La UE endurece la ley contra los abusos sexuales infantiles en entornos digitales

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado LA VOZ

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María Pedreda

La Comisión quiere que estos delitos no prescriban en un mínimo de 20 años

08 feb 2024 . Actualizado a las 09:19 h.

El fiscal de menores que lleva el caso de Ayamonte (Huelva), donde al igual que en Almendralejo (Badajoz) uno o varios niños generaron falsos desnudos de compañeras con medios digitales, ha propuesto que se archive el expediente. Al margen de algunas particularidades del caso, todavía resulta muy complicado perseguir judicialmente este tipo de conductas. Pero eso podría cambiar próximamente, porque la Comisión Europea acaba de anunciar un nuevo texto refundido de la Directiva 93/2011 para «reforzar el derecho penal sobre el abuso y la explotación infantil». Se uniría así al reglamento que la Comisión presentó en el 2022 y a la ley de inteligencia artificial pactada a finales del año pasado, que podría entrar en vigor en el 2026, aunque numerosos expertos están reclamando que se empiece a aplicar antes porque resulta urgente.

Por el momento, lo que pretende hacer la Unión Europea con este texto refundado de la directiva del 2011 es ampliar las definiciones de delitos, «introduciendo penas más altas y requisitos más específicos de prevención y asistencia a las víctimas», tal como lo define la Comisión.

Los dos principales caballos de batalla son los abusos infantiles, aquellos que tienen a los menores como víctimas, y los deepfakes o contenidos ultrafalsos, que están generados con aplicaciones de inteligencia artificial pero que guardan un parecido tan grande con la realidad que se pueden confundir. Son conocidos los casos de famosas —porque las afectadas son casi siempre mujeres— de las que se han difundido falsos desnudos o contenido pornográfico con el que ellas nada tienen que ver.

Para luchar contra todo eso, lo que pretenden las modificaciones es que se pueda perseguir también la transmisión en vivo de abuso sexual infantil, los contenidos generados por inteligencia artificial o la posesión e intercambio de manuales de pedofilia. Porque tal como explicó la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, se están difundiendo guías con instrucciones sobre cuál es la mejor manera de llevar a cabo los abusos, o cómo acercarse a los menores, o incluso a sus padres, para ganarse su confianza.

Además, la nueva normativa implicará una ampliación de los plazos de prescripción de los delitos para que las víctimas tengan la opción de denunciar mucho tiempo después de alcanzar incluso la mayoría de edad. Johansson habló en su comparecencia de «20 o 30 años», pero la propuesta es un poco más compleja. Arranca de ese mínimo de 20 años para delitos que estén castigados con, al menos, tres de cárcel. Los que impliquen cinco o más años de prisión se podrán denunciar hasta 25 años más tarde y aquellos penados con un mínimo de ocho años de prisión, hasta 30.

«Nos aseguraremos de que en todos los Estados miembros los estatutos de limitaciones que restringen el plazo para las denuncias empiecen a funcionar cuando el niño sea mayor de edad y que duren lo suficiente: 20 o 30 años», aseguró la comisaria, encargada de contextualizar la problemática con relatos muy crudos de varios menores que fueron víctimas de violaciones desde muy pequeños y durante años, pero cuando se atrevieron a denunciar ya era demasiado tarde porque los delitos habían prescrito. Ahora, según le explicaron fuentes de la Unión Europea a Europa Press, esa prescripción no se producirá hasta que los afectados tengan 28, 43 o 48 años.

Otra de las medidas que se pretende introducir es la obligación legal para los profesionales que trabajan con menores de denunciar los casos de abusos de los que tengan conocimiento. También se prevé una compensación económica para que los afectados puedan hacer frente a los perjuicios sufridos a largo plazo a consecuencia de esas agresiones de las fueron víctimas de niños.

El recorrido de todas estas iniciativas todavía es largo, porque la normativa tiene que ser debatida en el Parlamento Europeo y lograr el apoyo del Consejo para que la implementen los países en sus respectivas legislaciones. Y la situación es tan urgente como dramática. La propia Comisión establece que uno de cada cinco niños del continente ha sufrido algún tipo de violencia sexual. Solo durante el año 2022 se denunciaron 1,5 millones de casos en Europa.

Los algoritmos amplifican el odio hacia las mujeres

Los hombres de la generación Z (nacidos a partir de los noventa) tienen más posibilidades de creer que el feminismo ha hecho más daño que bien si se los compara con los baby boomers (anteriores a los setenta). Un aparente sinsentido que se entiende mejor por la influencia de los algoritmos que modulan los contenidos que las redes sociales muestran a cada usuario y que, según una investigación de la Universidad College de Londres y la Universidad de Kent, directamente amplifican la misoginia.

Los investigadores, encabezados por Kaitlyn Regehr, hicieron el estudio con Tik Tok, aunque creen que sería extrapolable a otras redes. Les interesaban especialmente los hombres más jóvenes, seguidores de personajes como Andrew Tate, un boxeador retirado que difunde mensajes machistas, homófobos, antivacunas o de odio contra las mujeres y que fue arrestado por, supuestamente, secuestrar y violar a dos menores en Rumanía para usarlas en vídeos porno.

Crearon una serie de perfiles arquetípicos de hombres interesados en temáticas como la masculinidad y la soledad. Durante una semana se dedicaron a ver más de 1.000 vídeos de la pestaña «para ti», los que Tik Tok selecciona para ofrecerle a cada usuario. Al principio, los contenidos de esos vídeos respondían a los intereses específicos declarados por cada uno de los perfiles, pero al cabo de cinco días se percataron de que los vídeos misóginos centrados en la cosificación y el acoso sexual sugeridos por el algoritmo se multiplicaron por cuatro, pasaron del 13 al 56 %.

«Los hallazgos muestran que los algoritmos, de los que la mayoría de nosotros sabemos poco, tienen un efecto de bola de nieve en el que ofrecen resultados cada vez más extremos que se presentan en forma de entretenimiento. Esto es profundamente preocupante en general, pero particularmente con respecto a la amplificación de mensajes sobre la masculinidad tóxica y su impacto en los jóvenes, que necesitan poder crecer y desarrollar su comprensión del mundo sin ser influenciados por material tan atroz», declaró Geoff Barton, secretario general de la Asociación de Líderes Escolares y Universitarios, al diario británico The Guardian, que se ha hecho eco de esta investigación. Un trabajo que viene a reforzar otros muchos estudios, algunos de ellos españoles, como el Barómetro sobre Juventud y Género del Centro del Reina Sofía, según el cuál uno de cada cinco jóvenes entre 14 y 29 años niega la violencia de género.

«La misoginia ha estado prohibida durante mucho tiempo en TikTok y detectamos de forma proactiva el 93 % del contenido que eliminamos por infringir nuestras reglas sobre el odio. La metodología utilizada en este informe no refleja cómo la gente real experimenta TikTok», ha contestado la compañía.