Milei anuncia un plan para bajar 20 impuestos tras su victoria electoral

Cecilia Valdez
Cecilia Valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

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Irina Dambrauskas | REUTERS

La reforma laboral incluye la ampliación de la jornada de ocho a doce horas

29 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Envalentonado por los resultados de las elecciones legislativas del pasado domingo, el presidente Javier Milei anunció el envío al Congreso argentino de las reformas laboral y tributaria. Este es el segundo intento después que el primero fuera rechazado por la Justicia como parte de la denominada ley Bases, el paquete de medidas que inauguró el Gobierno libertario.

Después de la euforia con la que tanto el oficialismo como los mercados celebraron la victoria de La Libertad Avanza (LLA), empezaron las especulaciones y la exposición de estrategias. Si bien las acciones argentinas repuntaron casi de forma inmediata y el riesgo país se desplomó, los tiempos de la política son otros y el Gobierno apunta a que las reformas sean tratadas tras el recambio legislativo, es decir, en diciembre. 

«El Gabinete se va a construir a la luz del nuevo Congreso, de las alianzas que tengo que buscar para poder pasar la agenda. Lo importante es conseguir las reformas», sostuvo Milei. Por ahora, se sabe que las propuestas están redactadas y que el único cambio de Gabinete confirmado es el del ministro de Relaciones Exteriores. Pablo Quirno, exejecutivo de JP Morgan y mano derecha del ministro de Economía, Luis Caputo, juró este martes el cargo.

«Para la [reforma] tributaria tenemos un plan para bajar veinte impuestos ahora, expandir la base imponible, de modo tal que, al bajar las alícuotas, no tenga sentido la evasión. O sea, que la gente no quiera estar en lo informal. Pero antes, debe haber una modernización laboral», sostuvo el presidente al ser entrevistado por el canal de noticias A24. «Los sindicatos saben que esto no funciona, que si lo piensan como negocio están liquidados», agregó en clara alusión a la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical argentina.

La iniciativa de reforma laboral, que lleva por título ley de promoción de inversiones y empleo, apunta a dar incentivos fiscales a pequeñas y medianas empresas para contratar empleados e introduce cambios en artículos claves de la Ley de Contrato de Trabajo. 

Bancos de horas

El proyecto también impulsa la instrumentación de esquemas laborales flexibles que permitirían, entre otras cosas, fragmentar el período de vacaciones o la implementación de sistemas de bancos de horas. Esta últimas implican acumular horas trabajo por encima de las de una jornada normal para compensarlas con tiempo libre futuro, en lugar de pagar horas extras.

Entre sus puntos más polémicos, destacan la ampliación de 8 a 12 horas de la jornada laboral; la posibilidad de pagar una parte del salario en «tique canasta o restaurante» (vales de comida que surgieron en 1989 para compensar los efectos de la hiperinflación), y la posibilidad de que los empleadores paguen en hasta doce cuotas las indemnizaciones o multas provenientes de litigios en la Justicia. El Gobierno también manifestó su intención de avanzar sobre los convenios colectivos y modificar la negociación salarial

El cerebro detrás de la reforma es el ministro de Trabajo, Julio Cordero. La idea de Milei es que se discuta en el Consejo de Mayo —una mesa de debate con representantes del Congreso, el empresariado y la CGT—, y se añadan las sugerencias que allí se dispongan. Sin embargo, ese núcleo de discusión incluye al secretario general en la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, Gerardo Martínez, quien ya manifestó que «la pretendida reforma laboral que impulsa el Gobierno como solución a todos los males que acumula nuestro país en materia económica no es más que la ratificación del Decreto 70/23 en su capítulo laboral, decisión sin consulta previa y que fue oportunamente rechazado por la CGT y judicializado con éxito por nuestra central sindical».