Sánchez anuncia una «financiación equilibrada» y «con más recursos que con el PP» para las comunidades autónomas
ACTUALIDAD
Los planes del Gobierno también incluyen la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado del 2025. La conferencia de presidentes, aún sin fecha, se celebrará en Cantabria
04 sep 2024 . Actualizado a las 13:53 h.El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado el pistoletazo de salida este miércoles a un curso político marcado por la amnistía, la financiación autonómica, los Presupuestos y los equilibrios parlamentarios delicados. El jefe del Ejecutivo se ha mostrado optimista y ha anunciado que la ruta estará marcada por una agenda social progresista frente al «modelo de recortes» del Partido Popular.
En su intervención, Sánchez ha recordado que los seis años de Gobierno que lleva ha conseguido una retahíla de logros como la campaña de vacunación de pandemia, la resistencia económica frente a los efectos de la guerra en Ucrania, el «liderazgo de acogida de refugiadas afganas» o el «apoyo humanitario a Palestina». «España ha estado a la altura de la coyuntura internacional siendo fiel a sus valores y principios», ha remarcado el presidente.
También destacó que el Ejecutivo está «limpio» tras la moción de censura que desalojó al expresidente Mariano Rajoy por los casos de corrupción del PP, si bien quedan por resolverse la trama de compra de mascarillas del Ministerio de Transportes y el caso de su esposa, Begoña Gómez.
«La primera de las prioridades de la acción del Gobierno será la competitividad», anunció Sánchez a la par que confirmó 3.100 millones de euros más en préstamos europeos «para continuar con la reindustrialización de nuestro país, apoyar a las empresas y autónomos». Además, subrayó el estreno de «doce grados universitarios y módulos profesionales» especializados en las tecnologías digitales.
Continuó Sánchez asegurando que la «naturaleza progresista» del Gobierno lleva a su segunda prioridad, que es «reforzar el Estado del bienestar». «Tenemos que blindar derechos», aseveró para, seguidamente, criticar que «los barones territoriales del PP mercantilizan estos derechos» con inyecciones millonarias a la sanidad privada en Madrid, recortes en plazas de residencias de ancianos en la Comunidad Valenciana o en Educación en Andalucía. «Mercancía frente a derechos», apuntó Sánchez para añadir que su modelo es el contrario y que dará continuidad a la inversión de los servicios públicos. «Los Gobiernos autonómicos de las derechas no han invertido sus recursos en los ciudadanos, sino en empresas», concretó.
Sánchez se acogió a los «datos inapelables» de su Ejecutivo para defender «la igualdad entre españoles». Así, anunció que trabajará en unos Presupuestos Generales del Estado y que el próximo Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto para presentar las cuentas al Congreso. Añadió a esta medida el trabajo «en una fiscalidad progresiva» a las grandes fortunas y «una financiación autonómica equilibrada» para todos los territorios. «La descentralización es compatible con la solidaridad entre territorios», asumió con el acuerdo del cupo catalán de fondo. «Me comprometo a que la financiación autonómica llevará a que las comunidades reciban más recursos que cuando gobernaba el Partido Popular», certificó. El presidente, durante su intervención, también ha señalado que van a seguir avanzando «hacia una fiscalidad más progresiva, con impuestos que graven más a quienes más tienen y orienten también el modelo productivo».
«Vamos a gravar fiscalmente a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir cien vidas. Lo haremos, insisto, no para perjudicar a los millonarios sino para proteger a las clases medias y trabajadoras de un sistema que continúa siendo extraordinariamente injusto», ha reiterado Sánchez, en presencia de prácticamente todo su gabinete y de los líderes sindicales de CC.OO. y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente. Para Sánchez, «independiente de lo que piensen algunos, España será un país mejor si tiene más automóviles eléctricos, por cierto fabricados en España, más autobuses públicos y, por tanto, más transporte público y menos Lamborghinis».
Como tercera prioridad, el líder de los socialistas se marcó la vivienda, «el mayor problema al que se enfrentan nuestros jóvenes y familias». Sin mencionar el batacazo parlamentario de la ley del ministerio que capitanea Isabel Rodríguez, Sánchez culpó a las «políticas neoliberales», «los fondos buitre» y «la reforma de la ley del suelo» del problema de vivienda, que llevará tiempo «solucionar». Pero consciente de que esta cuestión afecta también a las autonomías, anunció sin concretar una fecha que será el principal punto de debate en una conferencia de presidentes autonómicos que se celebrará en Cantabria.
Sánchez aseguró que la «dignidad laboral» será el cuarto objetivo a conseguir del Ejecutivo. Por ello, destacó que una de las prioridades será la aprobación del Estatuto del Becario que lleva años fuera de la agenda del gobierno de coalición para «mejorar las condiciones de los jóvenes» de la mano de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El quinto objetivo será la «igualdad». No solo en lo económico, sino también en lo identitario. En este campo, el presidente del Gobierno abundó en que durante este curso se renovará el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y se «recortará fiscalmente» a los ricos. «España será mejor si tiene más transporte público», añadió.
En cuanto a la paz, su sexta prioridad, Sánchez anunció que Putin y el yihadismo son el principal desafío a afrontar, con especial foco en el Sahel. «Vamos a seguir ayudando a Ucrania en su guerra contra el imperialismo, vamos a presionar a Netanyahu en la CPI y apoyar al pueblo palestino [añadió también una cumbre bilateral entre Palestina y España] y vamos a aumentar nuestra presencia en África», añadió Sánchez a la par que señaló que también incorporará «modelos de migración circular» frente «a las deportaciones masivas y mandar fragatas», medidas propuestas por el PP y Vox.
El presidente concluyó con el anuncio de reuniones con todos los presidentes autonómicos en las próximas semanas de forma individual en La Moncloa.
El PP no da credibilidad a las promesas de Sánchez sobre financiación autonómica y pide ya la conferencia de presidentes
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha asegurado este viernes que no se cree la promesa del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, sobre una financiación más justa y que plantee más recursos para las autonomías porque su palabra no vale «nada». A su entender, la financiación es de «todos» y debe tratarse de forma «multilateral» en una conferencia de presidentes que debería convocarse de forma «inmediata».
«La financiación autonómica es de todos y tiene que ser multilateral», ha declarado Gamarra, poco después que Sánchez haya avanzado que impulsará la creación de un sistema de financiación autonómico «más justo» y se haya comprometido a duplicar los recursos «de la principal herramienta de solidaridad que recoge la Constitución española», que es el Fondo de Compensación Interterritorial.
«Creo que a estas alturas, los españoles si algo saben es que la credibilidad de la palabra de Pedro Sánchez vale absolutamente nada. Todo lo que les haya podido decir, lo único que busca es titulares mañana, pero posiblemente nos esté mintiendo como siempre a todos», ha asegurado la dirigente del PP en una comparecencia ante los medios en la sede del PP.
Financiación multilateral
La número dos del PP ha emplazado al jefe del Ejecutivo a convocar de «manera inmediata» la Conferencia de Presidentes que ya le vienen demandado 12 presidentes autonómicos y los presidentes de Ceuta y Melilla «desde noviembre del año pasado» y que la «ley le exige convocar» porque «el futuro de España y los problemas del país se resuelven entre todos».
Por eso, ha pedido a Sánchez que sea «valiente» y cumpla la ley reuniendo a los presidentes para hablar en esa Conferencia tanto de financiación autonómica como de la crisis migratoria que sufre España, dado que, a su juicio, son asuntos de Estado.
Después de que Sánchez haya reiterado su compromiso de agotar la legislatura porque hay Gobierno «para largo», Gamarra ha indicado que él «no decide cuándo habrá elecciones o cuándo no las habrá porque sabe perfectamente que está en manos de otros». «Por lo tanto, no tiene su palabra ninguna credibilidad», ha apostillado.