El presidente del Parlamento británico, al borde de la renuncia por su gestión de una moción sobre Gaza

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Lindsay Hoyle, en el Parlamento británico el 7 de febrero.
Lindsay Hoyle, en el Parlamento británico el 7 de febrero. UK PARLIAMENTMARIA UNGER | REUTERS

Casi 60 diputados han pedido la dimisión de Lindsay Hoyle después del caos en la sesión del miércoles

22 feb 2024 . Actualizado a las 20:54 h.

La operación militar israelí contra Hamás podría cobrarse una nueva víctima, pero esta vez en Londres, a miles de kilómetros de la Franja de Gaza. Unos 60 diputados británicos han pedido al presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, que dimita por el caos que desató en la sesión del miércoles, cuando permitió que el Parlamento debatiera una moción laborista que pedía un «alto el fuego humanitario» en Gaza. La decisión iba en contra de las normas que regulan al Legislativo, las cuales no permiten que dos propuestas similares presentadas por la oposición sean debatidas el mismo día. Y el miércoles ya figuraba en agenda una moción similar del independentista Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés).

Por segunda vez en menos de 24 horas Hoyle se ha disculpado por «haber tomado la decisión equivocada». Sin embargo, ofreció nuevos argumentos para justificar su resolución. Y si el miércoles el presidente de la Cámara aseguró que buscaba permitir que «la más amplia gama de opiniones» pudieran ser expuestas frente a un tema «tan delicado», horas después también afirmó que buscaba garantizar la seguridad de los legisladores laboristas frente «aterradoras amenazas».

«No quiero volver a levantar el teléfono para enterarme de que un colega, del partido que sea, ha sido asesinado por terroristas», lamentó.

El primer ministro Rishi Sunak expresó preocupación ante las revelaciones de Hoyle y afirmó: «Nunca debemos dejar que los extremistas nos intimiden y fuercen a cambiar la manera de obrar del Parlamento».

Las explicaciones del presidente de la Cámara, sin embargo, fueron insuficientes para apagar la ira de los independentistas escoceses. Así el jefe de la bancada del SNP, Stephen Flynn, anunció que su grupo no confiaba en él y pidió su renuncia.

Por su parte, la líder del grupo parlamentario tory, Penny Mordaunt, salió en defensa de Hoyle, al que calificó de «decente», pero culpó de lo ocurrido al líder laborista, Keir Starmer. Starmer, a su vez, negó que hubiera presionado al presidente para conseguir que su moción fuera debatida y así evitar una nueva revuelta en sus filas por el caso de Gaza, tal y como sostienen tanto el Gobierno como un importante número de medios británicos.