La masacre israelí contra palestinos en un reparto de ayuda enfurece a Hamás

La Voz REDACCIÓN

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El movimiento islamista amenaza con retirarse de las negociaciones para un alto el fuego después del ataque, que ha dejado más de 100 muertos y 700 heridos

29 feb 2024 . Actualizado a las 21:41 h.

Hamás emitió el jueves un comunicado envuelto en llamas. Después de un ataque israelí que, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, mató al menos a 104 palestinos que buscaban ayuda humanitaria, el movimiento islamista ha advertido de que se podría retirar de las negociaciones para alcanzar un alto el fuego.

Además del centenar de muertos, 760 personas resultaron heridas —según el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por los yihadistas— en la calle Al Rashid, en el sudeste de la ciudad de Gaza, y la cifra podría seguir aumentando en las próximas horas.

El Ejército israelí acaba de anunciar que disparó contra una multitud que suponía «una amenaza» durante la distribución de alimentos, y que decenas fueron heridos «en empujones y pisoteos» tras rodear los camiones con ayuda humanitaria e iniciar saqueos, según un comunicado.

«El ataque fue premeditado e intencionado, en el contexto del genocidio y la limpieza étnica del pueblo de la Franja de Gaza. El ejército de ocupación sabía que estas víctimas habían llegado a esta zona para obtener alimentos y ayuda, pero las mató a sangre fría», denunció el Gobierno gazatí en un comunicado.

Hoy se elevó a más de 30.000 la cifra de personas muertas en la guerra en Gaza, iniciada el 7 de octubre a raíz de un ataque contra Israel perpetrado por terroristas de Hamás, que mataron a 1.200 personas y secuestraron a más de 200.

Entre los 30.000 fallecidos se cuentan los 81 registrados en las últimas 24 horas, pero no el centenar de personas que perdieron la vida durante el reparto de comida, según informaciones de las autoridades.

La noticia llega en un momento en el que la comunidad internacional presiona a Israel para que permita la entrada de más ayuda humanitaria a la Franja.

Este miércoles, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunió en su oficina en Jerusalén con la nueva coordinadora de la ONU para la ayuda humanitaria y reconstrucción de Gaza, Sigrid Kaag.

El Gobierno del enclave palestino también acusó a Israel de querer «matar de hambre» a los gazatíes y afirmó que más de 700.000 personas sufren hambruna en el norte de la Franja. El Ministerio de Sanidad de Gaza confirmó el miércoles que en los últimos dos días han muerto allí seis niños por malnutrición y deshidratación.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, también habló anoche sobre este tema con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin.

El miércoles entraron a la Franja 116 camiones de ayuda humanitaria —92 de ellos por el cruce de Kerem Shalom, fronterizo con Israel, y 24 por el de Rafah, que conecta con el Sinaí egipcio— una cantidad insuficiente frente a las acuciantes necesidades del enclave, sumido en una catástrofe humanitaria sin precedentes, y por debajo de la media de 300 camiones diarios que entraban antes de la guerra.

Según la UNRWA, unos 2.300 camiones entraron en Gaza en febrero, un 50 % menos que en enero.

Ante la dificultad de introducir ayuda humanitaria por tierra, varios países —incluyendo Jordania, Egipto, Catar, Francia y los Emiratos Árabes— han lanzado paquetes con alimentos e insumos desde el aire, una estrategia que el miércoles benefició por primera vez a los habitantes del norte del enclave.

Guerra contra el hambre

El hambre está empezando a matar a los que aún no han caído bajo las bombas. Sobre todo en el norte de la Franja, donde la crisis tras cinco meses de guerra azota con más fuerza y los hospitales siguen colapsando por falta de energía. Entre el miércoles y el jueves, al menos seis niños murieron de inanición.

Mientras tanto, las fuerzas israelíes continúan operando en el barrio de Zaytun de la ciudad de Gaza, donde «las tropas mataron a terroristas, destruyeron túneles, localizaron numerosas armas y cinco pozos de lanzamiento de cohetes». En el centro y el sur de la Franja tampoco se detiene el fuego, ni en Cisjordania, ni en el Líbano, ni en Siria.

Ante la dificultad de introducir ayuda humanitaria por tierra (los registros que efectúa Israel son demasiado lentos y los gazatíes, desesperados, asaltan los camiones), varios países —incluyendo Jordania, Egipto, Catar, Francia y los Emiratos Árabes Unidos— han empezado a lanzar paquetes con alimentos y medicinas desde el aire. Pero uno de esos paquetes cayó ayer, por accidente, en territorio israelí. «El Ejército jordano arrojó equipos de ayuda humanitaria en el norte de la Franja. Debido a los fuertes vientos, algunos de esos equipos cayeron en nuestro lado de la frontera», indicó un portavoz. Incluso en el balneario de Ascalón, a unos 15 kilómetros de la divisoria, los israelíes vieron caer varios paquetes.

En medio de una lluvia de críticas internacionales al ataque de Tel Aviv —entre las que destacan las de Joe Biden—, el Consejo de Seguridad de la ONU organizó ayer una reunión de emergencia a petición de Argelia. Paralelamente, la Autoridad Nacional Palestina recibía 407 millones de sheqels (104 millones de euros) en ingresos fiscales y de aduanas que hasta ahora Israel mantenía bloqueados.

El Congreso español rechaza romper relaciones con Tel Aviv

El Pleno del Congreso, con los votos del PSOE, el PP, Vox y los independentistas, rechazó el jueves romper relaciones con Israel por su ofensiva en Gaza, como planteaba Podemos y apoyaron Bildu, el BNG y todo Sumar salvo su portavoz de Exteriores, el diplomático Agustín Santos, que optó por votar en contra.

Respecto a la posición de Santos, uno de los fichajes de Yolanda Díaz para las últimas elecciones generales, fuentes del grupo explicaron que se trata de una «discrepancia pactada» con él, que no tendrá ninguna consecuencia interna.

Concretamente el propio Santos conversó el miércoles con la dirección de la formación parlamentaria y expuso que por su trayectoria como diplomático no iba a votar a favor. Así, se llegó al consenso de que tuviera libertad de voto y no será sancionado.

Los siete puntos de la proposición no de ley de Podemos se votaron de forma separada y únicamente prosperó el relativo a redoblar esfuerzos para lograr la apertura de corredores seguros que permitan la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Solo Vox votó en contra, y el diputado de Sumar optó por la abstención.

No salieron adelante la suspensión del comercio de armas con Israel o la promoción de sanciones comunitarias contra criminales de guerra, a pesar de que el PSOE votó a favor. Junts se alineó con el PP, Vox y UPN para tumbar esas y otras propuestas.