Putin exhibe músculo nuclear, después de la suspensión de la cumbre con Trump
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Rusia persiste en su estrategia de dejar a los ucranianos sin energía este invierno, en un nuevo ataque masivo con drones y misiles
23 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Tan solo horas después de que se cancelara la cumbre de Donald Trump y Vladimir Putin en Budapest, Rusia lanzaba un nuevo ataque masivo contra Ucrania y el jefe del Kremlin exhibía su músculo nuclear. Moscú ha aparcado indefinidamente la cumbre en Hungría, en un claro aviso de que quiere lograr sus objetivos en el campo de batalla y no en la mesa de negociaciones.
El Kremlin, al que Kiev y la Unión Europea acusan de buscar toda clase de excusas para no negociar la paz, pidió este miércoles tiempo para concretar la agenda del encuentro, proceso que —dijo— será «difícil». «Nadie quiere perder el tiempo. Ni el presidente Trump ni el presidente Putin», dijo el portavoz Dmitri Peskov, después de que el estadounidense asegurara que no quiere «una reunión inútil».
En este contesto Vladimir Putin envió un mensaje a los aliados de Kiev: unas maniobras por tierra, mar y aire de las fuerzas nucleares. «Rutinarios. Son ejercicios rutinarios», dijo. Pero activó así el miedo atómico justo en el momento en que la negociación se enfría y pueden caerle más sanciones. Las tropas armadas rusas llevaban dos años sin escenificar su potencia nuclear. Lanzó un misil balístico intercontinental Yars (de hasta 12.000 kilómetros de alcance) desde el cosmódromo de Plesetsk, mientras el submarino nuclear Briansk disparó un misil balístico Sineva.
Lluvia de drones y misiles
La noche del martes al miércoles, más de 400 drones y 28 misiles cayeron sobre Ucrania, matando a seis personas, entre ellas un bebé y una niña de 12, y dañó infraestructuras eléctricas y gasísticas de Kiev, Odesa y otras regiones, además de edificios residenciales y una guardería en Járkov, donde fueron evacuados unos 50 niños.
El Ejército ruso empleó hasta once misiles balísticos y cuatro hipersónicos Kinzhal, lo que refleja la estrategia del Kremlin de dejar a los ucranianos sin energía este invierno y evidencia las carencias de Kiev en materia de defensas aéreas. Ninguno de los cuatro Kinzhal pudo ser interceptado por las defensas ucranianas, que solo derribaron seis de los misiles de crucero. En cuanto a los drones solo 55 fueron interceptados. Ucrania ha visto caer de forma dramática en los últimos meses un porcentaje de interceptaciones que llegó en su día a acercarse al cien por cien.
El presidente Volodímir Zelenski inició en Escandinavia una gira europea en la que tratará de movilizar, de sus principales aliados en el continente, más dinero y equipamiento para reforzar esas defensas antiaéreas, informa Efe. Zelenski busca en particular sistemas estadounidenses Patriot capaces de derribar misiles Kinzhal y otras tecnologías de países de la OTAN.