Omer Bartov: «Israel ha cometido un genocidio en Gaza y Netanyahu debe ser juzgado»

Es uno de los expertos mundiales más importantes en la investigación del genocidio. Omer Bartov (Ein HaHoresh, Israel, 1954) fue oficial del Ejército israelí, estudió en la Universidad de Tel Aviv y es doctor por el St. Antony's College de Oxford. Profesor de Estudios del Holocausto y el genocidio en la estadounidense Universidad Brown, reside actualmente en Cambridge (Massachusetts, EE.UU.). Es autor de El ejército de Hitler: soldados, nazis y guerra en el Tercer Reich, traducido al español.

Su última obra es Genocide, the Holocaust and Israel-Palestine: First-Person History in Times of Crisis (Genocidio, el Holocausto e Israel-Palestina: Historia en primera persona en tiempos de crisis) y prepara otras dos, Israel: What Went Wrong? (¿Qué salió mal? y The Broken Promise: A Personal Political History of Israel and Palestine (La promesa rota: una historia política personal de Israel y Palestina). En una entrevista en exclusiva a La Voz, Bartov asegura que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, sus ministros y los jefes militares israelíes deben ser juzgado por el genocidio que han cometido en Gaza.

—¿Le sorprende que Israel haya vuelto a bombardear Gaza, rompiendo el alto el fuego acordado?

—No es sorprendente, teniendo en cuenta la renuencia del actual Gobierno israelí a poner fin a la limpieza étnica de Gaza y su deseo de utilizar cualquier excusa para reanudar la violencia.

—¿Cómo valora el acuerdo de alto el fuego en Gaza que ahora parece en serio peligro de romperse tras los ataques israelíes del domingo?

—Lograr un alto el fuego siempre es positivo. Por el momento, la mayoría de las matanzas han cesado. Además, se ha devuelto a los rehenes israelíes vivos, así como a cientos de prisioneros palestinos, la mayoría de los cuales nunca fueron acusados ??de ningún delito. Sin embargo, la pregunta, y más tras los nuevos ataques israelíes contra Gaza, es si se trata de una pausa temporal en las hostilidades o del comienzo de un esfuerzo por cambiar el paradigma político. Hasta ahora, las acciones genocidas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y su propósito de limpiar étnicamente la Franja de Gaza se habían detenido, en gran medida debido a la presión del presidente Trump.

—¿Es viable el plan de paz de Donald Trump?

—El plan de 20 puntos habla de la entrega gradual del control a tropas árabes e internacionales, la retirada de las FDI de la mayor parte de la Franja, la eventual toma de control de Gaza por los palestinos y la construcción de un Estado palestino. Por ahora, nada de esto ha sucedido y las FDI aún controlan más de la mitad de la Franja, la población necesita urgentemente alimentos, refugio y asistencia médica, y Hamás está recuperando el control violentamente. Si no se avanza, todo el plan está destinado a colapsar y la limpieza étnica puede reanudarse, como Netanyahu y sus socios de coalición esperan que suceda.

—¿Considera que el plan puede ser un primer paso hacia una paz estable y duradera entre Israel y Palestina?

—Como he señalado, podría ser un primer paso, pero solo si se mantiene la presión internacional, y especialmente la estadounidense, sobre Israel; si una fuerza internacional se moviliza rápidamente hacia Gaza e Israel se ve obligado a abandonar la Franja. Es crucial preparar un equipo de la Autoridad Palestina listo y capaz de asumir la administración de Gaza y echar del poder a Hamás. El plan es impreciso en cuanto a los detalles, y estos deben aclararse, ya que si no se avanza, todos los que se oponen a él, incluidos tanto el Gobierno israelí como Hamás, lo destruirán.

—¿Cuáles son los principales obstáculos para la implementación del plan de paz?

—El plan es impreciso, pero esboza un camino que va de la guerra a la política y señala la voluntad de crear las condiciones para un Estado palestino en Cisjordania y Gaza. Netanyahu lo firmó, aunque negó que se mencionara un Estado palestino en el plan, lo cual no es cierto porque sí se menciona. El principal obstáculo para el plan es el Gobierno israelí y, más allá de él, gran parte de la opinión pública israelí, incluidos los partidos de la oposición. El segundo obstáculo es la negativa de los aliados europeos de Israel y de Estados Unidos a presionar a Israel para que llegue a un acuerdo y su desprecio por los palestinos.

—¿Qué gana Benjamin Netanyahu y qué ganan los palestinos con el plan del presidente estadounidense?

—Netanyahu seguirá intentando presentar esto como una victoria. De hecho, fue una victoria de Hamás, aunque pírrica, porque ha puesto la cuestión palestina en el primer plano de la política mundial, mientras que durante décadas Netanyahu había convencido a los israelíes y al resto del mundo de que Israel podía «gestionar» la ocupación. Fue pírrica debido a la terrible devastación de Gaza, que podría ser irreparable. Estos acontecimientos podrían convertirse en una victoria israelí y palestina si se aprovechara la oportunidad para iniciar un proceso político que permitiera compartir la tierra entre sus siete millones de habitantes judíos y siete millones de palestinos. Pero eso requiere visión y liderazgo israelí, palestino e internacional, algo que actualmente falta. En caso de fracaso, el 7 de octubre del 2023 acabaría siendo una derrota tanto para Israel, que se convertiría en un Estado paria, autoritario y de apartheid, como para los palestinos, que pasarían más décadas bajo la ocupación y opresión israelíes.

—¿Ha cometido Israel genocidio en Gaza?

—Así es. He escrito sobre esto profusamente. En resumen, Israel intentó hacer de Gaza un lugar inhabitable para su población mediante la demolición sistemática de la Franja y llevar a cabo una limpieza étnica de los palestinos empujándolos hacia el sur, buscando estados que los acojan e impidiéndoles vivir como grupo con seguridad y salud en Gaza. El genocidio se define como actos cometidos con la intención de destruir a un grupo, total o parcialmente, como tal. Estos actos son: a) matar a miembros del grupo, b)causar graves daños físicos y mentales a los miembros del grupo, c) crear condiciones que conduzcan a la destrucción total o parcial del grupo, d) impedir los nacimientos en el grupo, y e) separar a los niños del grupo. Todos menos el último han sido cometidos por Israel, cuyos líderes, desde el 7 de octubre, han expresado repetidamente su intención de destruir a los palestinos en Gaza como grupo.

—¿El plan de paz de Trump legitima «de facto» el genocidio?

—El plan no. Se necesita un plan para detener el genocidio. Pero eso no significa que lo que ya ha sucedido pueda quedar en el pasado. La impunidad es la madre del genocidio. Los culpables del genocidio, especialmente Netanyahu, sus ministros y los jefes de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), deben ser llevados ante la justicia en Israel o ante tribunales internacionales (la Corte Penal Internacional). Los hechos del genocidio solo se aclararán con el tiempo. Espero que un eventual cambio en la política israelí, provocado por presiones externas, facilite el castigo o la entrega de los principales criminales israelíes a la justicia internacional. Pero no soy optimista al respecto, al menos a corto plazo.

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