El plan de Sunak para deportar migrantes a Ruanda es «incompatible» con los derechos humanos

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, de visita en un depósito de autobuses en Harrogate.
El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, de visita en un depósito de autobuses en Harrogate. CARL RECINE | REUTERS

La Comisión de Derechos Humanos de Westminster critica con dureza la iniciativa del Ejecutivo

13 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Esmero y dedicación. Es lo que necesitará el primer ministro Rishi Sunak para conseguir que el Parlamento británico apruebe la ley que blinda su polémico plan para deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo que lleguen ilegalmente al Reino Unido. Este lunes, apenas horas antes de que el borrador comenzara a ser analizado por la Cámara de los Lores, se publicó un informe del Comisión de Derechos Humanos de Westminster, en el cual se critica con dureza la iniciativa que el inquilino de Downing Street considera «esencial» para combatir la inmigración ilegal.

La comisión —integrada por representantes de distintos partidos, incluidos tories— califica de «fundamentalmente incompatible» con la legislación británica sobre derechos humanos al texto presentado por el Gobierno.

Por ejemplo, considera que niega a los migrantes el derecho a que un tribunal independiente pueda evaluar su caso antes de ser expulsados. «El principio de que las personas no pueden ser expulsadas de un país para enfrentar un riesgo real de persecución, tortura, trato inhumano o degradante o muerte es un principio fundamental, con el que el Reino Unido se ha comprometido en numerosas ocasiones durante los últimos 70 años», se lee en el documento.

Asimismo, el comité critica las pretensiones del Gobierno conservador de impedirle a los jueces británicos acciones en contra de los eventuales traslados de solicitantes de asilo al país africano. «Los tribunales siguen siendo la rama más apropiada del Estado para resolver cuestiones de hecho controvertidas [y] lo mejor manera para determinar la cuestión de la seguridad de Ruanda [para enviar a inmigrantes ilegales] no es una legislación, sino permitiendo que los tribunales consideren las pruebas», concluyó la instancia parlamentaria.

En declaraciones a la BBC, la presidenta del comité, Joana Cherry, del Partido Nacionalista Escocés (SNP), dijo: «La hostilidad hacia los derechos humanos está en el centro [del texto] y ninguna enmienda puede subsanarla». Según lamenta el informe, esa ley «invita abiertamente a la posibilidad de que el Reino Unido quiebre la legislación internacional».

Con 271 escaños, los tories tienen la bancada más grande en la Cámara de los Lores, aunque apenas supone más de un tercio del total ya que está conformada por 784 miembros. El ministro británico de Exteriores, David Cameron, miembro de la Cámara Alta, pidió a sus colegas no incurrir en el «error» de votar en contra de la ley migratoria.