Trump no consigue esquivar su primer juicio, que será el 25 de marzo en Manhattan

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Trump, ayer saliendo de la sala de audiencias en Nueva York.
Trump, ayer saliendo de la sala de audiencias en Nueva York. ANDREW KELLY | REUTERS

El expresidente se enfrenta a cargos por sobornar a la actriz porno Stormy Daniels

15 feb 2024 . Actualizado a las 21:39 h.

El juez Juan Merchán, de Nueva York, rechazó el jueves una petición de la defensa de Donald Trump de que se retirasen los cargos contra el millonario por su participación en el pago de sobornos a la actriz porno Stormy Daniels. Además, Merchán, al cargo de los procedimientos, estableció como fecha de inicio del juicio el próximo 25 de marzo, momento en el que dará comienzo la selección del jurado.

La defensa del candidato criticó la decisión del magistrado, argumentando que interferirá con la campaña electoral. De cumplirse la fecha de inicio, será el comienzo del primer juicio contra un expresidente en la historia de Estados Unidos. Será también la primera de las causas criminales contra Trump en ir a juicio.

El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg —responsable de la acusación—, presentó los 34 cargos criminales contra el magnate el año pasado. Trump está imputado por falsificar los registros de su campaña para ocultar el soborno a la actriz de cine para adultos durante las elecciones del 2016. A diferencia de los procesos federales que tiene abiertos en Washington y Florida, la causa neoyorquina no está sujeta a la posibilidad de que el magnate, de llegar a la presidencia, se otorgue a sí mismo un perdón presidencial.

A la salida de la vista, Trump afirmó que se trata de una «situación muy injusta» e insistió en que sus problemas legales tienen motivaciones políticas. «Quieren tenerme bueno y ocupado para que no pueda hacer campaña con fuerza», dijo sobre la decisión del juez de fijar el inicio del proceso en marzo.

Los demás juicios, a la espera

Aunque en un primer momento se pretendió que el juicio por interferencia electoral (por participar en el asalto al Capitolio) empezase antes —estaba fijado para el 4 de marzo—, las apelaciones del millonario han terminado provocando su retraso. Dado que, según Merchán, el juicio de Manhattan debería durar cerca de seis semanas, los cargos federales contra Trump tendrían que esperar como mínimo hasta mayo.

A su vez, el fiscal especial que dirige la acusación federal contra Trump en Washington, Jack Smith, pedía el miércoles por escrito al Tribunal Supremo que rechace la última apelación del expresidente, presentada el lunes. En ella, la defensa del empresario elevaba al máximo tribunal de EE.UU. una solicitud para que deje sin efecto el veredicto de la Corte de Apelaciones del país. Una semana antes, dicha corte negaba que Trump estuviese protegido por la inmunidad presidencial cuando intentó a toda costa mantenerse en la Casa Blanca, después de perder las elecciones del 2020.

La Cámara Baja de EE.UU. alerta de una «amenaza grave» por una presunta arma nuclear espacial rusa

Mike Turner, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU., hacía sonar las alarmas en Washington el miércoles por la noche: había sido informado de una «amenaza seria contra la seguridad nacional». En su comunicado, Turner pedía que se desclasificase la información sobre lo que, según los medios estadounidenses, podría ser un arma nuclear espacial desplegada por Rusia con la capacidad de atacar satélites.

El Consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, expresaba el mismo día su sorpresa por el anuncio de Turner. Según Sullivan, el jueves tenía prevista una reunión de inteligencia con los líderes del Congreso que «llevaba tiempo programada» en la que se trataría el tema. En los medios estadounidenses se recogía también cierta especulación sobre sobre si la intención de Turner al hacer pública la supuesta amenaza no sería la de motivar al Congreso a aprobar el paquete de ayudas a Ucrania.

En su comunicado, el presidente del comité pedía que toda la información relativa a la supuesta amenaza fuese desclasificada para «poder discutir abiertamente las acciones necesarias para responder» a ella. Uno de los miembros del grupo de inteligencia afirmó que la información era «perturbadora», mientras para otro de los integrantes de la Cámara Baja tenía capacidad de ser un «punto de inflexión geoestratégico».

Otros legisladores, por su lado, llamaron a la calma afirmando que, a pesar de la seriedad del asunto, no se trataba de una «crisis inmediata».

En ese sentido se expresó el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. El republicano afirmó que, aunque no podía compartir información clasificada con la prensa, quería «asegurar a todo el mundo que hay unas manos firmes al volante» y que no «había motivos para alarmarse».

La amenaza sería, según The New York Times se trataría de un «arma nuclear localizada en el espacio y diseñada para amenazar la red de satélites de EE.UU». Un arma contra la que Estados Unidos no tendría defensas pero que, de momento, no se habría desplegado.