Paula Gil, presidenta de Médicos Sin Fronteras España: «Asistimos en Gaza a una limpieza étnica en directo»
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La también enfermera advierte sobre el drama migratorio en África y América Latina. En Níger, por ejemplo, MSF rescata a personas abandonadas en el desierto tras deportaciones masivas
05 jun 2025 . Actualizado a las 10:46 h.Paula Gil, presidenta de Médicos Sin Fronteras (MSF) España, alertó este miércoles sobre la dramática situación humanitaria en Gaza y el preocupante deterioro global de la ayuda internacional. Según explicó, el recorte en los fondos institucionales, especialmente tras el desmantelamiento de la agencia de cooperación de Estados Unidos —el mayor financiador de ayuda humanitaria mundial, con el 42 % del presupuesto global—, ha obligado a muchas organizaciones a cerrar proyectos esenciales. Un ejemplo grave es el Programa Mundial de Alimentos, ahora incapaz de mantener las distribuciones regulares en campos de refugiados debido a la falta de recursos.
Aunque MSF se financia en un 99 % por fondos privados, Paula reconoció que este contexto afecta indirectamente a su trabajo, en un momento en el que se vive una coyuntura histórica con más de 1.500 millones de personas en zonas de conflicto y unos 50 conflictos armados activos en el mundo. La presidenta denunció el incumplimiento sistemático del derecho internacional humanitario, con ataques deliberados a hospitales y personal sanitario en lugares como Ucrania, Sudán o, de manera especialmente crítica, Gaza.
Disparos en las colas de comida
La situación en la Franja de Gaza fue descrita por Gil como «escalofriante». Desde diciembre, cuando visitó la zona, la crisis se ha agravado hasta niveles catastróficos. Durante dos meses no entró ni un solo camión con ayuda humanitaria, lo que ha llevado a la población a una situación límite. Además, denunció la creación de la Fundación Humanitaria de Gaza, «una entidad impulsada por Estados Unidos junto al ejército israelí, que reparte alimentos en puntos controlados», ignorando principios humanitarios y dejando a gran parte de la población sin asistencia. Se han producido muertes incluso en las colas para recibir comida. Gil fue contundente: «Estamos asistiendo a una limpieza étnica en directo ante la pasividad internacional».
MSF cuenta con unos mil trabajadores palestinos dentro de Gaza, además de un reducido equipo internacional que rota periódicamente. Trabajan en condiciones extremas: sin electricidad, con escaso combustible, bajo bombardeos continuos y en medio de un sistema sanitario devastado. El 70 % de la Franja está bajo órdenes de evacuación, muchas veces comunicadas con apenas minutos de antelación. El hacinamiento, la escasez de agua potable, la falta de alimentos y la destrucción de hospitales conforman un escenario extremo.
Gil también advierte sobre el drama migratorio en África y América Latina. En Níger, por ejemplo, MSF rescata a personas abandonadas en el desierto tras deportaciones masivas. Muchos migrantes huyen de guerras o situaciones desesperadas, pero las políticas europeas y americanas están externalizando el control de fronteras, recortando fondos y dejando a miles en el olvido.
La presidenta de la oenegé en España abordará estos temas este jueves por la tarde, a las 19.30 horas, en la clausura del ciclo «En código abierto», en el rectorado de la UDC, en A Coruña.