El jefe policial que dirigió el caso Samuel Luiz: «Fue algo brutal, inhumano y atroz. Todos realizaron actos para matarlo»
ACTUALIDAD
Destaca la «violencia gratuita» ejercida de forma grupal por los cinco acusados. Su relato permite reconstruir cómo fue aquella noche del 3 de julio del 2021, llegando a tomar declaración a 54 personas
31 oct 2024 . Actualizado a las 09:08 h.El jefe del grupo de delincuencia organizada y violenta de la Policía Nacional se encontraba de guardia la noche en la que asesinaron a Samuel Luiz. Lo llamaron de inmediato y se puso al frente de la investigación. Tras él comenzaron a ofrecerse agentes para sumarse al equipo. Algunos, estando de vacaciones aquel 3 de julio del 2021. Las primeras horas fueron un juego de equilibrios, un rompecabezas desordenado en el que algunas de sus piezas, lejos de encajar, se arañaban entre sí. Pero en apenas 48 horas, la policía tomó declaración a 14 testigos, visionó las cámaras de tráfico y ahí comenzaron a aparecer las caras de los sospechosos, según el mando Carlos Temprano, que este miércoles explicó cómo se llegó a la conclusión de que los cinco acusados son culpables: Diego Montaña, Alejandro Freire, Katy Silva, Kaio Amaral y Alejandro Míguez.
Su relato, salpicado de detalles de una crueldad infinita, se prolongó durante casi cuatro horas en la Audiencia Provincial de A Coruña. No faltaron momentos tensos entre el mando y las defensas, que le achacaron que muchas de sus palabras estaban basadas «más en impresiones que en hechos probados». Así fue, de manera cronológica, como se desarrolló la investigación:
ASÍ EMPEZÓ LA AGRESIÓN
La amiga de Samuel, clave. Lo primero que hay que hacer cuando un policía se enfrenta a un asesinato es tratar de averiguar «qué pasó antes, durante y después», según explicó al jurado el jefe de la investigación. Para eso fue fundamental el testimonio de Lina, la amiga de Samuel que estaba junto a él cuando lo mataron. «A partir de ahí nos distribuimos los trabajos. Unos agentes se dedicarían a recabar testimonios, otros a buscar y visionar imágenes cámaras, testimonios y también había funcionarios que rastreaban las redes sociales», explicó. Si el crimen fue en la noche del viernes al sábado, «el lunes ya habíamos hablado con 15 testigos. Y en menos de una semana con 31», añadió el mando, que matizó que «las primeras declaraciones hay que tomarlas con cautela». Como en las cámaras de tráfico no se apreciaban los rostros de los que golpeaban a Samuel, se centraron en la vestimenta, teniendo en cuenta las grabaciones que del pub en el que estuvieron antes parte de los acusados, en las que sí se les identificaba. «De ahí vamos sumando todo y vamos completando el puzle».
LAS DETENCIONES
En una semana, seis arrestos. El jefe de investigación recordó que tres días después del crimen «Kaio Amaral se presentó voluntariamente en comisaría y nos dio algunos datos que tenían sentido con las otras pruebas que ya teníamos. Él se exculpaba. Decía que lo único que había hecho era intentar frenar la agresión y luego descubrimos que nos había mentido. Acusó de la paliza a Samuel a Diego Montaña, Alejandro Freire y Katy Silva». El testigo añadió que «Kaio nos mintió con la vestimenta que llevaba aquella noche». Su entonces novia, que lo acompañó a comisaría, «ofreció la misma versión que él».
Al día siguiente, cuatro días después del asesinato, en comisaría aparecen voluntariamente Alejandro Freire, Yumba, acompañado de un amigo y testigo de los hechos llamado Óscar. «Nos consta que este [Óscar] sí intentó separar y su testimonio era verosímil, pues encajaba con lo visto en las cámaras. Declaró que vio a Kaio Amaral armando la pierna para dar una patada a Samuel. Con ese testimonio y la información que nos aportaban las grabaciones, procedemos a las detenciones. El primero en ser arrestado fue Diego Montaña, le siguieron Alejandro Freire, Katy Silva, Kaio Amaral y los dos menores ya condenados. A Alejandro Míguez se le detuvo tiempo después, a los dos meses». Respecto a este último acusado, Carlos Temprano recordó que días después del asesinato «le tomamos declaración y nos dijo que vio la pelea, pero que no se involucró. Pero más adelante, cuando las grabaciones fueron mejoradas por una empresa especializada comprobamos que no era así, que incluso en un determinado momento se le ve delante de Alejandro Freire cuando Samuel intentaba huir».
LAS CONCLUSIONES
Agresión grupal por parte de los cinco procesados y los dos menores ya condenados. La investigación se cerró tras tomar 54 declaraciones, «miles de horas de visión de las grabaciones», rastreos en redes sociales y volcado de los móviles. Con todo eso, la policía concluyó que se trató de una «agresión grupal y todos realizaron actos para matar a Samuel». Fue «un hecho brutal, inhumano y atroz», destacó el mando policial, «ejerciendo una violencia gratuita. Fue Samuel como pudo haber sido cualquiera».
En definitiva, se llegó a la conclusión de que Alejandro Freire le hizo un mataleón, Katy Silva separa a Lina, impidiéndole que pudiese auxiliar a Samuel. Entran en la pelea al menos 6 o 7 personas, según testigos, donde se sitúan todos los investigados. «Ahí nadie separaba, solo Óscar y los senegaleses. Alex Míguez va delante de Freire y luego lo adelantan los otros. Donde cae desplomado Samuel se reconoce por las cámaras a la mayoría. Luego huyen, se van por separado y se reúnen en un parque tras enterarse de la muerte de Samuel».
«Dos meses antes grabaron un vídeo de rap que la letra era una premonición»
El jefe de la investigación recordó en la sala el vídeo que habían grabado los acusados en un descampado dos meses antes. La Policía lo recuperó del móvil de Kaio Amaral. «Ahí se mostraban exhibiendo armas blancas, con catanas incluso, algunos encapuchados. Cantaban una canción de rap que ponía los pelos de punta, una exaltación de la violencia, una premonición de lo que vendría después», explicó Carlos Temprano.
Esa manifestación provocó que los abogados de los acusados mostrasen su rechazo, al considerarlo «una interpretación u opinión del mando policial, sin base probatoria alguna».
Pero no solo les molestó eso. Uno a uno intentaron demostrar que algunas de sus afirmaciones no estaban respaldadas por las pruebas. Así, Manuel Ferreiro, letrado de Alejandro Míguez, le preguntó si su cliente «sale en alguna de las imágenes golpeando a Samuel, si encontraron restos de él en la ropa de la víctima, si un solo testigo declaró que lo había visto agredir y si tiene algún antecedente penal». El policía reconoció que no, pero su imputación vino dada «por el seguimiento de las cámaras que lo sitúan en el tumulto y que durante la pelea se acercó a un amigo para decirle que no había podido hacer nada porque un negro lo había separado».
Por su parte, el abogado de Kaio Amaral, Ramón Sierra, recordó al declarante que «solo hay una declaración que refiere haber visto preparar la pierna para dar una patada a Samuel, pero que no pudo observar si alcanzó a la víctima o no». El jefe de la investigación le contestó que a Kaio «se le ve perfectamente armar la pierna en una grabación a centímetros de Samuel, si bien no se aprecia si lo golpea finalmente, aunque todo indica que sí».
Luciano Prado, letrado de Katy Silva, le preguntó «si hay un solo fotograma que indique que su clienta golpeó a Samuel». El policía contestó que no, pero matizó que Lina, la amiga de la víctima, «refirió que le había dado un empujón, tirándola al suelo, evitando así que la joven auxiliara al fallecido».
El juicio continúa este jueves con los agentes que se encargaron de visionar las imágenes de todas las cámaras.