La exvicepresidenta de Estados Unidos, que fue fiscala general y senadora por este estado, aseguró que su liderazgo «no se centrará en cargos electos»
01 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El futuro político de Kamala Harris es todavía una incógnita. Pero, este jueves, la exvicepresidenta de Estados Unidos ya desestimó una de sus opciones al anunciar que no se presentará a las elecciones para gobernador de California, previstas para el mes de noviembre del 2026.
Este estado, el más poblado de Estados Unidos, es un feudo demócrata desde el 2011, cuando Jerry Brown la arrebató el liderazgo del Gobierno estatal al mediático actor Arnold Schwarzenegger. El relevo está garantizado, ya que el actual gobernador, el demócrata Gavin Newsom, finalizará en el 2026 su segundo mandato —fue vicepresidente con Brown— y no puede optar a la reelección.
Kamala Harris vivió su infancia en la ciudad de Berkeley, en la bahía de San Francisco, hasta que con doce años su madre se mudó a Canadá. Volvió a California en 1989, después de graduarse en la Universidad Howard, en Washington D.C. En su estado natal cimentó su carrera. Fue fiscala general (entre los años 2011 y 2017) y senadora por California (2017-2021), antes de embarcarse como número dos de la candidatura de Biden. «Por ahora, mi liderazgo —y mi servicio público— no se centrará en cargos electos. Espero volver a salir y escuchar al pueblo estadounidense», anunció la excandidata demócrata, que aprovechó el foco mediático para confirmar que publicará en septiembre el libro 107 días, que trata sobre su campaña electoral contra Trump. Su renuncia deja entrever dos posibles caminos diametralmente opuestos. Una de sus opciones es apostar por mantenerse en la política nacional y optar a la renovación de su candidatura a las próximas presidenciales, en las que, salvo el complicado escenario de una modificación constitucional, Trump no podrá presentarse de nuevo. Otra de las posibilidades que barajan los principales medios estadounidenses pasa porque opte por dar un paso atrás y abandonar la primera línea política.
Harris logró un apoyo mayoritario de su partido y lo hizo a contrarreloj, después de que la presión por el estado de salud de Joe Biden forzara la renuncia del entonces presidente. Con años por delante para una nueva cita con las urnas, son varios los pesos pesados del Partido Demócrata los que ya han movido ficha. El primero, precisamente, es Gavin Newsom, que amplificó su exposición pública para erigirse como un ariete de la Administración Trump, con visitas a Carolina del Sur, uno de los llamados estados bisagra, es decir, los que cuentan con votaciones más ajustadas y acaban decantando las elecciones presidenciales. Otro gobernador, en este caso el de Minnesota, Tim Walz, se encuentra en su segundo mandato y también optaría a un salto político. El mandatario, de hecho, fue nominado a vicepresidente en la candidatura de Kamala Harris a las elecciones presidenciales.