Los Presupuestos del año 2026 son otra barrera difícil de salvar para el Gobierno
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El Ejecutivo confía todavía en poder rearmar la mayoría parlamentaria
27 jul 2025 . Actualizado a las 20:27 h.El pasado 9 de julio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue aclamado con aplausos por la bancada socialista en su última intervención en el debate monográfico sobre los casos de corrupción que afectan al PSOE y las medidas que el Ejecutivo propone para que esos casos no puedan repetirse. La impresión del jefe del Gobierno y del PSOE era que había superado con nota un escollo muy difícil y que, sin necesidad de someterse a una cuestión de confianza, como le exigían algunos, había logrado reeditar la mayoría de investidura, dado que ninguno de sus socios le reclamó directamente la convocatoria de elecciones ni la dimisión asumiendo las responsabilidades por los casos Koldo, Ábalos y Cerdán.
La impresión era que el Gobierno se iría de vacaciones con una mayoría renovada en el Congreso frente a las presiones de la oposición para que convoque elecciones. E, incluso, que sería posible aprobar unos Presupuestos Generales del Estado para el 2026 a pesar de las dificultades para negociar con algunos de sus socios. Algo que daría estabilidad definitivamente al Ejecutivo hasta el final de la legislatura.
derrota en el Congreso
Golpe de realidad. Ese optimismo se desvaneció sin embargo en el pleno del Congreso del pasado 22 de julio, el último del curso político, en el que el Gobierno sufrió una dura e inesperada derrota en el intento de convalidación del decreto ley antiapagones. Un fracaso que se vio incrementado por el hecho de que los votos en contra no procedían únicamente del bloque de la derecha (PP, Vox y UPN), sino también de una parte de sus socios de investidura, como Podemos, Junts y el BNG, imprescindibles para los Presupuestos, además de un diputado de la Chunta, integrado en Sumar, que dejaron el decreto del Gobierno con unos escuálidos 165 votos a favor frente a 183 en contra. Algo que evidenciaba la debilidad parlamentaria del Ejecutivo.
los presupuestos
Nueva oportunidad. Frente a ese varapalo parlamentario, el Gobierno resucita la posibilidad de aprobar unos Presupuestos Generales del Estado para el 2026 como única fórmula de restablecer la mayoría parlamentaria y mostrar que Sánchez está en disposición de cumplir su promesa de agotar la legislatura. Un proyecto que se antoja sin embargo muy improbable, no solo por la posición de algunos de los socios imprescindibles, como Podemos, que se muestra ya abiertamente como una fuerza de oposición al Gobierno, sino por lo apurado de los plazos para conseguir ese objetivo.
eL gOBIERNO TRABAJA
Diálogo. Tras el descalabro del decreto antiapagones, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, trató de levantar la moral socialista expresando su confianza en que el Gobierno recupere el respaldo de sus socios en el próximo curso político. Y aseguró que el Ejecutivo trabaja ya en la elaboración de los Presupuestos generales del 2026, que está dispuesto a negociar con los grupos que dieron su apoyo a la investidura de Sánchez. Admitió que el PSOE ha sufrido un «mazazo» con el caso Cerdán y lamentó que Junts, Podemos y BNG votaran en contra del Gobierno sobre el decreto de medidas para reforzar el sistema eléctrico tras el apagón que afectó a toda la península del pasado 28 de abril. El Ejecutivo, según López, ya trabaja en esas cuentas públicas para «dar acomodo a todas la políticas y todas las medidas que se han ido aprobando en este Congreso y que benefician al conjunto de la ciudadanía».
Cuentas prorrogadas
Retrasos. Lo cierto es que el Gobierno no ha logrado aprobar ni un solo proyecto de Presupuestos en esta legislatura y que actualmente gobierna con las cuentas públicas del 2023, dos veces renovadas y aprobadas por un Ejecutivo distinto al actual, en el que el socio minoritario de la coalición era Unidas Podemos, no Sumar. Aunque en Hacienda aseguran también que es posible aprobar las cuentas del 2026, el Gobierno acumula ya un retraso considerable en los plazos legales para su aprobación. Una tarea en la que no han ayudado los escándalos de corrupción que han obligado al Ejecutivo a situarse a la defensiva en el Congreso.
No en tiempo y forma
Optimismo de Montero. Desde luego, lo que parece ya imposible es que los Presupuestos del 2026 se aprueben en tiempo y forma, como suele asegurar la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Las reuniones para intentarlo no comenzarán ya hasta septiembre.
Regla y techo de gasto
Fuera de plazo. El paso previo para la elaboración de los Presupuestos debería haber sido la aprobación de la regla de gasto para el año 2026 el 30 de junio, a la que estarían sometidas tanto el Gobierno como las autonomías y los ayuntamientos. El techo de gasto debía aprobarse también antes del 1 de agosto para dar tiempo a ser tramitado en el Parlamento en julio y a la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera y la Comisión Nacional de Administración Local. Algo que no se ha hecho.
Podemos y Junts
Negociación inviable. Incluso con retraso, el Gobierno tiene difícil llegar a un acuerdo con Podemos, que exige entre otras cosas la retirada de la OTAN y la anulación del aumento en el gasto militar para mostrar distancia con el PSOE, y especialmente con Sumar, de cara a las elecciones generales. Y muy difícil tiene también cumplir las exigencias de Junts, que pasan por cuestiones que no están en manos del Ejecutivo, como la amnistía a Carles Puigdemont o la oficialidad el catalán en la UE.
La Constitución
Antes del 1 de octubre. Aún así, el Gobierno no tira la toalla. El artículo 134 de la Constitución establece que deberá presentar los Presupuestos «al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior», es decir, el 1 de octubre del 2025, fecha que se antoja imposible —pese a que no sería la primera vez que se incumple—, dadas las circunstancias y el distanciamiento de algunos de sus socios.
Pesimismo de los Aliados
El PNV lo ve complicado. Uno de los socios más fiables del Gobierno, el PNV, que se muestra dispuesto a negociar los Presupuestos para dar estabilidad al Ejecutivo, habla ya en tono muy pesimista. Y su presidente, Aitor Esteban, considera «muy complicada» la culminación de la legislatura sin unas nuevas cuentas públicas. «Me parece tremendo que haciéndose una apuesta por una investidura desde posiciones muy diferentes, ni siquiera por parte de algunos partidos haya habido voluntad nunca de dar un presupuesto al Gobierno», resumió el pasado miércoles.