María Corina Machado reaparece en Oslo después de más de un año en la clandestinidad
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La líder opositora habría abandonado Venezuela en una pequeña embarcación con la ayuda de Estados Unidos. Asegura que regresará a Venezuela y que estará «en el lugar donde sea más útil para nuestra causa»
11 dic 2025 . Actualizado a las 09:29 h.La líder de la oposición venezolana María Corina Machado ha reaparecido en la madrugada de este jueves en Oslo, la capital de Noruega, con motivo del Premio Nobel de la Paz recogido en la víspera por su hija, en la que ha sido su primera aparición pública tras más de un año viviendo en la clandestinidad.
La opositora ha saludado desde el balcón del Grand Hotel de la capital noruega y ha permanecido unos minutos ante decenas de simpatizantes entre aplausos y gritos de «¡libertad!» y con los que ha cantado el himno nacional de Venezuela. Poco antes, la política de 58 años ha estrechado la mano y abrazado a algunos seguidores apostados tras las vallas de seguridad y a las puertas del establecimiento hotelero.
Fuentes consultadas por el diario estadounidense The Wall Street Journal han informado de que la opositora habría abandonado Venezuela el martes en una pequeña embarcación, supuestamente con la ayuda de «aliados» del antichavismo y de Estados Unidos.
Así, se habría desplazado primero hasta Curazao, desde donde habría continuado hasta Noruega, aunque se desconoce de momento el recorrido completo. El retraso a la hora de llegar a territorio noruego se debió, tal y como indican estas informaciones, a las malas condiciones meteorológicas.
Horas antes, el presidente del Comité Noruego, Jorgen Watne Frydnes, confirmaba la llegada de Machado a Oslo, si bien indicaba que no habría comparecencia ante la prensa, como estaba previsto, sino que la opositora iría «directamente a reunirse con su familia».
Machado ha destacado en un vídeo difundido por la cadena pública noruega que su presencia en Oslo es «un milagro», recalcando que «hay muchas mujeres y hombres venezolanos que han arriesgado sus vidas para que yo pueda estar aquí esta noche con ustedes».
En este sentido, ha señalado que, si bien no quiere «decir nada que los ponga en más peligro, (...) sin duda es muy, muy difícil, y muy difícil para ellos salir de Venezuela si son perseguidos por el régimen o buscados por el régimen».
Así, ha defendido su viaje a la capital noruega afirmando que «siempre estaré físicamente donde creo que puedo contribuir mejor a nuestra causa». «Y hasta ese momento, no hace mucho, creía que tenía que estar en Venezuela, y ahora creo que tengo que estar en Oslo», ha declarado.
Machado ha reconocido que el reencuentro con familiares y amigos «ha sido muy emotivo». «No había visto a mis hijos en casi dos años». «Mi madre también tuvo que marcharse, y no la había visto en los últimos seis meses. Ni a mi marido, ni a mis hermanas, ni a mis amigos, ni a mis colegas», ha relatado.
«Hay personas a las que quiero mucho, profundamente, a las que no había visto en más de diez años y a las que acabo de conocer hace unos minutos. Así que todavía estoy tratando de procesar lo que esto significa para nosotros», ha manifestado.
«Por supuesto que voy a regresar»
Machado ha denunciado durante mucho tiempo al gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como «criminal» y ha llamado a los venezolanos a unirse para derrocarlo.
«El gobierno venezolano dice que soy terrorista y que tengo que pasar el resto de mi vida en la cárcel, y me buscan», dijo. «Así que salir de Venezuela hoy, en estas circunstancias, es muy, muy peligroso, admitió Machado.
«Por supuesto que voy a regresar. Sé exactamente los riesgos que corro. Voy a estar en el lugar donde sea más útil para nuestra causa», afirmó la política en una entrevista con la BBC divulgada hoy.
«Solo quiero decir hoy que estoy aquí, porque muchos hombres -dijo- y mujeres arriesgaron sus vidas para que yo pudiera llegar a Oslo».
Se le prohibió presentarse a las elecciones presidenciales del año pasado, en las que Maduro obtuvo un tercer mandato de seis años, pero los resultados fueron ampliamente desestimados internacionalmente por no ser ni libres ni justos.
«Necesitamos abordar este régimen no como una dictadura convencional, sino como una estructura criminal», dijo Machado, y acusó al régimen de Maduro de estar financiado por actividades delictivas como el narcotráfico y el tráfico de personas, y reiteró sus llamados a la comunidad internacional para que ayude a Venezuela a «cortar esos flujos» de recursos criminales.
Cuando se le preguntó a Machado si apoyaría un ataque militar estadounidense en suelo venezolano, dados los recientes ataques de Washington a presuntos buques cargados de droga, Machado no respondió directamente, sino que acusó a Maduro de «entregar nuestra soberanía a organizaciones criminales».
Afirmó que ella y su equipo están preparados para formar gobierno en Venezuela y que se ofreció a reunirse con el equipo de Maduro para buscar una transición pacífica, pero «lo rechazaron».
El mes pasado, el fiscal general de Venezuela declaró que Machado sería considerada fugitiva si viajaba a Noruega a recoger su premio, alegando que estaba acusada de «actos de conspiración, incitación al odio y terrorismo».
Su hija recogió el Nobel de la Paz en su nombre
La opositora, que lleva meses recluida en un lugar secreto en Venezuela para evitar su detención por parte de las autoridades venezolanas, no consiguió llegar a tiempo para la ceremonia de entrega del galardón, por lo que fue su hija Ana Corina Sosa quien lo recogió en su nombre.
El presidente del Comité Noruego del Nobel, Jorgen Watne Frydnesel, le hizo entrega a su hija Ana Corina Sosa el diploma y la medalla de oro en nombre de su madre, ante una gran ovación de todos los presentes, entre los que destacó el rey Harald V de Noruega.
Antes de comenzar el discurso que tenía preparado su madre, confirmaba que María Corina Machado estaría en Oslo «en unas horas» y que «muy pronto» regresará a Venezuela. «Debo decir que mi madre nunca rompe una promesa. Y por eso, con toda la alegría de mi corazón, puedo decirles que en solo unas horas podremos abrazarla aquí en Oslo después de 16 meses», ha declarado. Venezuela volverá a respirar», auguró. «Este premio tiene un significado profundo: le recuerda al mundo que la democracia es esencial para la paz». Leyendo el discurso de su madre, compartió el Nobel de la Paz «Con nuestros presos políticos, los perseguidos, sus familias y todos los que defienden los derechos humanos». A ellos, recordó, «pertenece este día y pertenece el futuro». «Mi madre quiere vivir en una Venezuela libre. No renunciará a ese objetivo. Por eso, todos sabemos que regresará a su país muy pronto», subrayó Ana Corina en declaraciones previas.
El presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, instó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a aceptar los resultados electorales del 2024 y a renunciar a su cargo para sentar las bases hacia una «democracia» en el país, al ser esa la voluntad del pueblo venezolano.
«Debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo. Debe sentar las bases para una transición pacífica hacia la democracia, porque esa es la voluntad del pueblo venezolano. María Corina Machado y la oposición venezolana han encendido una llama que ninguna tortura, ninguna mentira y ningún miedo podrán apagar», dijo en su discurso de entrega del Premio Nobel de Paz.
El máximo responsable del Comité Nobel de la Paz calificó de «una de las mayores crisis de refugiados del mundo» la emigración de venezolanos en los últimos años, cifrada por la institución en más de 8 millones de personas, es decir, una cuarta parte de la población. Frydnes atacó al Gobierno de Caracas por instaurar «un régimen que silencia, acosa y ataca sistemáticamente a la oposición».
De Venezuela a Curazao, EE.UU. y Noruega: la odisea de Machado por el Premio Nobel de Paz
El viaje a Oslo de la opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz María Corina Machado fue una odisea que comenzó el martes con la salida de su país por vía marítima hacia Curazao, según las hipótesis de los analistas, y se completó con un largo viaje en avión de casi 9.000 kilómetros a la capital noruega, con escala en Estados Unidos.
Durante las últimas semanas se tejieron distintas hipótesis sobre si Machado llegaría a Oslo para recibir el premio, pues la líder opositora no aparecía en público desde enero pasado y burlar la vigilancia del Gobierno de Nicolás Maduro no sería fácil.
Según el periódico The Walt Street Journal, se movió por Venezuela disfrazada, para poder pasar diez controles militares sin ser descubierta, y se escapó en una lancha de madera desde un pueblo pesquero costero. Así habría cruzado hacia la isla de Curazao, situada a 80 kilómetros de la costa, a través de una peligrosa ruta muy utilizada por los refugiados. El plan se gestó durante dos meses, según el rotativo, que cita a una persona cercana a la operación.
Machado llegó después desde la isla caribeña a la capital noruega a bordo de un avión privado que, según las páginas de rastreo de vuelos FlightRadar24 y FlightAware, partió desde Curazao, una de las islas de los Países Bajos en el mar Caribe, situada solo 65 kilómetros de la costa de Venezuela.
Según el registro de vuelo de ambas plataformas, el avión que la llevó a Oslo es un Legacy 600 del fabricante brasileño Embraer. El avión, con capacidad para 13 pasajeros, está matriculado en México, tiene como base el Aeropuerto Internacional Santiago de Querétaro y es operado por la compañía JetVip Business Aviation.
Para recoger a Machado, la aeronave partió ayer del Aeropuerto Ejecutivo de Miami Opa Locka, en el estado de Florida (EE.UU.) con destino al Aeropuerto Internacional Hato de Willemstad, capital de Curazao.
De allí, según las páginas de vuelos, el avión partió este miércoles a las 6:42 hora local (10:42 GMT) para un vuelo de cuatro horas y 43 minutos hasta el Aeropuerto Internacional de Bangor, situado en el estado de Maine (EE.UU.), donde hizo una escala técnica. La última parte del viaje, un vuelo de seis horas y 24 minutos desde Bangor hasta el aeropuerto de Oslo Gardermoen, concluyó cerca de la medianoche en la capital noruega.
La BBC dice que los detalles de su viaje a Oslo se mantuvieron tan en secreto que ni siquiera el Instituto Nobel sabía dónde se encontraba ni si llegaría a tiempo para la ceremonia de entrega del premio, que fue recibido en su nombre por su hija.