La semana política: el día que Sánchez le dijo no a Junts

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La portavoz en el Congreso de Junts, Míriam Nogueras, en el Pleno del 30 de enero.
La portavoz en el Congreso de Junts, Míriam Nogueras, en el Pleno del 30 de enero. BORJA SÁNCHEZ-TRILLO

El líder del PSOE no cede a la presión y mantiene la ley de amnistía como está

04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana dejó uno de los plenos del Congreso de los Diputados más tensos que se recuerdan. La presentación de la ley de amnistía hizo que no se conociera hasta el último momento si sería aceptada o rechazada por la mayoría de la Cámara. Hubo negociaciones hasta minutos antes de producirse la votación, pero finalmente Junts decidió votar en contra de la norma por entender que no protege suficientemente a los acusados de un delito de terrorismo, entre ellos el propio Carles Puigdemont, o de alta traición.

Como resultado, Junts y el PSOE tendrán que seguir negociando en la Comisión de Justicia, que es a donde se remitió de nuevo la norma tras su fracaso en el pleno del Congreso. Junts plantea esta negociación como un desafío a Pedro Sánchez, al que pretende poner a prueba para saber si está dispuesto, como Puigdemont, a enfrentarse a lo que consideran lawfare o acoso judicial.

rechazo por Primera vez

Sánchez cree que la ley es suficiente. Por primera vez en la legislatura, el PSOE no cedió a las presiones de Junts y votó en contra de las enmiendas que pretendían introducir los neoconvergentes para que la norma no incluyera ninguna salvedad en torno a los delitos de terrorismo, de manera que quedaran cubiertos en cualquier caso, y no únicamente si no afectan a los derechos humanos, como estipula la ley presentada por el PSOE.

Desconfianza mutua

Cerdán desbroza el camino. A pesar de que entre el PSOE y Junts se ha roto el hielo con las conversaciones que el secretario de organización socialista Santos Cerdán ha mantenido en Bruselas con Puigdemont y con el secretario general de Junts, Jordi Turull, la desconfianza sigue siendo máxima entre ambas formaciones. El PSOE dio por hecho que con las enmiendas pactadas con Junts, a las que el partido de Puigdemont votó a favor en el mismo pleno, sería suficiente para conseguir el apoyo de Junts a la ley. Pero la lógica de Puigdemont no funciona de la misma manera que en el resto de partidos de la Cámara. El expresidente catalán, por boca de la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, quiso demostrar a Sánchez que es capaz de mantener un órdago. Y así lo hizo, retando al líder del PSOE a aceptar sus enmiendas o arriesgarse a perder su apoyo en el Congreso, lo que supondría quedar en minoría.

Tribunal constitucional

El Gobierno prepara todos los escenarios. Sánchez no cedió ni piensa ceder porque está persuadido que la presión interna de la gran mayoría de encausados que serían amnistiados con la ley tal y como está hará que Puigdemont se pliegue y vote finalmente a favor de una norma que el Gobierno está convencido de que superará el visto bueno del Tribunal Constitucional. Pero Junts, de momento, aguanta el pulso y asegura que defenderá su posición hasta el final. El Gobierno se prepara para todos los escenarios, incluido el de que Junts rompa finalmente con el PSOE. Por si acaso, la ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ya adelanta que pueden seguir gobernando sin aprobar los Presupuestos del 2024, que el Gobierno aspiraba a tener aprobados en abril. Esa fecha se antoja imposible con la nueva negociación que deberán abordar los dos partidos y por el hecho de que hay por medio unas elecciones gallegas que impiden el ambiente de serenidad que requieren los contactos del PSOE con el resto de sus socios para la aprobación de las cuentas públicas. El Gobierno, en todo caso, no tiene problema a corto plazo porque dispone de la posibilidad de seguir gobernando en minoría todo el año con los presupuestos del 2023 prorrogados. Pero lo que no podrá es mantener cuatro años sin aprobar unas cuentas públicas. Los siete votos de Junts son imprescindibles para el Gobierno en todas las leyes que presente ante el Congreso. Y eso es algo que Puigdemont se encarga de recordar todos los días a Sánchez. Lo que se avecina en las próximas dos semanas es un choque de trenes entre el PSOE y Junts a costa de la ley de amnistía. Y de momento, no se sabe quién de los dos se apartará primero. De quién lo haga depende el futuro de la legislatura.