Lágrimas, escaños vacíos y cruce de acusaciones protagonizan una bronca sesión

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Los escaños de Voz en el Congreso, vacíos durante la intervención del presidente Sánchez
Los escaños de Voz en el Congreso, vacíos durante la intervención del presidente Sánchez Mariscal | EFE

El duelo por la muerte del padre de Yolanda Díaz fue la única nota amable de la jornada

09 jul 2025 . Actualizado a las 22:34 h.

El Congreso de los Diputados acostumbra a ser desde hace tiempo un espacio de pataleo, reproches y broncas. La comparecencia de Pedro Sánchez para dar explicaciones sobre el caso Cerdán no iba a ser distinta. El hemiciclo se llenó de acusaciones y ausencias, que volvieron a reflejar los abismos que existen entre las formaciones políticas que lo conforman, pero también hubo momentos amables como las lágrimas de Yolanda Díaz, que decidió mantener su intervención pese a la muerte de su padre la noche del martes.

Ya en el arranque de su discurso el presidente del Gobierno dedicó unas palabras a su vicepresidenta por el fallecimiento del histórico sindicalista gallego Suso Díaz. «Todo nuestro recuerdo y todo nuestro reconocimiento para la familia», enunció Sánchez. La líder de Sumar se emocionó y recibió un abrazo de consuelo de la portavoz de su grupo parlamentario, Verónica Martínez Barbero. No ocupó esta vez el asiento azul que le corresponde como ministra. Antes de la intervención del presidente, una ristra de diputados se acercaron a mostrarle sus condolencias.

Solo fue un respiro. Durante la intervención de la dirigente de Sumar, desde las bancadas de PP y Vox se escucharon gritos de «traidora», «vaya papelón» y otros comentarios que provocaron que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, tuviera que parar la sesión y llamar al orden varias veces. Incluso invitó a diputados a marcharse, especialmente al representante popular por Lugo y portavoz adjunto del partido, Jaime de Olano.

Vox lo volvió a hacer, y sus diputados dejaron sus 33 escaños vacíos durante la intervención de Sánchez. «Despreciamos al personaje y lo que representa», argumentaron. Solo apareció su líder para dar la réplica al discurso del presidente. 

El tono general fue bronco. Los cruces de «corrupto tú» y «de qué vais» volaron de la bancada socialista a la bancada popular, pero no fueron los únicos que elevaron el tono. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, dijo a Santiago Abascal que tenía que «taparse la boca» para hablar de ciertas figuras del PSOE o EH Bildu por su espíritu negociador. Ante las protestas del PP, repitió: «Cállense, cállense». 

Prostitutas y narcos

Los decibelios del hemiciclo también alcanzaron picos en medio de las pullas entre Sánchez y Feijoo. El socialista le recordó su foto con el narco Marcial Dorado y, poco después, el popular cargó contra el socialista citando a su familia. «Usted está aquí por su partido, por su Gobierno y por su familia. ¿Pero con quién está viviendo? ¿De qué prostíbulos ha vivido usted? Ha sido partícipe a título lucrativo de la prostitución. Y ahora quiere usted ilegalizar su biografía», le espetó en alusión a las saunas gais que poseía su suegro.

El cruce de críticas también se repitieron entre los independentistas catalanes. Míriam Nogueras, la portavoz de Junts en el Congreso, se refirió directamente a Gabriel Rufián para preguntarle «dónde ha estado» estos años, porque muchos de los traspasos de competencias que exige Esquerra «ya los tienen». «Lo que no puede pretender Rufián es que hagamos de bomberos de sus malos acuerdos, sin que ellos rectifiquen su sumisión al PSOE y Sumar. No haremos de muleta de nadie», cerró.