El ala socialista del Gobierno cree que el acuerdo con Junts está ya muy difícil

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Míriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, y Jordi Turull, secretario general del partido independentista que lidera Puigdemont
Míriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, y Jordi Turull, secretario general del partido independentista que lidera Puigdemont FERNANDO VILLAR | EFE

La reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal se enfría por falta de apoyos

09 feb 2024 . Actualizado a las 09:02 h.

El recorrido de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como una alternativa para lograr el apoyo de Junts a la ley de amnistía sin tocar el texto actual, amenaza con ser breve. La propuesta, que buscaría acortar los plazos de instrucción en las investigación de los jueces, ni siquiera cuenta con el respaldo de una parte del Gobierno.

La vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, se desmarcó de la idea de Sánchez y aseguró que no va el la buena dirección. «Parece que no va en la dirección correcta por la afectación general que puede tener», advirtió desde los pasillos del Congreso. «Hay procesos que son muy complejos y necesitan de unos ritmos, unos tiempos, que requieren de cierta prudencia», aseguró. La reforma va en el sentido contrario de lo que aprobó precisamente el propio Gobierno de coalición del PSOE con Unidas Podemos en 2020, con una reforma del artículo 324 de la Lecrim, que fue rechazada entonces por el PP y Vox.

Según explicó Pedro Sánchez en una entrevista en la Sexta, la reforma serviría para «subsanar algunas dudas» de los independentistas catalanes después de que los jueces españoles que investigan el caso Tsunami y del caso Voloh, solicitaran sendas prórrogas a la instrucción de esos sumarios.

Sin embargo, la propuesta fue acogida fríamente por Junts, que tardó en reaccionar y este jueves insistió en que lo que ellos defienden es una amnistía «integral» e inmediata para todos los encausados en el procés y en las protestas contra la sentencia. 

Ministros no la apoyan

Ni siquiera en el sector socialista del Gobierno suscita entusiasmo lo anunciado por Sánchez. Ningún ministro se ha pronunciado a favor de esa reforma, que consideran que no servirá para templar los ánimos de Puigdemont. Los socialistas parecen resignarse ya a que Junts no apoye la ley de amnistía con su texto actual en la Comisión de Justicia, a donde fue enviada de nuevo tras ser rechazada en el pleno del Congreso. Estiman que los que más tienen que perder son Puigdemont y el resto de encausados, que se quedarían así sin amnistía.

El PSOE confía algo más en que sea la presión ejercida desde sectores de Junts la que lleve a Puigdemont a aceptar solo enmiendas técnicas al texto actual. Lo que no consideran en ningún caso es que un rechazo de Junts, que implicaría la pérdida de su apoyo al Gobierno, pueda condicionar la legislatura. El PSOE está dispuesto a seguir gobernando incluso sin aprobar unos Presupuestos y prorrogando los actuales.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, afirmó este jueves que hay «contacto y diferentes exploraciones» con Junts para sacar adelante la ley de amnistía. Y se mostró segura de que Sumar aprobará la solución que se alcance pese a sus críticas a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.