Discreta reaparición de Andrés Mountbatten-Windsor y Sarah Ferguson en el bautizo de su nieta
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Los dos asistieron a la ceremonia, aunque no hay fotos de ellos, a la que no acudió ningún otro miembro de la monarquía británica
13 dic 2025 . Actualizado a las 12:16 h.El depuesto príncipe de Inglaterra Andrés Mountbatten-Windsor asistió ayer en Londres al bautizo de su nieta Athena, su primer evento real desde que su hermano, el rey Carlos III del Reino Unido, le despojara a fines de octubre de todos sus títulos a raíz de las acusaciones por sus vínculos con el fallecido pederasta estadounidense Jeffrey Epstein.
El hermano del rey llegó al Palacio de Saint James en un Range Rover verde y entró por una puerta lateral, lejos de la prensa, para reunirse con un pequeño grupo de invitados en la Capilla Real, donde se celebró el bautizó de la segunda hija de la princesa Beatriz, nacida el 22 de enero.
Según los medios locales, estuvo presente también su exesposa y madre de Beatriz, Sarah Ferguson —tampoco hay imágenes de ella—, pero no así los reyes, Carlos III y Camila, ni los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton.
Además de Beatriz y su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi —que tienen otra hija, Sienna, nacida en el 2021—, acudieron a la cita la otra hija de Andrés, la princesa Eugenia, y su marido, Jack Brooksbank, y el cantante británico James Blunt con su pareja, Sofia Wellesley. Pese a que Andrés ha perdido los títulos, sus dos hijas aún mantienen el tratamiento de princesas.
Andrés, de 65 años, fue fotografiado en noviembre cabalgando en privado en los terrenos del castillo de Windsor (a unos 40 km de Londres), pero su último acto real fue en septiembre, el funeral de la duquesa de Kent en la catedral de Westminster, en la capital británica.
A principios de este mes, el monarca despojó oficialmente a su hermano de las prestigiosas condecoraciones de la Orden de la Jarretera y de la Orden Victoriana Real, después de haberle quitado previamente su derecho hereditario a ser príncipe y a portar el tratamiento de alteza real, así como el título de duque de York, retirado formalmente del registro de la nobleza.
Presionado por algunos diputados y la opinión pública, el soberano anunció en octubre que retiraría a su hermano todos sus títulos, después de que se conociera que mantuvo más allá del 2010 la relación con Epstein, pese a asegurar que la había cortado.
La atención sobre el hoy llamado Andrés Mountbatten-Windsor se intensificó tras la publicación póstuma el 21 de octubre del libro de memorias de la estadounidense Virginia Giuffre, quien lo acusó de abusar de ella en tres ocasiones, al menos dos de ellas cuando era menor de edad.
El que se considera hijo predilecto de la difunta Isabel II negó conocer a Giuffre, aunque en el 2022 llegó a un acuerdo extrajudicial millonario con ella para que retirara una demanda civil en su contra que había presentado en Estados Unidos.
Desde entonces, algunos miembros del Congreso estadounidense han exigido que comparezca a declarar, mientras que el minoritario movimiento republicano británico Republic recauda fondos para tratar de reabrir una investigación en el Reino Unido.
El escándalo de Epstein ha salpicado también en los últimos días a la monarquía Suecia, al desvelarse los vínculos de la princesa Sofía, esposa del príncipe Carlos Felipe, con el pederasta hace veinte años.