Trump advierte que los ataques terrestres en Venezuela pueden comenzar «muy pronto»
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El presidente de EE.UU. sugiere pasar a una nueva fase militar tras los bombardeos a narcolanchas mientras Maduro ordena a la fuerza aérea mantenerse «alerta y lista» para responder a una «agresión»
28 nov 2025 . Actualizado a las 11:55 h.El presidente de Estados Unidos ha anunciado que los ataques militares contra el narcotráfico en Venezuela podrían comenzar «muy pronto» por vía terrestre. Donald Trump sugirió esta posibilidad este jueves, durante un acto de Acción de Gracias con miembros del ejército, como parte de nuevas medidas para combatir el tráfico de drogas procedente del Caribe a Estados Unidos, después de los sucesivos bombardeos a narcolanchas que ya han causado al menos 83 muertes.
«En las últimas semanas, han estado trabajando para disuadir a los narcotraficantes venezolanos, de los cuales hay muchos», agradeció el líder republicano a los miembros de las fuerzas armadas. «Por supuesto, ya no hay muchos que entren por mar», aseveró, por lo que, en su opinión, es el momento de que «comencemos a detenerlos por tierra. Eso va a comenzar muy pronto».
El comentario ha tenido lugar en la misma semana en que la Casa Blanca ha designado como organización terrorista al Cártel de los Soles, la red corrupta incrustada en las instituciones y el ejército que facilita el paso de la cocaína colombiana y ecuatoriana hacia el exterior a través de Venezuela. Washington sitúa al frente de este complejo a Nicolás Maduro y varios de sus cargos más estrechos.
La designación allanaría el camino al Pentágono para una acción contra un clan que considera enemigo de Estados Unidos, aunque todavía resulta un misterio si Trump consumará su amenaza. De momento, ha reunido a más de 15.000 militares y una potente fuerza aeronaval con una docena de buques de guerra encabezados por el portaviones USS Gerald Ford frente a las costas caribeñas, El poderoso y sofisticado navío lleva a 5.000 efectivos a bordo y 75 aviones de combate.
Pero además también ha enviado mensajes contradictorios. A principios de noviembre, la Administración aseguró al Congreso que no había previsión alguna de lanzar operaciones militares terrestres en Venezuela. Luego se han producido decenas de reuniones internas entre el gabinete y las fuerzas de defensa cuyas conclusiones no han trascendido, en coincidencia con el aumento de las advertencias a Maduro. Como la que el propio Trump ha anunciado esta pasada noche con motivo de Acción de Gracias: «Les advertimos: dejen de enviar veneno a nuestro país».
Resulta significativo en medio de este clima de constante tensión que The Washington Post aborde en su edición de este viernes un posible exilio del presidente venezolano, en un reportaje donde da cuenta de que Maduro podría sopesar Turquía como destino en caso de una salida precipitada de Caracas. Evidentemente, se trata de una opción remota en este momento. El líder chavista no ha ofrecido visos de debilidad al frente del palacio presidencial, asegura que desafiará a Trump y este mismo jueves ordenó a la fuerza aérea permanecer en «alerta». Sin embargo, también es cierto que otras torres, incluso más altas, han caído en la larga historia de los gobiernos latinoamericanos.
La posibilidad de que Maduro busque refugio en Turquía parece haberse contemplado en las discusiones que el Gobierno y el ejército estadounidenses llevan a cabo en torno a este conflicto. Caracas y Ankara mantienen una buena relación desde hace años. Fuentes citadas por el periódico añaden además que Estados Unidos quizás ofrecería a Maduro «garantías» de que no sería perseguido por la acusación de liderar el cártel del narcotráfico. Turquía tampoco es firmante del Tratado de Roma por lo que no reconoce la autoridad de la Corte Penal Internacional, lo que dejaría al mandatario chavista al abrigo de denuncias de este tribunal por crímenes contra la Humanidad.
El propio Maduro considera que Estados Unidos está diseñando una operación para derrocarle. Hace una semana, bailó una rumba en público para demostrar a Washington el desprecio que tenía a su estrategia. Pero esta pasada madrugada se volvió más serio. Mientras el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, visitaba el USS Gerald Ford para animar a sus tropas, el presidente venezolano ordenó a sus pilotos de guerra mantenerse «listos y dispuestos» para responder ante cualquier «agresión» al país. También se mostró convencido de vencer en caso de declarar a la república bolivariana «en armas».