Sánchez negocia un Estado Palestino con Bin Salman pero olvida los derechos humanos

P. M. MADRID / LA VOZ

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Pedro Sánchez junto al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman.
Pedro Sánchez junto al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman. Borja Puig de la Bellacasa | EFE

El presidente exige a Israel explicaciones sobre su ataque al convoy de World Central Kitchen en la Franja de Gaza bajo los elogios del rey de Jordania

02 abr 2024 . Actualizado a las 23:16 h.

El asesinato de los siete trabajadores de World Central Kitchen causó indignación en el seno del Gobierno y cosechó muestras de solidaridad para los familiares de los fallecidos y el resto de miembros de la oenegé en un momento en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra de gira por Oriente Medio para cosechar apoyos para un plan que consiga alcanzar el reconocimiento de un estado palestino antes del verano.

Desde Jordania, su primera parada, cargó contra la acción israelí y aseguró que espera y exige «que el Gobierno israelí aclare cuanto antes las circunstancias de este brutal ataque que se ha llevado la vida de siete cooperantes que no hacían otra cosa que ayudar». Consciente de la importancia de la llegada de ayuda humanitaria a los gazatíes, también demandó que Israel debe desbloquearla «tal y como exigen diversas instancias internacionales, incluida la Corte Internacional de Justicia».

Tras su encuentro con el rey Abdalá II de Jordania, Sánchez también aseguró que «España no va a escatimar ningún esfuerzo para lograr el objetivo de alcanzar la paz que permita a Israel y a Palestina convivir, uno junto a otro, en paz y en seguridad» en referencia a su plan de reconocer un estado palestino antes del verano. El monarca agradeció al jefe del Ejecutivo sus «esfuerzos de paz» en Oriente Próximo y su «papel de liderazgo» en la cuestión humanitaria.

Margarita Robles, ministra de Defensa, incidió desde Ferrol en que «el trabajo de cualquier oenegé en estos momentos tan complicados y tan difíciles hay que ponerlo de relieve», además de remarcar que «más de 3.000 hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas están en este momento en el mundo en misiones de paz. El compromiso con la paz es total y absoluto».

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, evitó las críticas a Israel y trasladó a través de redes sociales que «World Central Kitchen (...) es una hermandad preparada para llevar alimento donde más se necesita, demostrando valentía y generosidad». Pero desde Podemos sí fueron severos. La exministra de Igualdad, Irene Montero, llamó a romper relaciones diplomáticas con Tel Aviv por los «meses de un genocidio planificado».

Reunión en Arabia Saudí

El jefe del Ejecutivo enfrentó también un encuentro en Yeda, la capital saudí, con el príncipe heredero y máxima autoridad de facto del reino, Mohamed Bin Salman, que no goza de buena reputación por su implicación en el asesinato del periodista opositor Jamal Kashoggi y sus políticas con respecto a los derechos humanos, aunque las autoridades españolas y árabes remarcaron que no tratarían esta cuestión en su encuentro y se centrarían en los negocios y en la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.

Del encuentro trascendió que Bin Salman valoró la posición española con respecto a la guerra y consideró muy importante y valioso que Sánchez apremiara a otros países a seguir la estela del reconocimiento de un estado palestino. Cuestión de especial delicadeza para los intereses saudíes, ya que hace meses se negaron a reconocer al Estado de Israel salvo que hubiera un estado palestino constituido con las fronteras de 1967 y con Jerusalén este como capital. Además, ambos subrayaron la importancia de que la guerra no escale en la región.

Sobre el resto, Sánchez explicó a través de redes sociales que trataron «las oportunidades que la modernización de Arabia Saudí ofrece para las empresas españolas y hemos acordado reforzar nuestra cooperación económica mediante un marco estructurado para identificar áreas de inversión» comunes.