Salazar, a la sombra de Sánchez y protegido desde el Gobierno

Redacción LA VOZ

ACTUALIDAD · Exclusivo suscriptores

Diego Rubio, jefe de gabinete de Pedro Sánchez, junto a Francisco Salazar, exdirector de análisis en Presidencia del Gobierno.
Diego Rubio, jefe de gabinete de Pedro Sánchez, junto a Francisco Salazar, exdirector de análisis en Presidencia del Gobierno. Macarena Soto

El Ejecutivo pidió a varias embajadas que lo contrataran tras la denuncia por acoso sexual

06 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso Salazar, guardado cinco meses en un cajón de la trastienda de Ferraz, estalló esta semana, como una bomba de racimo en las manos del PSOE, causando daños internos y externos, y en plena campaña de las elecciones extremeñas. El que fuera uno de los hombres de confianza de Pedro Sánchez para ganar las primarias de su partido en el 2017 —junto a los hoy imputados Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García—, y que tuvo que abandonar todos sus cargos y la militancia socialista el pasado julio, tras ser denunciado por acoso sexual por trabajadoras de la Moncloa, está siendo protegido por sectores del partido. Las acusaciones contra Paco Salazar (Montellano, Sevilla, 1968) no solo no se investigaron internamente ni se llevaron ante la Fiscalía —como ahora exigen las secretarias regionales de igualdad y varias federaciones—, sino que desde el Ejecutivo se habría pedido a varias embajadas extranjeras que lo contrataran para buscarle una salida laboral tras la denuncia, informa La Sexta. Este viernes, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, se vio obligado a desmentir que el PSC tenga algún vínculo con el sevillano. «No hemos contratado, ni hoy ni en el pasado, en ningún momento, a Paco Salazar», sostuvo durante la sesión de control al Gobierno autonómico.

Mientras tanto, el PSOE reconoció ayer que «la comunicación con las personas denunciantes anónimas no ha estado a la altura y precisa ser mejorada», y lamentó no haber «arropado suficientemente» a las víctimas, dos militantes que trabajaban en la Moncloa con Salazar. En un comunicado interno enviado a las federaciones, el partido explicó que las denuncias «están siendo analizadas y contrastadas» por su órgano antiacoso «dentro del plazo» que recoge el protocolo aprobado el pasado mayo. Además, negó que estas fueran borradas del canal interno de la formación y sostuvo que, pasados 90 días desde su registro, el sistema «las oculta para extremar las garantías de protección de datos». Ferraz tachó, además, los comportamientos investigados como «repugnantes, intolerables e incompatibles con los valores del Partido Socialista».

El ministro para la Transformación Digital, Óscar López, negó tajantemente que su formación esté protegiendo a Salazar y se mostró convencido de que se aplicarán los protocolos, aunque evitó responder si considera que el caso debe ser llevado a la Fiscalía porque no lo conoce, dijo, «en primera persona». También la titular de Hacienda y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, había negado el jueves por la noche protección alguna hacia el sevillano: «Yo creo que se protege a las víctimas, que son las personas que tenemos que proteger, tenemos que ser empáticos y ponernos en su lugar y sobre todo saber acompañarlas en procesos que son muy dolorosos para las mujeres».

Sin embargo, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, que tuvo responsabilidades en la Moncloa y fue secretario general de la Presidencia del Gobierno del 2021 al 2023, aseguró este viernes desconocer las actitudes de presunto acoso sexual de Salazar. «Nunca nadie nos trasladó ninguna denuncia o ninguna información relativa a este caso», apuntó.

«El machismo galopante»

Quien reclamó mayor «contundencia» contra el denunciado fue la ministra de Trabajo y fundadora de Sumar, Yolanda Díaz. «El machismo es desde luego galopante en España y las mujeres estamos hartas en nuestro país [...]. Estamos radicalmente hartas del machismo rampante que hay en nuestro país, venga de donde venga», protestó. Coincidieron con ella los titulares de Cultura, Ernest Urtasun, y de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, quienes reclamaron tolerancia cero, asumir todas las responsabilidades y escuchar a las víctimas de acoso sexual. Mientras, la número dos de Podemos, Irene Montero, denunció que «hay un interés en que no vaya a más una exposición de un hombre con poder del PSOE», en alusión a Salazar. Y el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, señaló que «no hay mayor hipocresía del sanchismo que el feminismo de pacotilla que predica».