El GreenWeekend Gijón 2020 premia proyectos de mujeres basados en la alimentación sostenible y el consumo responsable

Un año más se celebraba en Gijón el Greenweekend, la cita de referencia para los emprendedores del sector ambiental, organizada por Enviroo, que en este 2020 cumplía cuatro años. Por desgracia, y dada la situación actual, esta cita no pudo llevarse a cabo de forma presencial como se viene haciendo anualmente, aunque los organizadores se las han ingeniado para poder celebrar este evento de manera online. El evento ha contado con el apoyo de Gijón Impulsa, Mapfre y Bankinter, que reafirman su compromiso con el desarrollo de la economía verde.

En esta edición han participado un total de 24 emprendedores que presentaron 12 ideas innovadoras con el objetivo común de impulsar la economía verde y el desarrollo sostenible. De ellas, se seleccionaron cinco en las que los participantes han trabajado por equipos para desarrollar su plan de negocio y presentación. De entre todos los participantes, tres proyectos han resultado premiados, y estos han sido seleccionados por un jurado de expertos compuesto por representantes de empresas e instituciones públicas.

En primera posición se ha situado Kiwinbio, una iniciativa puesta en marcha en 2016 por la emprendedora Cristina Secades, que apuesta por la reactivación del campo asturiano a través del cultivo de «minikiwis con corazón», que cultiva con nuevas técnicas de producción que le permiten reducir el consumo de agua. «La idea original era plantar arándanos, pero al analizar la tierra se adaptaba mejor el kiwi, y de ahí pues conocí esta variedad y me arriesgué. Estudié ingeniería forestal, estaba trabajando en una oficina, y me gustaba, pero me faltaba algo, y encontré en esto la vocación y la pasión, algo que siempre tuve por la naturaleza y todo lo relacionado con el medio natural», cuenta la promotora de esta iniciativa.

Secades no tenía previsto presentarse al Greenweekend en un principio, aunque finalmente decidió lanzarse para aprender y conocer a otros compañeros de la economía verde y conocer sus ideas. «Sobre todo también por practicar y compartir mi experiencia, y por qué no, mejorar mis presentaciones en público, ya que lo tengo que hacer todo yo sola», explica la agricultora. Lo que no esperaba era que finalmente su negocio podría ser el ganador de este año. «Aunque no me lo esperaba para nada, me alegra que de este modo se pueda dar a conocer todo el trabajo que se hace aquí, todo el esfuerzo que supone, tanto mío como el de otros muchos que formamos la agricultura asturiana», detalla  

En segunda posición nos encontramos con Panduru, la iniciativa puesta en marcha por Elena Fernández y Ana Marcos. Ellas quieren destacar que no han creado nada, sino que han recuperado la cultura del aprovechamiento que existió siempre en las casas y fundamentalmente llevaron a cabo mujeres, y lo han centrado en la repostería. Panduru utiliza el pan que no se consume para sustituirlo por la harina en las recetas que preparan. Su proyecto surge durante el confinamiento, pero ya están a pleno rendimiento vendiendo tanto en el mercado del Tenderete, en Cabranes, como en la panadería La Portalina de Villaviciosa, que es también la que les provee del pan duro.

«Tenemos ahora mismo cuatro productos: bizcocho de yogurt, un bizcocho de chocolate, las Pandurines que son unas galletas, y la tarta de queso Afuega’l pitu, porque la idea de Panduru no solo es contribuir a reducir el desperdicio alimentario, sino también hacer repostería enriquecida con productos locales asturianos de temporada», explica Ana Marcos. Para estas dos emprendedoras Greenweekend supone una aceleración de su negocio, y una oportunidad para crecer y mejorar. «Cualquiera que mire tu proyecto desde fuera siempre le va a dar otro enfoque o darte otra idea que es un feedback muy positivo», detalla Marcos.

En tercera posición nos encontramos con Massteri, una idea presentada por Vanesa Barrero con la que pretende crear una plataforma capaz de dar respuesta a la necesidad de encontrar opciones de consumo responsable y consciente, entre todas las ofertas que hoy día en Internet incitan al consumo irracional. Barrero explica que su proyecto, que nació dentro del propio Greenweekend, está en una fase muy inicial, ya que su intención era colaborar en el programa, aunque finalmente terminó por desarrollar esta idea. «Acabo de volver de Madrid después de 20 años viviendo allí y me he encontrado una serie de problemas a la hora de intentar seguir un vida sana y saludable, respetuosa con el medio ambiente», y a raíz de ese pensamiento, surge Massteri.

Aunque yendo más allá del mero programa de mentoring, Vanessa Barrero cree que el Greenweekend, con la implicación del Ayuntamiento de Gijón, puede hacer que el Principado sea el origen de una vida sostenible en España. «Que Asturias quiera ser parte o el centro de una economía verde es impagable. Es prestar más atención a la contaminación de nuestras ciudades, los desechos, potenciar los productos hechos aquí, de calidad y cercanía, que se pueda exportar al resto del país, es querer desarrollar una marca verde que dice mucho de nuestra comunidad», explica.

Ahora, el premio que reciben todos los participantes es poder contar con una formación online en materia empresarial, así como participar en un programa de dos meses en los que habrá varias reuniones locales de los mentores con todos ellos. Además, los tres proyectos ganadores contarán un proceso de mentoring individual centrado en su proyecto, y la posibilidad de contar con un alojamiento para dichos proyectos durante seis meses, gracias a la implicación de Gijón Impulsa en el programa de Greenweekend.

Agustín Gamazo, fundador de Enviroo, celebra el éxito que ha tenido esta edición, a pesar de ser tan diferente a las anteriores, y matiza que, a pesar de que otros factores se han perdido por la pérdida de la prespecialidad, el organizar este evento en remoto ha tenido otros beneficios. «Lo único que hemos cambiado ha sido el papel por la pantalla. Los equipos han trabajado simultáneamente en directo, haciendo que sea lo más parecido posible a lo que solemos hacer de forma presencial», explica Gamazo.

El evento suele tratarse de un intensivo de dos días y medio de trabajo continuo, pero dada la ocasión este se ha repartido en más días, con un trabajo inicial instaurado de un par de horas diarias. «Teníamos previsto dedicarle unas dos horas diarias y los propios participantes nos han pedido que fueran tres para poder trabajar sobre los conceptos y dinámicas. Ha sido una buena noticia porque eso quiere decir que estaban enganchado al trabajo y querían seguir echándole tiempo», cuenta el fundador de Enviroo.

Esta digitalización del programa es que ha abierto la oportunidad a emprendedores de toda España a participar, sin necesidad de invertir en los gastos de desplazamiento hasta Asturias que serían normales en otras ediciones. «Hemos podido tener mucha interacción con emprendedores de toda España. Esto nos gustaría mantenerlo, porque por lo que hemos visto tiene beneficios, y nos gustaría apostar por mejorar esta parte online. No digo sustituirlo por la prespecialidad, pero si que sea un pilar fundamental, porque da facilidad de participación a las personas y no tiene porqué dejar de ser interesante», afirma Gamazo.