El exjefe de la inteligencia argelina se fuga a España

Ricard. G. Samaranch TÚNEZ / E. LA VOZ

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El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, durante un viaje a Roma en julio.
El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, durante un viaje a Roma en julio. Remo Casilli | REUTERS

Llegó a Alicante tras una espectacular huida en lancha hacia las costas españolas burlando las fuerzas de seguridad de su país

26 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La inestabilidad política en el Magreb no deja de ser una fuente de inquietud para el Gobierno español, pero a veces, también de oportunidades. La última, la llegada a Alicante de un llamativo fugitivo: el antiguo jefe de la inteligencia argelina Abdelkader Haddad, más conocido por el apodo Naser el Diablo. Haddad fue cesado el pasado mayo y permaneció bajo arresto hasta la semana pasada, cuando realizó una espectacular fuga en lancha hacia las costas españolas burlando las fuerzas de seguridad de su país.

Su fuga ha generado una profunda preocupación entre el Gobierno y la élite militar argelina, que controla el país desde la independencia, en 1962. Haddad, que ya fue un alto cargo militar durante la guerra civil de los años noventa, es conocedor de los secretos mejor guardados del régimen, y podría darlos a conocer a las autoridades del país que le dé refugio. Por esta razón, tan pronto tuvieron conocimiento de su fuga, el pasado jueves, las autoridades pusieron en marcha un intenso dispositivo de seguridad en Argel que no se había visto desde hace décadas y que provocó grandes atascos. Sin embargo, tras 48 horas de búsqueda, pusieron fin a los cordones de seguridad y controles a las entradas y salidas de la capital.

La huida de Haddad es tan peligrosa y humillante para el régimen, que hasta el momento ninguna fuente oficial la ha confirmado. Además de la «operación jaula», las únicas indicaciones de lo que había sucedido han sido la convocatoria extraordinaria de una reunión del Alto Consejo de Seguridad, con la presencia del presidente Abdelmadjid Tebboune y el jefe del Estado Mayor, Said Chengriha, además del cese del máximo responsable de la policía militar, Mahrez Djeribi. Este último era el encargado de supervisar el arresto domiciliario al que estaba sometido después de haber pasado un par de años en cárceles de alta seguridad.

En un régimen como el argelino, que recuerda por su opacidad el de la antigua URSS, no es fácil explicar el motivo de los ceses y caídas en desgracia en el seno de la élite militar dirigente. Ahora bien, los analistas señalan que el país magrebí vive una intensa lucha de clanes desde el último mandato del presidente Abdelaziz Buteflika, que dimitió en el 2019 por la presión popular. Según los rumores, el cese de Haddad, que fue nombrado director de la Dirección General de Seguridad Interior en el 2024, estaría motivado por el hecho de que empezó a realizar pesquisas sobre personas muy cercanas al presidente Tebboune.

La elección de España por parte de Haddad es lógica, pues tiene propiedades en Alicante, donde ya se refugió en el 2015 por temor a formar parte de otra purga. En el 2019, tras el ascenso al poder de Tebboune fue rehabilitado y pudo volver a su país.