Margarita Robles: «Lo que está pasando en Gaza es un auténtico genocidio»

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Una familia de palestinos, después de un ataque en Rafah.
Una familia de palestinos, después de un ataque en Rafah. Hatem Khaled | REUTERS

Borrell exige a Israel que acate la orden de la ONU y detenga su ataque a Rafah

26 may 2024 . Actualizado a las 12:43 h.

Detener inmediatamente el ataque a Rafah. Eso es lo que ordenó a Israel la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de las Naciones Unidas, el viernes desde La Haya. Pero el Gobierno de Benjamin Netanyahu hizo caso omiso. El sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continuaban con más fuerza, si cabe, avanzando hacia el oeste de la ciudad gazatí y arrinconando al medio millón de palestinos que aún no se habían marchado. Entonces el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, endureció su discurso. El viernes había sido sutil, asegurando que la UE debe decidir entre «apoyar a las instituciones internacionales del Estado de derecho o apoyar a Israel». El sábado se dirigió directamente a Israel, y le recordó que las órdenes de la CIJ son «vinculantes» y «deben aplicarse plena y efectivamente».

El Gobierno de España, uno de los países europeos que más críticos se han mostrado con Tel Aviv y su ofensiva contra Gaza, no tardó en unirse a él. Exigió a Netanyahu que cumpla con la orden del tribunal, y que detenga inmediatamente sus bombardeos y ataques terrestres contra Rafah. El fallo del viernes, subrayó, es jurídicamente vinculante. «Las medidas cautelares establecidas por la CIJ, incluida la de que Israel debería cesar su ofensiva militar en Rafah, son obligatorias. Israel debe cumplirlas», tuiteó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en X. «Lo mismo se aplica al alto el fuego, a la liberación de los rehenes [por parte de Hamás] y al acceso de la ayuda humanitaria», aseveró, y añadió que «el sufrimiento del pueblo de Gaza y la violencia deben terminar».

Horas después, la ministra de Defensa, Margarita Robles, sostuvo en Oviedo que lo que está pasando en Gaza es «un auténtico genocidio». «España es siempre muy solidaria de lo que pasa en el mundo, no nos podemos olvidar que en Ucrania está muriendo la gente, está siendo una guerra tremenda, ni prescindir de lo que está pasando en Gaza, que es un auténtico genocidio», ha afirmado Robles en declaraciones a RTVE.« No nos podemos olvidar tampoco de lo que ocurre en África, en lugares como Sudán, donde hay millones de muertos y la gente mira para otro lado», ha añadido. «El mundo vive una situación muy complicada, muy difícil, por eso en un día como hoy es una apuesta firme y decidida de España y de sus Fuerzas Armadas por la paz», ha añadido la ministra de Defensa, la primera del ala socialista que habla de genocidio en Gaza.

La Embajada de Israel en España ha lamentado, en un mensaje que ha publicado en la red social X, que la ministra despañola haya hecho «suyo el relato falso e infundado de la organización terrorista Hamás». «Israel lucha en Gaza de acuerdo con el derecho internacional en una guerra contra Hamás que ni empezó ni quería, consecuencia de la masacre sin precedentes perpetrada el pasado 7 de octubre», asegura. Y añade: «Israel se enfrenta a un enemigo cruel que utiliza a su población como escudos humanos y que todavía mantiene secuestrados a 125 israelíes». 

La publicación de Albares y las declaraciones de Robles llegan en medio de intensas tensiones con el Estado judío. El miércoles, España anunció —de la mano de Irlanda y Noruega— que reconocerá al Estado palestino el próximo martes 28. Eso, sumado a un mensaje en el que la vicepresidenta Yolanda Díaz afirmó que «Palestina será libre desde el río hasta el mar» (un lema usado por Hamás), enfureció a Tel Aviv. El jueves, una diputada de la Knéset, el Parlamento israelí, presentó una moción para reconocer a Galicia, Cataluña y el País Vasco como Estados, entre otras comunidades autónomas españolas. El viernes, el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, anunció que su país prohibiría al Consulado español en Jerusalén prestar asistencia a la población palestina. Todo mientras los embajadores español, irlandés y noruego se enfrentaban a una dura reprimenda en la que los israelíes les mostraron vídeos de las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre.

Apoyo de Washington y Londres

Patrick Wintour, analista político de The Guardian, estaba convencido de que EE.UU. y el Reino Unido rechazarían la orden de la CIJ, después de haber desdibujado poco a poco sus límites sobre la invasión de Rafah. Primero dijeron que no apoyarían la invasión. Luego que no apoyarían «una gran ofensiva terrestre sin un plan creíble para proteger a los civiles». Desde entonces, ese concepto de «gran ofensiva» se fue adaptando, hasta que, el martes, el vicesecretario de Asuntos Exteriores británico, Andrew Mitchell, dijo que esa ofensiva todavía no había comenzado, a pesar de que un millón de palestinos ya han huido de la zona.

El vaticinio de Wintour empezó a confirmarse el sábado, cuando el Reino Unido aseguró que la orden de la CIJ de detener la invasión de Rafah «fortalecerá la visión de Hamás». El Ministerio de Exteriores británico insinuó que la invasión es culpa de los milicianos por haber rechazado «un muy generoso acuerdo» propuesto por los israelíes. El fallo del tribunal de la ONU, comunicó, reforzará la idea de que Hamás puede retener a los rehenes y quedarse en Gaza.