Lluvias intensas aíslan la ciudad renacentista de Vicenza: «Es por el cambio climático»

Valentina Saini VICENZA / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Un río en Vicenza, el miércoles, a punto de desbordar.
Un río en Vicenza, el miércoles, a punto de desbordar. Valentina Saini

El presidente de la región ha declarado el estado de crisis

29 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las ciudades más acomodadas e industrializadas de Italia, con un conocido centro histórico renacentista y más de 100.000 habitantes, está asediada por el agua. El temporal de lluvias que desde hace días azota el área de Vicenza (nordeste), a solo 70 kilómetros de Venecia, ha provocado la inundación de zonas enteras y el aislamiento casi total de la ciudad. «Tenía que ir a Milán, pero han cancelado el tren. Todos los trenes han sido cancelados y muchas carreteras están bloqueadas», se queja Giuseppe, un autónomo de 30 años. A pocos minutos a pie de la estación, casi vacía, donde los pocos viajeros miran perplejos los monitores, las aguas turbulentas del río Retrone bañan el puente Furio borboteando y formando remolinos siniestros. «El agua parece un ejército marchando contra el centro de la ciudad», murmura un directivo que se detiene para sacar una foto. De hecho, la distancia entre la Piazza dei Signori, la plaza principal de Vicenza, y los dos ríos que atraviesan la ciudad (el Retrone y el Bacchiglione) es de apenas unos cientos de metros.

Por las calles se ven técnicos, policías y equipos de protección civil. «Esto parece el fin del mundo» dice una jubilada, que ha ido al supermercado para abastecerse. Suenan las sirenas de los vehículos de la policía y los bomberos, y un helicóptero sobrevuela la ciudad. En varias casas y tiendas cercanas a los dos ríos, las bombas ya están en función para sacar el agua. Según Alessandra, de 47 años, la dramática situación se debe al cambio climático. «Mi garaje, aquí en el centro, ya está inundado». Giorgio opina lo mismo: «Yo nací aquí, pero cuando era niño no pasaban cosas así. Es el cambio climático».

Alessandra y su perro, en Vicenza.
Alessandra y su perro, en Vicenza. Valentina Saini

Un cartero de 28 años toma un café a pocos pasos de la Piazza dei Signori: «El alcalde ha cerrado los colegios, y mi oficina de correos también ha cerrado hoy. En mi barrio, cerca del estadio, es un caos. Los vecinos de enfrente de donde vivo tienen un metro de agua en su casa. Ojalá deje de llover pronto». No sólo los habitantes de Vicenza están preocupados: el presidente de la región, Luca Zaia, ha declarado el estado de crisis; en las últimas 24 horas han caído 188 mililitros de lluvia en algunas zonas de montaña cerca de Vicenza.

Corali, junto al río en Vicenza.
Corali, junto al río en Vicenza. Valentina Saini

Corali es de Venezuela y vive aquí desde hace 24 años; mira el río Bacchiglione, crecido y fangoso, que fluye bajo el Puente de los Angeles arrastrando ramas y arbustos, y comenta: «es normal que la ciudad se inunde cuando llueve tanto». El territorio de Vicenza es muy rico en agua gracias a la abundancia de ríos y a las montañas que lo rodean, por lo que sus habitantes siempre han convivido con las crecidas de los ríos. Sin embargo, en los últimos años las precipitaciones se han vuelto más escasas pero mucho más intensas. Todos en Vicenza recuerdan la devastadora inundación de 2010, cuando el agua y el barro causaron estragos. «El fantasma de 2010 no nos abandona», dice Laura, propietaria de un quiosco, mientras observa cómo cae la lluvia.