Seis meses de guerra dejan más de 26 millones de toneladas de escombros

Rosa Paíno
R. Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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Ruinas en Jan Yunis.
Ruinas en Jan Yunis. MOHAMMED SABER | EFE

Más de un millón de gazatíes carecen de vivienda en medio de la hambruna

11 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las ruinas en que ha quedado reducida la ciudad de Jan Yunis son un claro ejemplo de la destrucción sistemática y obsesiva de Israel durante estos 185 días de guerra. Una política de tierra quemada que ha acabado con infraestructuras, viviendas, hospitales y escuelas. Estos seis meses han convertido a la Franja de Gaza en un infierno donde es casi imposible la vida. Los gazatíes se debaten en cómo salvarse del hambre y también de las bombas, que han dejado 26 millones de toneladas de escombros que se tardará años en retirar.

Más allá de la catástrofe humanitaria, que supera ya los 33.000 muertos, las más de 200.000 personas en riesgo inminente de hambruna y los 1,9 millones de desplazados (el 87 % de población total), el Banco Mundial y la ONU evalúan el coste de los daños causados en unos 18.500 millones de dólares, que equivale al 97 % del PIB combinado de Cisjordania y Gaza en el 2022.

El impacto negativo de las 70.000 toneladas de bombas lanzadas por Israel golpea todos los sectores de la economía. La vivienda representa el 72 % de los costes; las infraestructuras de servicios públicos, como el agua, la sanidad y la educación, el 19 %; y los daños en edificios comerciales e industriales, el 9 %.

Más de un millón de personas carecen de casa, después de que unas 360.000 viviendas hayan quedado destruidas o inhabitables. A eso hay que sumar 171 edificios oficiales y más de 400 escuelas y universidades.

Hospitales como Al Shifa, en Jan Yunis, han sido blanco de los asedios israelíes. Ese centro, el mayor de la Franja, quedó este lunes totalmente inoperativo tras dos semanas de cerco. Con el 84 % de las instalaciones sanitarias dañadas o destruidas, los habitantes de Gaza casi no tienen hoy acceso a la atención médica.

La guerra también se ha llevado la vida de los que se han centrado en cuidar a los civiles: 485 sanitarios y 178 miembros de UNRWA, así como 197 cooperantes, tres veces más que en Somalia o Afganistán, ante los reiterados ataques de Israel a los puntos de reparto de ayuda. Una situación que empeoró tras el ataque contra el convoy de World Central Kitchen. Tampoco la prensa palestina se ha librado de los misiles y han caído 140 periodistas.