El cannabidiol le cuesta a un navarro un año en prisión preventiva en Andorra

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

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Embajada de España en Andorra la Vella.
Embajada de España en Andorra la Vella. EUROPA PRESS | EUROPAPRESS

El preso espera juicio por poseer una sustancia legal en cualquier otro país europeo no es delito

15 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un navarro lleva casi un año en prisión preventiva en Andorra a la espera de juicio por posesión de CBD, una sustancia química también llamada cannabidiol, que proviene del cannabis, muy utilizada en trastornos convulsivos, y que es legal en las vecinas España y Francia, además de otros muchos países. «Es un caso que no se ha llevado bien y en el que se han cometido errores sustanciales», asegura Josep Anton Sánchez, director del Centro de Información del Cannabis (Medcan), en Barcelona, especializado en el uso terapéutico de esta sustancia que se extrae de la planta cannabis sativa, originaria de Asia Central. El equipo de Sánchez formará parte de la prueba pericial que la defensa aportará a la vista oral, prevista para el 23 y 24 de octubre.

Adrián, de 31 años, monitor de esquí y que reside desde hace seis años en el país de los Pirineos, ingresó en prisión el 2 de octubre del 2023 después de ser detenido al tratar de cruzar la frontera desde España con 500 gramos de CBD. Según su madre, Mercedes Ch., el chico lo toma en forma de infusiones «como tratamiento para aliviar los ataques de epilepsia que padece». El cannabidiol se usa también para tratar la ansiedad, el dolor, un trastorno muscular llamado distonía, enfermedades como el párkinson o el Crohn y otras afecciones. Deportistas como Figo, Beckham o Gemma Mengual la venden sin problema en internet. 

Uso terapéutico y medicinal

Tras la detención de Adrián, las autoridades andorranas enviaron una muestra del producto al Laboratorio Central de Salud Pública para comprobar qué era, determinar su peso, si era estupefaciente, si se podía consumir en el estado en el que se obtuvo y el índice de psicoactividad. La respuesta llegó a los pocos días: los cogollos incautados contenían THC, la parte nociva del cannabis, aunque sin indicar el porcentaje. La fiscalía andorrana sostiene que se trata de marihuana, pero la defensa del joven insiste en que es CBD. Según la OMS, esta sustancia no es un estupefaciente. El tetrahidrocannabinol (THC) es el ingrediente más conocido (y dañino) del cannabis. Pero el CBD se obtiene del cáñamo, una forma de la planta que solo contiene pequeñas cantidades de THC. En Andorra hay tiendas especializadas en la venta de productos con CBD, pero con un porcentaje de THC inferior al 0,3 %, el límite válido en toda Europa, por debajo del cual se considera una sustancia no estupefaciente.

Tras el resultado del laboratorio, la defensa del joven solicitó en noviembre que se devolviera la muestra al laboratorio. Así se hizo, pero este adujo que no disponía de material suficiente para determinar el porcentaje de THC. «Es más peligroso fumar un cigarrillo o tomarse una cerveza que el producto que lleva el chico», señala Sánchez, que asistirá al juicio como perito de la defensa. En su opinión, la solución hubiera sido «llevar la muestra al laboratorio toxicológico homólogo español o francés, ya que estos sí están capacitados para realizar las pruebas necesarias». En su lugar, el pasado mes de mayo, siete meses después, se decidió enviar la muestra a un laboratorio privado en Barcelona, que concluyó que el porcentaje de THC era del 0,3%, aunque en su informe dejó claro que no podía llevar a cabo un estudio más preciso. Durante este tiempo, la justicia andorrana rechazó una tras otras todas las peticiones de libertad provisional realizadas por la defensa, de manera que, un año después, Adrián sigue en prisión a la espera de juicio por algo que en cualquier otro país europeo no es delito.