Nieves Álvarez: «Con 18 años llegué a París y al primer sitio donde me mandaron fue a un dermatólogo porque tenía granitos»
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La modelo y empresaria presentó en A Coruña su «startup» de productos de dermocosmética al sector farmacéutico gallego en el evento «A Flor de piel»
04 oct 2025 . Actualizado a las 22:47 h.Directa de París, llegó a A Coruña. El jueves, en su faceta de maniquí, asistió al desfile de Schiaparelli, en la semana de la moda. Este sábado, en cambio, asumió su papel de empresaria. «Somos una pequeña startup», dice Nieves Álvarez (Madrid, 1974) en esta entrevista a La Voz.
Ella fue una más de la veintena de ponentes que mostraron al sector farmacéutico lo último en dermocosmética, campo en el que comenzó a profundizar hace más de cuatro años. Tiempo necesario para lanzar Nieves, su línea de cosmética basada en la ciencia. «A veces la sociedad nos pone límites porque llegas a una edad, tienes 50 años, y ya te dicen: "Bueno, tu carrera ya se está acabando, ya no puedes hacer ciertas cosas". Pero dije que no, mis retos me los marco yo y mis sueños los cumplo yo».
A pesar del trajín profesional, la también presentadora quería estar en A Coruña. El evento A flor de piel, impulsado por Raquel Arbizu, volvió a reunir en su quinta edición a empresas de dermocosmética y farmacéuticos para aprender sobre los productos más avanzados de un sector cuya cuota de mercado no deja de crecer. El pasado año, la farmacia destacó como punto de venta de cosméticos, con un aumento del 7,7 %, alcanzando los 2.100 millones de euros, según reveló la Radiografía del sector en España 2024 de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa).
«Mientras mis compañeras consumían cremas de alto lujo, que costaban muchísimo, yo me iba a la farmacia»
Esta confianza de la modelo en el ámbito sanitario tiene su punto de partida y está muy relacionado con la profesión en la que primero triunfó. «Con 18 años llegué a París y el primer sitio donde me mandaron fue a un dermatólogo porque tenía granitos». Así comenzó su ponencia de 15 minutos, estilo TED, en la que trató de dejar claro que esta incursión en el terreno de las formulaciones no es márketing. De hecho, es todo lo contrario.
«Hace unos años, las grandes marcas comenzaron a ofrecerme ser la imagen de sus productos. Pero pensé: en lugar de limitarme a decir lo que la marca quiere que diga, quiero que sea cien por cien mío, quiero comenzar esta aventura por mi cuenta», recordó ante una audiencia atenta. «Así que fui a mi dermatólogo en Madrid y le pregunté: “¿Cómo puedo hacerlo?” Él me dijo: “Nieves, no lo hagas”. Y yo le respondí: “¿Lo haré con tu ayuda o sin ella? Pero lo voy a hacer, y sabes que soy muy cabezona”», añadió.
Para muchos, este emprendimiento fue una locura. Le recomendaron que sería más fácil poner su cara para la foto o crear una línea para vender en tiendas de lujo o en grandes superficies. Sin embargo, no quiso. La razón tiene que ver con que el tratamiento facultativo ha sido esencial en su carrera como modelo. «Mientras mis compañeras consumían cremas de alto lujo, que costaban muchísimo, yo me iba a la farmacia a comprarme mi cremita, que, bueno, como tengo una edad, las compraba en francos», recuerda.
«La arruga también es bonita; si la puedo tener menos pronunciada, pues mejor, pero la arruga forma parte de lo que somos»
Cierto es que ella, como pocas, bien sabe lo que es que te miren la cara y el resto del cuerpo con lupa. «Estoy acostumbrada a llegar a un estudio y que me observen, que vean la luz, el ángulo, dónde te tienen que poner el maquillaje. Entonces lo que sucedía es que cuando yo tenía una piel bonita y una piel sana, entraba segura de mí misma. Pero cuando tenía granitos o la piel mal, me agachaba. Ahora veo eso mismo con mis hijos, adolescentes».
Esta mochila le ha servido para centrar su catálogo de productos, que buscan la salud más que la estética. «La arruga también es bonita; si la puedo tener menos pronunciada, pues mejor, pero la arruga forma parte de lo que somos y de lo que hemos vivido. Entonces, nosotros no hablamos tanto de lo que es cuidar la estética, sino de cuidar tu salud», señala. Una filosofía que le permite asumir, sin miedo, que el paso del tiempo es inevitable: «La gente a lo mejor piensa que creamos antiarrugas; nosotros no hablamos del anti, hablamos de salud, de hacer que los signos del envejecimiento los vayamos cuidando y mimando, porque esos van a aparecer sí o sí».
Así, entre el catálogo de formulaciones destacan productos para la limpieza: «Una piel bonita se basa en tener una piel limpia», dice. O la protección solar: «Yo siempre he sido muy exigente con ello, entonces he querido crear algo de lo que estamos súper orgullosas, que te da aspecto de buena cara, que tiene tratamiento y que es una protección 50», añade.
Otro factor para tener una buena piel es la felicidad, aspecto con el que la modelo quiso terminar su ponencia. «La verdad es que estamos muy orgullosas y os animo de verdad a todos, da igual lo que queráis hacer en la vida, pero que aquello que os haga feliz y os haga soñar, trabajéis por ello, aunque a veces el día a día sea difícil». Nieves habla en plural porque en este viaje le acompaña, entre otros, Adriana Castro, especialista en dermocosmética y CEO de Nieves.