Milei presume del papel de las mujeres en su Gobierno pese a que en España le «trataron de misógino»

La Voz REDACCIÓN | AGENCIAS

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Javier Milei, durante el espectáculo para presentar su nuevo libro «Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica»
Javier Milei, durante el espectáculo para presentar su nuevo libro «Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica» MATIAS BAGLIETTO | EUROPAPRESS

El presidente de Argentina protagonizó un extravagante recital de presentación de su nuevo libro en un espectáculo en el que se refirió a la crisis diplomática con España

23 may 2024 . Actualizado a las 09:46 h.

 El presidente de Argentina, Javier Milei, presumió desde el Estadio Luna Park de Buenos Aires del papel de las mujeres en su Gobierno, pese a que en España le «trataron de misógino», si bien su gabinete, al que ha elogiado desde el escenario, solamente cuenta con la presencia de tres mujeres. Lo hizo en un extravagante recital de presentación de su nuevo libro, en el que entonó su himno oficioso, Panic Show, junto a una banda de rock integrada por algunos de sus colaboradores más cercanos.

Durante el espectáculo, hizo referencia a la crisis diplomática que viven España y Argentina: «En España me trataron de misógino, pero cuando miran la composición en términos porcentuales de participación de mujeres, nuestro Gobierno tiene más de un 30 %. Y no solo eso, si recuerdan, llegamos con 16 ministerios y los llevamos a ocho. Si corrigen por la cantidad de ministerios que absorbió Pettovello, el 70 % de la estructura está manejada por mujeres, o sea que en el fondo soy un calzonudo», ha manifestado.

El político ultraderechista, tras escuchar los cánticos de «Sánchez, compadre, la concha de tu madre», ironizó sobre que su ministra de Exteriores, Diana Mondino, le pedirá horas extras por la crisis diplomática y, posteriormente, continuó con el discurso sobre su libro.

Desde el estadio, al que incluso ha acudido un hombre disfrazado de El Zorro en alusión a las tensiones con España, aseguró que está dispuesto a seguir dando la batalla por el mundo, criticando al «maldito socialismo», y ha convocado a sus militantes a sumarse a él. «Si no nos metemos en el barro, los zurdos nos llevan puestos», ha alertado.

En varias ocasiones criticó a «esos enemigos que quieren voltear este Gobierno» y aseveró que hará «cuatro mil reformas estructurales», mientras gritaba «motosierra». Asimismo, aprovechó la ocasión para criticar a la exvicepresidenta Cristina Kirchner. «Cristina ya va presa», gritó la militancia, a lo que respondió que «les acompañaría cantando, pero violaría la independencia de poderes».

Se refirió al aborto como «agenda asesina» y lo comparó con la «masacre de judíos» por parte de los antiguos egipcios; calificó al dictador fascista italiano Benito Mussolini como «un señor de izquierdas», y culpó al «maldito Estado» y al «buenismo socialista» de la miseria global.

En la zona VIP del público, Milei contó con la mayor parte de su gabinete -entre ellos, la vicepresidenta Victoria Villarruel, y la ministra de Seguridad y rival de Milei en las urnas en noviembre, Patricia Bullrich-; empresarios y líderes de opinión en las redes sociales. Tras casi una hora de discurso, el mandatario afrontó con menos júbilo la segunda parte del acto: un diálogo junto al diputado de su fuerza política, José Luis Espert; y el portavoz presidencial, Manuel Adorni. Con Espert, con quien ha vivido altibajos políticos en los últimos años, protagonizó varios momentos «humorísticos» no siempre refrendados por las risas del público. Citó al cantante español Nino Bravo para elogiar una de sus canciones más célebres, Libre, y se comparó con el capitán de la selección argentina de fútbol campeona del mundo, Lionel Messi. Entre anécdota y anécdota, la expectación inicial se vio sustituida por la aceleración desmedida y atropellada en los últimos minutos. «¡Viva la libertad, carajo!», concluyó Milei ante un Luna Park que había empezado a vaciarse mucho antes.

La crisis diplomática estalló a raíz de que Milei calificara de «corrupta» a Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha ido en aumento hasta el punto de que Madrid retirara de manera definitiva a la embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso, un gesto calificado de «disparate» por el propio presidente argentino.