A prisión los cinco trabajadores de un centro de menores de Zaragoza por torturas y agresión sexual
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El director, dos educadores sociales y dos auxiliares están acusados de delitos de lesiones, corrupción de menores y pertenencia a grupo criminal
02 ago 2024 . Actualizado a las 18:35 h.Los cinco trabajadores del centro de atención de menores de Ateca (Zaragoza) detenidos por los presuntos delitos lesiones, torturas, agresión sexual, corrupción de menores y pertenencia a grupo criminal ingresaron este viernes en prisión tras prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Calatayud.
Los detenidos son el director del centro de menores, dos educadores sociales y dos auxiliares. Todos ellos prestaron declaración ante la instructora, Aida Ramírez, que ordenó la prisión provisional y comunicada para los arrestados. De manera paralela, la jueza acordó el cierre provisional de las instalaciones del centro, circunstancia que obligará a reubicar en otros servicios a la veintena de menores en situación desprotección a los que allí presta atención el Instituto Aragonés de Servicios Sociales.
La instructora explica en su resolución que «existen indicios suficientes de los que se infiere racionalmente la comisión de delitos contra la integridad moral, tortura, lesiones, agresión sexual y pertenencia a grupo criminal, por parte de los investigados, tal y como se deduce del contenido de las exploraciones judiciales de los menores denunciantes, de las declaraciones testificales practicadas a personal trabajador del centro, de los informes forenses y de los datos obrantes en el atestado policial».
Por una denuncia Los agentes del área de los delitos contra las personas de la Guardia Civil de Zaragoza iniciaron las pesquisas tras la denuncia presentada en la capital aragonesa por la madre de uno de los internos. Según esta mujer, su hijo sufría lesiones tras ser agredido por un educador.
De esta manera se descubrieron casos de aislamiento de los internos, tratos degradantes y vejatorios, así como lesiones producidas por determinados educadores que habrían golpeado a los muchachos. Los agentes también comprobaron que había indicios sobre una agresión sexual, así como de corrupción de menores, llevados a cabo por varios educadores durante los últimos meses.