De las dudas de González por no volar la cúpula de ETA a la negativa de Aznar de reconocer errores en la invasión de Irak
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«La última llamada» relata cómo vivió Zapatero las amenazas de atentados de ETA y el arrepentimiento de Rajoy por no debatir con Sánchez en la moción de censura
17 oct 2025 . Actualizado a las 13:40 h.«Me dice que si se rompe la negociación, España va a ser un Vietnam». La frase, pronunciada por el dirigente etarra Thierry y recordada por Jesús Eguiguren, representante del Gobierno en las negociaciones con ETA en 2006, resume una de las noches más tensas del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando la banda terrorista lo mantuvo en vilo durante horas con amenazas de atentados en todo el país.
Un episodio crítico que, como tantos otros de los últimos cuarenta años de la política española, ha sido desgranado en el documental La última llamada, donde los expresidentes Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy reflexionan sobre sus años en el poder, dejando entrever el peso de la responsabilidad y, en algunos casos, el arrepentimiento por decisiones que marcaron la historia reciente de España.
González y las dudas sobre no ordenar la voladura de la cúpula de ETA
Un reflexivo Felipe González analiza los momentos más difíciles en su etapa en la Moncloa. En un contexto de máxima tensión por los múltiples atentados de ETA, el expresidente admite que, a día de hoy, aún se cuestiona si actuó correctamente al no ordenar la voladura de la cúpula de la banda terrorista a principios de los años noventa. González explica que recibió información «muy directamente» sobre la ubicación de los dirigentes de ETA en una casa del sur de Francia, añadiendo que existió la posibilidad de poder «eliminar» a la organización.
«33 años después vuelvo a pensarlo y vuelvo a tener dudas de si lo hice bien o mal», ha declarado el que fuera presidente del Gobierno entre el 1982 y el 1996. Felipe González asegura que en ese momento tuvo dudas de cuál era su «responsabilidad» y pensó que quizá se podían salvar «50 o 60 vidas». «La gente no me perdona que lo dudara, incluso algunos compañeros», apunta.
Aznar y su negativa a admitir errores por la invasión de Irak
José María Aznar afrontó decisiones especialmente polémicas durante su mandato. Preguntado por la invasión de Irak, y a diferencia de Tony Blair y George Bush, el exmandatario español rechaza reconocer errores en su gestión. «Yo no. Es que todos esos errores se reconocen cuando ya se sabe la historia», argumenta.
Aznar defiende la reunión mantenida en las Azores en marzo del 2003 con los líderes estadounidense y británico por la supuesta posesión de armas de destrucción masiva del régimen de Saddam Hussein, alegando que respondía a lo que «se conocía en ese momento» y no a las «informaciones posteriores».
«Al final hay dos tipos de países o de dirigentes políticos. Los que dan la vuelta alrededor de la mesa y ven cómo los demás deciden, o los que están sentados en la mesa decidiendo. La consecuencia de todo aquello es que España estuvo sentada en la mesa donde se tomaban las decisiones», afirma. Según añade, en ese momento él definió el «interés de España». «Y creo que no me equivoqué», recalca.
«La verdad en todo momento» que defendió Aznar tras el 11M
Por otro lado, el documental profundiza en los atentados del 11M y recoge las declaraciones que pronunció el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, que aseguró que en esos momentos las Fuerzas de Seguridad no tenían «ninguna duda de que el responsable» era ETA.
«Lo que quiero decir con mayor énfasis es que el Gobierno dijo la verdad en todo momento, en todos los minutos del día», afirma Aznar, para destacar que «desde el primer momento la decisión fue que las elecciones se celebren por encima de todo».
El expresidente revela que durante muchos días pensaba «qué extraño es» que habiéndole intentado «matar para no llegar»—en referencia al atentado de ETA que sufrió el 19 de abril de 1995 y que le hizo salir «gateando del coche»—le dejaran «salir» vivo. «Un triunfo», pensaba y «eso a mí me daba vueltas a la cabeza» y «tachaba días de calendario». «Pero bueno, al final llegó (un atentado). Y lo que yo deseaba que no pasase, llegó. Y la idea esa que al final no iban a dejar que me marchara de una manera tranquila. Fue así», asevera.
Para finalizar, Aznar analiza la decisión de entrar en el euro en la primera fase, algo que «no fue fácil» dada la situación económica del país, que obligó a congelar sueldos y salarios durante dos años a los funcionarios públicos.
El día que ETA amenazó a Zapatero con convertir España «en un Vietnam»
El expresidente del Gobierno entre el 2004 y el 2011, José Luis Rodríguez Zapatero, relata uno de los episodios más tensos de las negociaciones con ETA.
En una de las reuniones celebradas en Oslo en el 2006, la organización terrorista sustituyó a su representante en las conversaciones, Josu Ternera, por Francisco Javier López Peña, Thierry, quien adoptó la responsabilidad del aparato político.
«Era ciclotímico: tan pronto te decía que esto está hecho como te decía, sois como Hitler. No había forma de hablar con él», afirma en el documental el socialista Jesús Eguiguren, quien actuaba como representante del Gobierno en esas conversaciones.
Según explicó Eguiguren, una noche Thierry recibió un rumor de que el Ejecutivo planeaba abandonar el proceso, y amenazó con activar una serie de bombas si no se le ponía en contacto con Zapatero. «Me dice que si se rompe la negociación España va a ser un Vietnam», recuerda el socialista vasco.
Zapatero explica que el entonces ministro Alfredo Pérez Rubalcaba —a quien informaban los emisarios de Moncloa— lo llamó a la una de la mañana para advertirle de que «la cosa está muy complicada», pero ambos decidieron no ceder al chantaje y «aguantar».
«Es una de las pocas noches que he pasado completamente sin dormir como presidente del Gobierno», dice el expresidente, quien señala que no se sintió tranquilo hasta pasadas las 9 de la mañana. Posteriormente, ETA rompió la tregua el 30 de diciembre del 2006 con un atentado en la T4 del aeropuerto de Barajas que causó dos muertos.
El arrepentimiento de Rajoy por no asistir a la moción de censura
El último protagonista del documental, Mariano Rajoy, critica que, en el 2018, Pedro Sánchez y el PSOE se escudaran en una «frasecita» de la Audiencia Nacional sobre el caso Gürtel —que condenó al PP como partícipe a título lucrativo por la primera época entre el 1999 y el 2005— para presentar la moción de censura contra su Ejecutivo.
«Cuando vi que sale la sentencia y de ella se extrae una frasecita que es lo que se vende, ya dije yo aquí hay algo y luego efectivamente pues la anunciar», asegura Rajoy.
Rajoy reconoce que cuando salió a la luz el caso Gürtel el PP procuró «tomar medidas rápidamente» y «apartar a personas» del partido que «habían hecho lo que no debían hacer». «Un partido político donde hay tantos afiliados como el Partido Popular es un reflejo de la sociedad española y habrá gente mejor y gente peor», admite.
Uno de sus asesores entonces, Sergio Ramos, narra que, durante una comida, se planteó la posibilidad de dimitir: «Rajoy me dijo: "Si alguno de los de aquí me puede garantizar que si yo dimito, va a haber un miembro del Partido Popular que sea presidente o presidenta del Gobierno de España, yo hoy dimito. Si se me garantiza. Pero no caigamos en la trampa de dimitir y que Pedro Sánchez en un debate de investidura sea presidente con mayoría simple"», relata Ramos en la serie.
Por otro lado, el exdirigente indica que, echando la vista atrás, podía haber asistido al debate.« En cualquier caso, tampoco estuve cuando me puso una moción de censura a Pablo Iglesias. Ahora lo veo y digo, oiga, pues a lo mejor tenía que haber estado las dos veces», señala.
El artículo 155 y la salida de la crisis
El documental también repasa la aplicación del artículo 155 de la Constitución tras la declaración de independencia del 1-O en Cataluña. «No tenía ningún interés», admite Rajoy al respecto de este precepto constitucional porque, en el fondo, «era afirmar que hay una situación de anomalía». «Yo creo que hice lo que tenía que hacer y desde luego mi conciencia quedó muy tranquila», manifestó.
El exmandatario relata la situación de «prequiebra económica» que se encontró al llegar a la Moncloa. «A mí todos los días me preguntaban, ¿cuándo va a pedir el rescate?», exclamó. Además, asegura que tomar medidas como que «el tipo general del IVA aumentará tres puntos del 18 al 20» le afectó. «Aunque la gente no se lo crea, somos seres humanos», manifiesta, para añadir que al final el «gran objetivo nacional de superar la crisis, se consiguió» y «fue muy satisfactorio».