio a la ciudad de Sapporo (norte del país), el vuelo 1182 de ANA, que viajaba con 59 pasajeros y seis tripulantes a bordo con destino Toyama (costa occidental), se vio obligado a dar media vuelta al descubrirse una grieta en una ventanilla, informó la agencia Kyodo.

Según un portavoz de ANA citado por Kyodo, no se produjeron heridos y la aerolínea ha procedido a reemplazar la ventanilla dañada.

La variante del 737 en cuestión, la 737-800, no es la misma que la 737-MAX 9, que la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense ha ordenado inmovilizar tras el incidente acaecido la semana pasada a bordo de un avión de Alaska Airlines.

El avión de Alaska Airlines perdió a casi 5.000 metros de altura el panel con el que se había sellado un hueco diseñado para alojar una puerta adicional de emergencia, una medida habitual en aviones que realizan trayectos con poca densidad de pasaje.

El avión se vio obligado a volver a la ciudad de Portland (Oregón, EE.UU.), de donde había despegado, pocos minutos después de partir y sin que se produjeran heridos graves pese a la despresurización de la cabina.

La orden de la FAA no es tan grave como la que llevó a paralizar todos los 737 de las variantes MAX en el 2019 tras dos accidentes que dejaron más de 300 muertos, pero el hecho de que aerolíneas que operan el MAX-9 hayan admitido haber encontrado piezas sueltas en estos paneles ha vuelto a poner en una situación difícil al gigante estadounidense de la aviación.

Pérdidas bursátiles

Este nuevo suceso en Japón se produce después de que varias aerolíneas que operan otros Boeing 737 (los MAX-9) hayan admitido haber encontrado piezas sueltas en estos paneles, poniendo entre las cuerdas a la compañía, que llegó a perder el pasado lunes unos 12.000 millones de dólares tras caer en bolsa un 8%. Las acciones de la empresa aeronáutica siguieron descendiendo a lo largo de esta semana y ya acumulan un desplome del 15,38% en lo que va de 2024, lo que se traduce en una pérdida de capitalización bursátil cercana a los 20.200 millones de dólares.

También ha sufrido el castigo del mercado el fabricante del panel de fuselaje que se desprendió del avión de Alaska Airlines, Spirit AeroSystems. La compañía acumula una caída bursátil del 13,65 % en lo que va de año, lo que se traduce en unas pérdidas de capitalización que superan los 4.200 millones de dólares.