El rey recibe al fiscal general en su primera cita tras saber que se sentará en el banquillo
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Feijoo no asistirá a la apertura del año judicial para posicionarse en contra de García Ortiz
03 sep 2025 . Actualizado a las 21:00 h.Un breve apretón de manos, dos sonrisas comedidas y la pausa justa para que cada fotógrafo disparase tres o cuatro flashes. Así fue el saludo, este miércoles por la mañana, entre Felipe VI y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. El jefe del ministerio público, especialmente rígido y menos jovial que de costumbre —tal vez con su propio procesamiento en mente, por un supuesto delito de revelación de secretos—, dirigió una breve mirada al monarca, casi comprobante, antes de que este lo condujese a una sala privada del palacio de la Zarzuela, lejos de la prensa.
García Ortiz sostenía entre sus manos la razón de su visita: la memoria anual de la Fiscalía General. Fue a entregársela al rey porque mañana, viernes, tendrá lugar la apertura del año judicial en el Tribunal Supremo, donde los dos volverán a encontrarse. Según medios y analistas, esta primera reunión, otrora meramente protocolaria, en este caso supuso una muestra de la enrarecida atmósfera que envolverá el acto de mañana. La primera apertura de año judicial en la historia de España a la que asistirá un fiscal general procesado —y a un paso del banquillo del mismo tribunal en el que se celebrará el evento—. La razón del procesamiento: el jefe del ministerio público maniobró, supuestamente, para filtrar un correo electrónico en el que el abogado de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, reconocía que este había cometido fraude fiscal. Sin embargo, de momento es pronto para sacar conclusiones. Las aguas siguen enturbiadas y así se mantendrán, al menos hasta que se abra un juicio oral previsto para septiembre.
El respaldo de Sánchez
El Ejecutivo cierra filas con García Ortiz. Quedó claro el lunes, en la entrevista de Pedro Sánchez en TVE, cuando el socialista negó rotundamente que se pueda «abrir un juicio a una persona sin ninguna prueba». Esa «supuesta filtración» por la que persiguen al fiscal «no se ha podido probar», dijo el presidente del Gobierno, y aseveró que «hay jueces haciendo política». Algo que desató una ventisca de críticas al día siguiente, el martes.
Con toda esta maraña, los grandes partidos han llegado incluso a romper el consenso de cara a esa apertura del año judicial, un evento que hasta ahora proyectaba una imagen indiscutible de unidad política bajo la mirada ecuánime del rey. Una imagen que no se repetirá este viernes.
Una ausencia significativa
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, anunció este miércoles que dará plantón a Felipe VI y no acudirá a la apertura del año judicial en el Tribunal Supremo. Aunque arguyó motivos de agenda, la mayoría de medios y analistas entendió la decisión como una maniobra de protesta contra la presencia de García Ortiz —muchas voces pidieron que fuese cesado cuando se confirmó su procesamiento— y contra las críticas de Sánchez hacia el poder judicial.
De hecho, esa excusa que puso Feijoo para borrarse de la foto podría tener una cierta carga simbólica: comentó que se había comprometido previamente a asistir a un mitin, precisamente, de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el mismo día y a la misma hora. La pareja de Ayuso, Alberto González Amador, es a quien García Ortiz habría inculpado con esa supuesta filtración. El movimiento del popular ha sido también una declaración de intenciones: este año no dejará margen para el entendimiento con Sánchez.