La izquierda boliviana se enfrenta a la pérdida de su hegemonía
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Las luchas internas y la crisis económica favorecen a la derecha
14 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Luis Arce y la izquierda boliviana arrasaron en las elecciones presidenciales del 2020. El actual presidente logró el 55 % de los votos en la primera vuelta, tras ser respaldado por Evo Morales, el líder indígena que había dominado la política del país andino después de gobernar entre el 2006 y el 2019. El Movimiento al Socialismo (MAS) de ambos, hegemónico durante casi dos décadas, también logró mayoría absoluta en el Legislativo.
Cinco años después, todo ha cambiado. El progresismo está dividido en varias facciones, después de un duro enfrentamiento entre Arce y Morales. Ninguno de sus candidatos es favorito en las encuestas, aunque no se descartan situaciones en las que se puedan disputar la victoria.
Una cosa parece, en cualquier caso, probable: el MAS perdería en estos comicios su condición de partido hegemónico, dejando un Legislativo en el que las mayorías y los apoyos estarán condicionados, abriendo una etapa tanto novedosa como potencialmente inestable, sobre todo, a nivel económico. La inflación podría superar el 15 % en este 2025 ante la escasez de divisas por el descenso en las exportaciones de gas. Por otro lado, prolifera el cansancio por las luchas internas entre las secciones progresistas.
La fragmentación en el seno de la izquierda alumbra cuatro bandos. El primero continúa apoyando sin reservas al expresidente Morales. La Corte Constitucional decretó en mayo que ninguna persona pueda gobernar durante más de dos mandatos, impidiendo una nueva postulación del líder indígena, que reaccionó movilizando a los suyos a manifestarse en las calles. Mientras, el exmandatario se encuentra prófugo de la justicia, atrincherado en Cochabamba, después de que fuera cursada una orden de detención en su contra. Morales abogó, además, por un llamamiento al voto nulo, que recoge entre un 7 % y un 15 % de apoyo público en las últimas encuestas.
Una segunda facción es la liderada por Arce, que considera que Morales tiene «ambiciones enfermizas por el poder». Postuló como presidente a su exministro del Interior, Eduardo del Castillo, que apenas cuenta con el 3 % de respaldos en las encuestas, debido a la gran impopularidad de Arce.
Como «tercera vía» se presenta Andrónico Rodríguez, presidente del Senado con 36 años, y visto durante mucho tiempo como sucesor de Morales. Rodríguez cuenta con el apoyo de importantes plataformas sindicales, pese a que no logró despegar en las encuestas después de que Morales lo calificase como «traidor». Con un 8 % de los apoyos en los sondeos, algunos analistas defienden sus posibilidades de llegar a la segunda vuelta, argumentando que las encuestas no reflejan bien el voto rural.
La cuarta opción es Eva Copa, exalcaldesa de El Alto, enfrentada tanto con Morales como con Arce, y que cuenta con una intención de voto inferior al 2 %.
Repunte de la derecha
Dos candidatos de derecha, Samuel Doria y el expresidente Jorge Tuto Quiroga, lideran las encuestas con más del 22 % de los votos. Por ahora, son los favoritos para liderar el país. De cómo quede conformado el Legislativo dependerá la estabilidad de Bolivia después de dos décadas de dominio del MAS. Morales, por su parte, advirtió de que los suyos se enfrentarán en las calles a las medidas de un posible gobierno derechista.