Junts apoya al PP, Vox y Cs para pedir que dimita la jefa de prisiones catalana

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

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La consejera de Justicia de la Generalitat, Gemma Ubasart, y la vicepresidenta del Parlamento catalán, Alba Vergés, durante su comparecencia en la Diputación Permanente del Parlament
La consejera de Justicia de la Generalitat, Gemma Ubasart, y la vicepresidenta del Parlamento catalán, Alba Vergés, durante su comparecencia en la Diputación Permanente del Parlament Andreu Dalmau | EFE

Señalan a Ubasart tras el asesinato de una cocinera por un preso

22 mar 2024 . Actualizado a las 17:42 h.

La gestión de la consejera catalana de Justicia, Gemma Ubasart, está en entredicho. El asesinato de Nuria López, cocinera en la cárcel de Mas d'Enric (Tarragona), puso en pie de guerra a los funcionarios de prisiones catalanes y desató la ira contenida de unos trabajadores que llevan meses alertando sobre la creciente sensación de inseguridad en los centros penitenciarios. Tras el crimen, protagonizaron cortes de carretera e impidieron que miles de presos recluidos en los centros penitenciarios catalanes pudiesen salir de sus celdas.

Fueron protestas sin precedentes que llevaron ayer a otro hecho inusual. Junts, PP, Vox y Cs se unieron para pedir la dimisión de la consejera de Justicia del Gobierno de Aragonès y del responsable específico de las prisiones catalanas, Amand Calderó. La postura intermedia la protagonizó el PSC, que le reclamó que asuma responsabilidades sin instarla explícitamente a apartarse del cargo.

La Generalitat tiene la competencia exclusiva de las cárceles y el asesinato de Nuria López cogió por sorpresa a un Gobierno en retirada ante la cita con las urnas del 12 de mayo cuando se celebrarán elecciones en Cataluña. Aunque Ubasart no tiene carné de ERC, la rebelión de los funcionarios de prisiones deja en una situación muy comprometida a los republicanos como se vio ayer en la Diputación Permanente del Parlamento donde Ubasart compareció a petición propia para dar explicaciones sobre este crimen. Allí dijo que el recluso que mató a la trabajadora había sido evaluado hasta en 14 ocasiones por la junta de tratamiento, que mostraba una «buena conducta» y que el riesgo de reincidencia era «bajo», por lo que «era difícilmente previsible el desenlace fatal» del asesinato de la trabajadora.

La mayoría de los partidos de la oposición consideraron insuficientes estas explicaciones y recriminaron a la consejera que no haya asumido ningún tipo de responsabilidad ni autocrítica por lo ocurrido en la cárcel de Mas d'Enric. Por este motivo, cuatro de los partidos que configuran la Cámara catalana —Junts, Vox, PP y Ciudadanos— pidieron su salida del Ejecutivo de Aragonès. La consejera los acusó de hacer un «uso partidista» de una tragedia como fue el asesinato de Nuria López.

Concentración

El diputado del PSC Ferran Pedret consideró que el Gobierno catalán y Ubasart «han perdido el contacto con la realidad» y la responsabilizó de poner en pie de guerra a los funcionarios de prisiones. Pidió que asumiera responsabilidades, pero sin alinearse con los otros cuatro partidos y reclamar la dimisión de la titular de Justicia.

Por contra, la CUP y los comunes defendieron que la protesta de los funcionarios de prisiones no puede conllevar una «vulneración de los derechos de los presos». Cientos de ellos estaban en el exterior del Parlamento para volver a reclamar la dimisión de Ubasart, a la que abuchearon cuando entraba en el Parlamento. Entre los concentrados estaba el sobrino de la mujer asesinada en la cárcel tarraconense. «No se garantizó su seguridad y se tienen que asumir responsabilidades. Voy a seguir luchando para que se haga justicia», dijo.