La trama del 2 % quiso llegar a Marruecos y Gabón

Javier Romero Doniz
Javier Romero VIGO / LA VOZ

ACTUALIDAD · Exclusivo suscriptores

Imagen enviada por Koldo a su contacto «María traductora Marruecos» el 26 de enero del 2019
Imagen enviada por Koldo a su contacto «María traductora Marruecos» el 26 de enero del 2019 Informe de la UCO

El Tribunal Supremo investiga a otras empresas adjudicatarias de Transportes, y la UCO está finalizando el informe patrimonial del exsocialista

20 nov 2025 . Actualizado a las 11:34 h.

Santos Cerdán invirtió los últimos meses en denunciar que su estadía en una celda de Soto del Real resultaba injusta. Alegaba un doble rasero aplicado contra él en comparación con José Luis Ábalos; en libertad y acudiendo, aforado, a su escaño en el Congreso. El tiempo ha dado la razón al magistrado del Tribunal Supremo encargado del caso, Leopoldo Puente. Argumentó siempre la permanencia en prisión del navarro por el riesgo de destrucción de pruebas que le atribuía si volvía a la calle. Pero el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil contra Cerdán evidencia lo sesgado de la comparación con Ábalos. Cerdán figura en lo más alto de la trama invirtiendo la jerarquía. Él, entonces un cargo del PSOE sin presencia ni de asesor en el Gobierno, cimentó la estructura criminal poniendo al servicio de la misma a Ábalos; entonces la persona más importante en la vida política de Pedro Sánchez, ministro de Transportes y secretario de organización del PSOE.

Pero Abalos, aunque determinante por encarnar la llave al poder, era la correa de transmisión que movía la maquinaria. Presentaba a gente, abría puertas o llevaba en la comitiva oficial en viajes al extranjero a sus socios para seguir amañando millonarios contratos a cambio del 2 % por cada adjudicación. Cerdán era corruptor y corrompido, una posición envidiable para quienes entienden la gestión pública como un Business Center particular. A mayores, en paralelo o descendiendo por las ramas de la tesis incriminatoria, empresarios, cargos del partido, del Gobierno que decidían obras, prebendas, tráfico de influencias, dinero en bolsas y cajas de zapatos en despachos ministeriales, financiación de vicios, viviendas vacacionales o la contratación de familiares en las empresas investigadas sin justificación de actividad.

A mayores, lo más importante: el beneficio obtenido de 6,7 millones en mordidas. Supone el 2 % de los 245 millones gestionados en obras públicas con la adjudicación amañada; y a la vez el 75 % de los ingresos de Servinabar, la empresa que Cerdán poseía en secreto y obtenía de Acciona o de proyectos vinculados a esta. Falta por confirmar si Cerdán trabajaría en exclusiva para Acciona, o se dejaba seducir por otras constructoras con ganas de crecer.

INTERNACIONALIZACIÓN

Marruecos y Gabón. España se quedó pequeña para los intereses de los investigados. Probaron suerte en Marruecos aprovechando un viaje del Ministerio de Transportes para sellar de viva voz la adjudicación del puerto de Kenitra. El avión oficial con Ábalos de ministro los llevó a Marruecos y les puso en bandeja la internacionalización del entramado y sus intereses. La nota de prensa de Transportes recogía que el objetivo de la gira era «favorecer la participación de empresas del Grupo Fomento y privadas españolas».

Sobre las gestiones en Gabón, la Guardia Civil destaca que el 9 de diciembre del 2021, cuando Sánchez ya había prescindido de Ábalos, Cerdán siguió realizando gestiones para favorecer a Acciona en África. Ese día, su socio en Servinabar le envió a través de la aplicación de mensajería Treema, una fotografía de un documento en francés de la República de Gabón. Era una certificación definitiva de la deuda de Acciona Infraestructuras. Según los análisis forenses de la Guardia Civil, esa foto se hizo en la sede de Acciona de Alcobendas.

Antes de la Moncloa

Desde el 2015. Santos Cerdán inició en el 2015 la estructura societaria investigada al crear Servinabar. Dos años después, tras el periplo en coche por España, Pedro Sánchez ganó las primarias. Coincide que Cerdán tuvo su primera reunión con Acciona solo dos días después de la votación. La cronología, indicios y pruebas sostienen que un año después, cuando Sánchez es presidente, Cerdán, Ábalos, Koldo y el resto de investigados ya trabajan en favor de sus intereses. No dieron tiempo a los corruptores para seducirlos, ellos ya llegaron al Gobierno corrompidos.

LAS TARIFAS

Del negocio. Los roles de José Luis Ábalos y Koldo García son antagónicos, pero compatibles. El primero encarnaba la influencia en el poder; el segundo, asuntos sucios. Ambos se llevaron su parte por intervenir en los supuestos amaños a través de Servinabar. Las grabaciones incautadas a Koldo citan cinco obras que generaron una «deuda» a favor del entonces ministro de al menos 1.070.000 euros gestionada por Cerdán. La UCO concluye que ya cobró 620.000 euros, y están pendientes de recibir otros 450.000 euros. Todo fue expuesto por los propios implicados en un audio grabado en diciembre del 2023. A mayores, para Ábalos, fondos ilimitados sin declarar para sus gustos y aficiones.

A TODO TREN

La mujer de Cerdán. Las elevadas cifras que Ábalos y el resto de investigados habrían recibido suponen el vértice superlativo de la macrocorrupción investigada. Ya la letra pequeña del sumario, yendo al detalle de las conversaciones interceptadas entre sus protagonistas, aflora la arista doméstica, del día a día de la microcorrupción también presente. La encarnaba Francisca Muñoz, conocida por Paqui y por ser la mujer de Santos Cerdán. Tras el entramado asentado entre el poder y la hermética burocracia, ella, ajena al sector de la obra pública, se beneficiaba gastando sin control en cada planta de El Corte Inglés o en unas vacaciones en Ibiza y Tenerife para la familia.

QUÉ FALTA POR SABER

El resultado de los últimos registros. Se realizaron en las sedes de Bilbao y Madrid de Acciona y en dos mercantiles investigadas por desviar dinero para la trama. La UCO analiza todavía el material requisado y clonado sobre los contratos concretos de obras investigadas y transferencias bancarias. También está en su fase final el informe patrimonial de Cerdán, que vendría cargado de novedades; y la parte que atañe a otras empresas que ganaron adjudicaciones en el Ministerio de Transportes durante el tiempo que sirvió a los investigados.

El análisis sosegado de todo podría aportar novedades a una causa que no ha dejado de crecer desde que se conoció, en junio, el primer informe contra Santos Cerdán; y que tiene su origen en otra rama de la misma trama que se movía por igual y con la misma soltura en el Consejo de Ministros que en la zona noble de Ferraz. Se especializaron en favorecer la venta de millones de mascarillas y material sanitario en la pandemia desde el Gobierno a cambio de más mordidas. A mayores, la investigación en desarrollo para descartar o constatar si el flujo de dinero en efectivo que corría en bolsas por el departamento de contabilidad del PSOE era la tasa, o el cupo, por los favores del Gobierno.

EL LISTÓN

De lo punible o reprochable. El PSOE entró en parálisis temporal en junio al conocerse el negocio de Cerdán, Ábalos y Koldo con el amaño de adjudicaciones. La segunda entrega de aquel informe, el martes, silenció cada agrupación municipal del país. El relato oficial se atribuye «contundencia» con los implicados, que casualmente auparon a Sánchez al poder orgánico, y su «colaboración» con la Justicia. Es cierto que Cerdán, rebautizado por José Luis Rodríguez Zapatero como «Súper Santos Cerdán» en un acto precisamente organizado para defender su honor coincidiendo con los primeros rumores sobre corrupción, es hoy, ya en libertad, un proscrito del partido. La dirección del PSOE y el Gobierno defienden por igual que su repudio y cese, igual que con Ábalos y Koldo, resultan suficientes para desmarcarse de cualquier responsabilidad en lo ocurrido.

El dirección socialista añade que el último informe de la UCO no menciona indicios de financiación irregular del partido en contraprestación por mordidas, y que la investigación no afecta a nuevos militantes o integrantes de los gobiernos presididos por Sánchez. El cortafuego se establece en esos términos, fijando el propio PSOE la línea roja que separa lo correcto y legal de lo reprochable o punible. Ya lo hizo este mes el ministro Ángel Víctor Torres. Sostuvo durante una declaración institucional que era inocente de favorecer los intereses de la trama de las mascarillas en el Gobierno de Canarias solo porque en el último informe de la UCO sobre él no se menciona su presencia en pisos con prostitutas o gestiones para favorecer la llegada de una petrolera a las Islas Canarias.

Aplicaciones con privacidad y citas con el móvil apagado

Santos Cerdán, igual que cualquier delincuente profesional, adoptaba medidas de seguridad en connivencia con otros dos investigados para comunicarse y reunirse sin dejar rastro. La UCO destaca que Cerdán, Alonso y el ex directivo de Acciona Justo Vicente Pelegrini apagaron el móvil durante el transcurso de una reunión y usaban la aplicación de privacidad Threema para comunicarse durante reuniones de trabajo o conversaciones sobre los contratos que pretendían amañar y el dinero que generaban y repartirían.

La preocupación del socio del expolítico navarro: «No aparece su nombre, solo Ábalos»

Antxon Alonso, socio de Cerdán en la empresa Servinabar, mostró «cierta preocupación» por el devenir del entonces dirigente del PSOE al trascender la detención del que era asesor ministerial Koldo García. «Se libra de momento», le dijo su pareja, Karmele Atutxa, el 21 de febrero del año 2024, cuando estalló la causa de presunta corrupción y según se recoge en el último informe de la UCO de la Guardia Civil. Minutos después, Alonso añadió: «Se libra, de momento no aparece su nombre, solo Ábalos». Los mensajes entre este socio y su mujer evidencian, para los investigadores, la participación de Cerdán en los hechos y su «vinculación» con Koldo y el exministro José Luis Ábalos «respecto a los mismos».

Esta pareja se envió una noticia en la que se nombraba a Cerdán como «el primer padrino que tuvo Koldo dentro del PSOE», y al ver que Ábalos y su asesor eran los implicados, coincidieron en que un tercero parecía «librarse».