Alemania juzga a los jefes de la trama golpista que intentó reimplantar el Reich

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

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Enrique XIII Príncipe Reuss, el principal acusado por la trama golpista, el martes en Fráncfort.
Enrique XIII Príncipe Reuss, el principal acusado por la trama golpista, el martes en Fráncfort. BORIS ROESSLER / POOL | EFE

Los cabecillas del Grupo Reuss, de extrema derecha, planeaban asaltar el Parlamento y secuestrar a diputados y miembros del Gobierno

22 may 2024 . Actualizado a las 08:13 h.

Alta traición, preparación de un golpe de Estado y pertenencia a organización terrorista son los principales cargos que se imputan a los nueve presuntos cabecillas (seis hombres y tres mujeres) del grupo de extrema derecha en torno a la figura de Enrique XIII Príncipe Reuss, líder de estos conspiradores, que desde este martes se sientan en el banquillo en la Audiencia Superior de Fráncfort. Junto al noble y empresario inmobiliario que aspiraba a derrocar por la fuerza al Gobierno federal tras tomar al asalto el Bundestag, el Parlamento alemán, se encuentran acusados, entre otros, varios exoficiales del Ejército germano y una magistrada y antigua diputada por la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD).

Tras el comienzo a finales de abril en Stuttgart del juicio contra el presunto brazo armado del llamado Grupo Reuss, el de Fráncfort es el segundo de tres procesos contra la organización formada por miembros del movimiento de los Reichsbürger, que no reconoce la legalidad de la república alemana. Afirman que el Reich continúa existiendo y fusionan históricamente el segundo régimen imperial y el tercero nazi en un periodo que iría de 1871 a 1945. Los restantes integrantes del grupo, del que fueron detenidas 27 personas en una gran redada en diciembre del 2022, serán juzgados en Múnich a partir del 18 de junio. Hay otros 77 ciudadanos investigados por su supuesta pertenencia al grupo. Todos conspiraban antes de ser arrestados para derribar el Ejecutivo del canciller, Olaf Scholz, y tomar el poder por la fuerza. «No se trata de chalados inofensivos, sino de peligrosos sospechosos de terrorismo», declaró la ministra federal de Interior, Nancy Faeser, con motivo de la primera sesión del juicio. «Nuestras fuerzas de seguridad van a continuar con su severa actuación hasta que hayamos desenmascarado públicamente y desarticulado a los Reichsbürger militantes. Nadie en esos ambientes extremistas debe sentirse seguro», advirtió la socialdemócrata. Los planes de los golpistas se encontraban en proceso de maduración cuando fueron detenidos y se hallaron en su poder más de medio millón de euros para financiar el proyecto y un arsenal de cientos de armas de fuego.

Los presuntos golpistas habían comenzado en el 2021 a reclutar simpatizantes entre policías y militares, en activo o en la reserva, para formar grupos armados repartidos por todo el país para tomar el Parlamento en una sesión en la que estuvieran presentes el canciller federal y su gabinete, con el fin de secuestrar a diputados y miembros del Ejecutivo. A la vez, brigadas paramilitares de la organización tendrían la misión de actuar en las principales capitales germanas, neutralizando a las autoridades regionales y municipales para facilitar que el golpe se consumara. El Grupo Reuss contaba con que su asonada causaría pérdidas de vidas humanas y sus miembros habían suscrito un juramento de fidelidad que, en caso de ruptura, sería castigado con la muerte.

Nuevo orden de Estado

Los sospechosos incluso habían esbozado un nuevo orden para el Estado, con el príncipe Enrique XIII a la cabeza. Rüdiger de Pescatore, antiguo comandante de paracaidistas, asumiría el Ministerio de Defensa y del de Justicia se encargaría Birgit Malsack-Winkemann, exjueza y exdiputada de AfD. Junto al propio Reuss y otros seis presuntos cabecillas han sido acomodados en un pabellón provisional de 1.300 metros cuadrados levantado para la ocasión y rodeado de medidas extremas de seguridad. Se espera que declaren unos 260 testigos a lo largo de un año.

La primera sesión comenzó con una hora de retraso después de que la defensa presentara varios recursos. El principal acusado no ocultó su rostro y se dejó fotografiar por los reporteros presentes en la sala. Al entrar los miembros del tribunal se negó a ponerse de pie, un gesto de rechazo que hasta ahora solo se había visto hacer en este país a islamistas radicales en procesos por terrorismo.

Nueve personas cada día fueron blanco en el 2023 de ataques ultraderechistas en Alemania

Una media de nueve personas cada día fueron objeto en el 2023 de violencia de extrema derecha, racista o antisemita en 11 de los 16 estados federados de Alemania, según el informe anual presentado este martes por la asociación de centros de asesoramiento a las víctimas de este tipo de agresiones, que habló de un «balance alarmante».

Así, 3.384 personas se vieron afectadas directamente por las 2.589 agresiones de extrema derecha, racistas o antisemitas en el este de Alemania (Mecklenburgo-Antepomerania, Brandeburgo, Berlín, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia) y Baviera, Baden-Württemberg, Hamburgo, Renania del Norte-Westfalia y Schleswig-Holstein.

El aumento en más de un 20 % de las agresiones respecto al año pasado constituye «un desarrollo muy grave, que ilustra cuánto se ha agudizado la situación de amenaza, especialmente para grupos vulnerables», declaró en una rueda de prensa Judith Porath, de la junta directiva de la Asociación de Centros de Asesoramiento para Víctimas de la Violencia Ultraderechista, Racista y Antisemita (VBRG) y directora de las asociación Perspectiva de las Víctimas de Brandeburgo.

El total de agresiones incluyen asimismo dos delitos de homicidio y 18 tentativas de asesinato.

«La normalización del antisemitismo, el racismo y las narrativas conspirativas también se refleja en el aumento en más de un tercio de las amenazas y coacciones registradas, hasta los 1.022 casos», señaló.

Llamó la atención sobre el «alarmante número de 585 niños y adolescentes agredidos» y subrayó que en este grupo, muy necesitado de protección por su edad, la violencia y experiencias relacionadas con la marginación pueden tener consecuencias muy graves para su ulterior desarrollo.

Se refirió asimismo a la preocupante tipología de los delitos: así, con 1.402 casos predominan los delitos de agresión física, que aumentaron un 12,4 %, frente a los 1.247 en el 2022, y representaron más de la mitad de todos los ataques registrados.

Los ataques con motivación racista crecieron un 33 % y fueron el motivo más común de los delitos, con 1.446 casos registrados frente a los 1.088 en el 2022.

El informe destaca también el preocupante aumento en un tercio de los ataques por motivos antisemitas, de 201 en el 2022 a 318 en el 2023.

Las agresiones físicas por razones antisemitas se triplicaron con creces, de 21 en el 2022 a 71 en el 2023, y las amenazas y coacciones por este motivo casi se duplicaron, de 121 a 211.

El número de agresiones de extrema derecha contra adversarios políticos se mantuvo en un nivel constantemente alto, con 315 casos en el 2023 frente a 387 un año atrás.

«La alarmante dimensión de la violencia ultraderechista, racista y antisemita muestra lo amenazada que está en tanto la democracia», dijo por su parte el director de los centros conmemorativos de los antiguos campos de concentración nazis de Buchenwald y Mittelbau-Dora, Jens-Christian Wagner.

Se refirió a «años de agitación ultraderechista y del revisionismo histórico» que practica la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).