El curso arranca con más crispación

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Yolanda Díaz, en una imagen de archivo.
Yolanda Díaz, en una imagen de archivo. Jesús Hellín | EUROPAPRESS

La relación de Yolanda Díaz y Sánchez se deteriora y ambos marcan distancias

14 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El inicio del curso político en el Congreso dejó ver varias claves por las que va a discurrir la segunda parte de la legislatura. Si hasta ahora había polarización, esta va a ir en aumento. El PP de Alberto Núñez Feijoo puso en marcha en el Parlamento la estrategia de máxima presión y dureza contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el objetivo de poner de manifiesto su precariedad parlamentaria y de centrar el debate político en los casos de corrupción que afectan a exmiembros del Gobierno y al entorno personal del jefe del Ejecutivo, con su esposa, Begoña Gómez, investigada por cinco delitos, su hermano, David Sánchez, a punto de sentarse en el banquillo, al igual que el fiscal general del estado, Álvaro García Ortiz, además de los casos que afectan a los exsecretarios de organización socialistas José Luis Ábalos y Santos Cerdán. El propio Feijoo dio un paso adelante en la sesión de control y por primera vez insinuó que Sánchez puede acabar respondiendo ante la Justicia. Según el líder del PP, al presidente ya solo le mueve «el miedo a los jueces por lo que saben» y el miedo a que él mismo «tenga que presentarse en un juzgado». Muy dura fue también la intervención del diputado popular Carlos Floriano, que acusó a Sánchez de usar «la sangre y el sufrimiento de los gazatíes» con el fin de «arrancar un puñado de votos». Y el pasado viernes, Feijoo acusó a Sánchez de «secuestrar la democracia».

Pero si llamó la atención la inclemencia del PP con Sánchez, también destacó la dureza con la que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se empleó al atacar a Junts por su rechazo a su proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral, llegando a hablar de «chantaje» de los independentistas. Un duro ataque a la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, a la que acusó de defender los intereses de la «patronal española más reaccionaria».

El ala socialista trata de restar trascendencia a esos ataques y sigue mimando al partido de Carles Puigdemont de cara a la aprobación de los Presupuestos. Pero todo indica que con su postura Sumar pretende ya tomar distancia con el PSOE de cara a un posible rechazo a las cuentas públicas e incluso a un eventual adelanto de las elecciones que por ahora se niega en el Ejecutivo. En este sentido, no pasó desapercibido el duro tono de Sánchez con Gabriel Rufián de ERC, al que indicó que si «fuera por usted hoy no tendríamos una reforma laboral» porque «ustedes entre cero y cien prefieren quedarse en cero». Algo en lo que algunos ven también un posicionamiento de cara a un posible fracaso en los Presupuestos.

DÍaz preocupa al PSOE

Confianza bajo mínimos. Y si en el PSOE preocupa el choque de Díaz con Junts, en Sumar no ha sentado tampoco bien que los socialistas dejaran sola a la ministra en el debate sobre el horario laboral, su proyecto estrella, con la intención de evidenciar que la derrota era de la líder de Sumar por haber llevado el proyecto al Congreso sin tener atados los apoyos suficientes. El máximo exponente de ese desaire a Díaz fue el hecho de que Sánchez no asistiera al debate y se dejara ver yendo al cine con su esposa mientras la vicepresidenta segunda se fajaba con el PP, Vox y Junts, que acabaron por echar abajo su plan. La confianza de Sánchez en Díaz de cara a las próximas elecciones está bajo mínimos y en el PSOE ya se habla de la posibilidad de buscar a otro candidato que agrupe a los partidos a la izquierda de los socialistas, misión en la que Díaz ha fracasado por el momento.

El CIS de Tezanos

Ni Sánchez le cree. Las sospechas de Sánchez tienen su reflejo en la encuesta del CIS de José Félix Tezanos, que indica que si Sumar y Podemos se presentaran unidos se situarían a solo una décima del 12,3 % que Sumar obtuvo en las generales del 2023. Por separado, el número de diputados que obtendrían caería dramáticamente, dificultando un nuevo Gobierno de izquierdas. En todo caso, ni el propio Sánchez parece hacer caso a los sondeos de Tezanos. Si se creyera los augurios del sociólogo del PSOE, que da nueve puntos de ventaja a los socialistas sobre el PP, convocaría elecciones hoy mismo.