Prevost visitó por sorpresa la residencia donde vivía en Roma desde el 2023
10 may 2025 . Actualizado a las 10:23 h.«Sé que puedo contar con cada uno de ustedes para caminar conmigo mientras continuamos como Iglesia, como comunidad de amigos de Jesús, como creyentes para proclamar la buena noticia, para anunciar el Evangelio». Así comenzó ayer León XIV, en inglés, su primera homilía como papa, la que pone oficialmente fin al cónclave. Rodeado por los frescos de la Capilla Sixtina, se dirigió a los cardenales, atentos y concentrados, que este jueves por la tarde lo eligieron sucesor de Francisco y primer papa norteamericano de la historia. Quizás comenzó hablando en su lengua materna por cariño a sus orígenes, o quizás, según comentó un eclesiástico con mucha experiencia a La Voz, para «asegurarse de que todos le entendieran: el inglés es, junto con el español, la lengua oficiosa de una Iglesia que sigue hablando italiano únicamente porque la Curia habla italiano».
Durante su primera homilía, el recién elegido pontífice también dijo: «Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, es decir, el único Salvador y el que nos revela el rostro del Padre». Y luego: «No faltan tampoco los contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre, y esto no solo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho».
León XIV dedicó parte de las primeras horas tras su elección a visitar por sorpresa el Palacio del Santo Oficio, donde reside desde el 2023, este jueves por la noche. Saludó a varias personas en el patio y se hizo fotos con ellas, firmó el libro de una niña y bromeó diciendo que era su «primer autógrafo como papa».
Para el nuevo pontífice, estas son las últimas horas antes de que comience su apretada agenda. Uno de los primeros actos será romper los sellos colocados en los apartamentos papales tras la muerte del papa Francisco, tanto en la Casa Santa Marta como en el Palacio Apostólico. Hoy se reunirá con los cardenales, el domingo rezará la oración del Regina Coeli desde la Logia central de la Basílica de San Pedro y el lunes recibirá a los periodistas que han informado sobre los acontecimientos de estas últimas semanas.
Mientras tanto, los medios de todo el mundo están dándole una gran cobertura a la elección del primer papa estadounidense. Los peruanos consideran a León XIV, que pasó casi 20 años en el país andino, como uno de ellos, en palabras de la presidenta Dina Boluarte. Muchos católicos de Estados Unidos también parecen entusiasmados, e incluso su presidente, Donald Trump, escribió en su red social Truth que la elección de Prevost era «un gran honor» para su país. Por lo general, los católicos italianos también están muy satisfechos. «Este papa es un tipo duro, es alguien que sabe mucho», dice Alvise, un jubilado veneciano. Para Gabriele, un directivo católico del Alto Adige —al norte, cerca de la frontera con Austria—, «Prevost está muy preparado: habla cinco idiomas, tiene títulos de todo tipo y conoce la curia y el mundo». Y para Sara, una camarera, «es un tipo inteligente».
Laura, propietaria de un quiosco, considera que es «una buena elección»: «No es tan estadounidense como dicen, es muy latino». Laura es de Vicenza, la ciudad en cuyo seminario se formó el cardenal Pietro Parolin, que partía como uno de los grandes favoritos de este cónclave, pero no se muestra decepcionada por la no elección de un papa italiano. Todo lo contrario que Valentina, una conciudadana suya: «Hubiera preferido a Parolin, es realmente muy bueno». Bruno, un pensionista, dice: «Instintivamente no me convence, pero ya veremos».