Marta, «dogfluencer»: «Nadie en el mundo vive como mis perros»

TEXTO: CARMEN FERREIRO / M. V.

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Susana Mateos

Marta tomó la decisión de dejar su «trabajo corporativo» para apostar por su pasión: compartir el estilo de vida que lleva con sus perros a través de las redes sociales. A día de hoy, reconoce que decidió arriesgarse y «le salió bien»

06 sep 2025 . Actualizado a las 10:41 h.

«Tengo 28 años y soy creadora de contenido perruno a tiempo completo, o como lo llamo yo muchas veces en redes, dogfluencer», esta es la presentación habitual de Marta Yacobi, una madrileña que desde hace poco más de un año vive íntegramente de los ingresos que recibe gracias a las redes sociales y su trabajo como creadora de contenido de perros.

Actualmente, cuenta con casi 75.000 seguidores entre todas sus redes. Empezó subiendo vídeos a TikTok en el 2022 de forma ocasional. «Trabajaba en un sitio en el que se me permitía llevar a mi perro, me hacía gracia subirlo, y a la vez podía conectar con un montón de gente. Analizándolo, me he dado cuenta de que era una reivindicación sobre la importancia de la conciliación entre la vida profesional y personal cuando tienes perro», explica Marta.

Después de terminar sus estudios en EE.UU., volvió a Madrid para seguir formándose, esta vez en el Instituto de Empresa (IE University), donde cursó Business Administration. Se graduó en el 2019 y, a partir de ahí, inició su vida laboral en España. Dejar «la vida sencilla y tradicional» que estaba creando no entraba en sus planes: «Hace ahora un año exacto desde que tomé la decisión de dejar mi trabajo corporativo atrás. Hubo un momento en el que me di cuenta de que mi hobby se estaba convirtiendo en algo que tenía un impacto en la vida de la gente y, sobre todo, en la mía. Gracias a esto, estaba pasando muchísimo más tiempo de calidad con mi perro, vivía más feliz y sentía pasión por ello. Decidí arriesgarme y salió bien», cuenta.

Reconoce que un cambio de rumbo tan radical fue difícil de explicar, especialmente a su familia: «Para ellos fue un shock absoluto. Siempre recordaré a mi pobre abuelo cuando me dijo: ‘¿Pero qué tiene que ver tu título de Business Administration con ser influencer de perros?'».

Compartir en redes su estilo de vida con sus mascotas va mucho más allá de una simple pantalla. Trabaja para que cada vez los lugares sean más aptos para perros: compartiendo consejos de viajes, dando visibilidad a marcas que se centran en la salud y comodidad de las mascotas, porque, en definitiva, quiere aportar su granito de arena para mejorar la vida de todos y en especial de las mascotas. Son muchos los dueños que aprecian su empeño diario y, ella misma se sorprende con la respuesta que recibe. «A veces dedico mucho más tiempo en tener una conversación real y cercana con una persona que me está escribiendo desde Chile que con una amiga de toda la vida. Es una de las cosas que más valoro, hay gente que me habla para decirme: ‘Oye, gracias por hacer esto, la gente no entiende lo que siento por mi perro'», confiesa la madrileña.

Su compromiso con el público está presente en todas las decisiones que toma, de hecho, a menudo tiene que rechazar colaboraciones con firmas porque no encajan con su filosofía. «He tenido que decir que no a varias marcas de alimentación. Es lo que más me fastidia de este mundo, porque, al final, lo que comemos es nuestra salud, y eso es igual para nuestras mascotas», defiende.

Marta no siempre ha sido así: «De pequeña yo era de muñecas, a la que le encantaban los perros era a mi hermana. Siempre he sido la típica persona que se ha parado por la calle a tocar un perrito, pero no los veía más allá de como mascotas. El único recuerdo que tengo es de un bichón maltés que tenía mi abuela, se llamaba Tara y le teníamos mucho cariño, era el juguete de los primos». Todo cambió a raíz de la adopción de su primer perro, Blue, hace ocho años, cuando ella tenía 20. La vida de la influencer dio un giro de 180 grados: «Fue de locura absoluta, nos lo subimos al maletero un 31 de diciembre del 2018 y nos lo llevamos a Madrid, sin tener ni idea de lo que iba a ser. Era una situación un poco complicada, él estaba sufriendo muchísimo y nos costó recuperarlo para que pudiera tener una vida normal y que quisiera salir a la calle. Es por eso que también doy tanta visibilidad al tema de la adopción y el abandono de perros». Tanto es así que Moon llegó a la familia de Marta gracias a otra adopción, «pensando en Blue y en darle una vida mejor a otra perrita que lo necesitara», añade.

Marta reconoce que cuando empezó a ser mamá perruna de Blue su vida cambió. Es fiel defensora de la adopción, pero también, de darle una segunda vida de calidad a cada animal, especialmente, adaptándose a sus necesidades. «Es importante que la raza de perro que elijas se adapte a tu vida, y si no, considero que deberías cambiar de estilo para darle una mejor vida. Aunque sea mestizo, tiene una genética de dos tipos de raza que se tienen que tener en cuenta», concreta.

Marta aprendió a adaptarse al ritmo de vida de sus border collies poco a poco: «La frase que más escucho en los mensajes de mi comunidad es que quiero la vida de tus perros. Porque es verdad, te prometo que nadie en el mundo vive como mis perros».

AHORA, TAMBIÉN MADRE

Hace apenas unas semanas dio a luz a su hija Clotilde y, entre otras muchas cuestiones, está aprendiendo a compaginar su estilo de vida como mamá perruna con su nueva faceta de madre. «Siempre he tenido superclaro que quería ser madre», confiesa. Todos estos meses previos al nacimiento de la bebé han estado llenos de preparación. «Hay que tener en cuenta cosas importantes sobre seguridad, no se nos tiene que olvidar que son animales y que tienen instinto. Hay muchas cosas que se pueden hacer para que entiendan esta nueva etapa: dejarles que estén cerca de tu tripa, que sientan las patadas, que te huelan... Cuando montamos la habitación de la bebé o el carrito, lo hicimos siempre con mis perros», explica.

Ahora que ya ha pasado el momento más esperado, la llegada de su bebé, cuenta cómo la noche anterior a regresar a casa del hospital era un saco de nervios: «Al final, tenemos la expectativa de los vídeos preciosos de perros conociendo a niños en Instagram, pero luego nunca sabes cómo van a reaccionar». Todo fruto tiene su recompensa, y su absoluta dedicación se ha podido ver estos días. «Fueron supercariñosos, mantuvieron las distancias, entendieron perfectamente quién era, fue un gran inicio», concluye Marta, que está feliz con su gran familia.