Los expertos vaticinan que en la salida de la crisis sanitaria se generarán marcadas desigualdades «entre los sectores pujantes y otros que van a sufrir mucho»

La vacunación de la población contra la Covid-19 es, hoy por hoy, la única vía para salir, en primer lugar, de la crisis sanitaria y, en segundo, de la crisis económica que ha generado la pandemia, una crisis que en Asturias se acentúa más si cabe por sus circunstancias particulares. Ante una situación de la comunidad delicada, la pregunta que surge es: ¿cómo será la recuperación económica postcovid de la región? Si hace un año, cuando aún estaba vigente el estado de alarma, el confinamiento y muchas restricciones, los expertos hablaban de una recuperación en forma de V (una rápida caída de la economía y una rápida recuperación); en forma de U (una rápida caída, un tiempo de estancamiento y una rápida recuperación); o, incluso, en forma de L (una caída pronunciada del crecimiento y recuperación muy lenta), en la actualidad utilizan las letras W o K para visualizar cual será el comportamiento de la economía de Asturias una vez vaya saliendo de la crisis sanitaria.

En esa sopa de letras económica, la opción de que la región tenga una salida de la crisis en forma de K cobra fuerza entre los expertos. ¿Qué se visualiza en términos económicos con esta letra? Pues la recuperación desigual que puede producirse: es decir, mientras que a unos sectores les irá muy bien y se convertirán en sectores pujantes, a otros sectores les costará mucho remontar e, incluso, habrá empresas abocadas al cierre.

«En Asturias estamos claramente en una salida en forma de K», manifiesta José Manuel Ferreira, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, quien considera que en el futuro a corto o medio plazo de la región habrá «sectores muy pujantes y otros que van a sufrir mucho» porque, a su entender, «están metidos en un bache insalvable». En cómo será esa recuperación de la región coincide con él Esteban Fernández Vázquez, doctor en Economía de la Universidad de Oviedo y coordinador del Observatorio Regional REGIOlab, que explica que con la K se visualiza «el cambio tan disruptivo» que se ha producido en la economía, reflejando que «en el corto plazo habrá una mayoría de sectores que irán hacia abajo mientras que otros (los menos) de determinadas actividades, crecerán».

No obstante, Fernández Vázquez apunta no hay que perder «la perspectiva temporal» porque dependiendo de cuándo se aplique, la situación de los distintos sectores cambia. En este sentido, hace referencia a que algunas actividades, como la turística, estuvieron en la parte de arriba el verano pasado gracias a que Asturias es más receptora de turismo nacional que internacional y, por tanto, no se vio tan afectada como otras comunidades más dependientes de los visitantes extranjeros. Así, en una mirada retrospectiva, el economista habla de una situación que se podría representar con una W porque tras el verano muchos sectores tocaron fondo y «las sucesivas olas nos dieron un baño de realidad» al hacer que con esos sectores cayeran otros afectando mucho a la economía regional. Lo que considera es que de cara al verano puede volver a darse un crecimiento de esos sectores aunque tiene claro que de esta crisis económica, generada por una crisis sanitaria, «van a quedar cicatrices», algunas, incluso, «ocultas», pero que van a derivar en una «disminución del tejido productivo que depende de las pequeñas empresas».

El coordinador del Observatorio Regional REGIOlab traslada también que la pandemia de la Covid-19 habrá generado también un «economía evolutiva» fruto de aquellas empresas «que encontraron nuevos nichos de negocio: una vez que se recupere la economía, algunos van a pervivir porque, pese a ese cambio a la fuerza, ahora se encuentran cómodos. Otros abandonarán», señala Esteban Fernández Vázquez.

Cambios estructurales para afrontar «un periodo de sufrimiento»

El presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo considera que el hándicap principal que tiene Asturias para superar la crisis económica derivada de la pandemia es que padece «de falta de progreso económico desde hace tiempo. Vivimos de rentas y se van agotando». Así, señala que desde la Cámara de Comercio «vamos a intentar proteger a todas las empresas que podamos para salvar el proceso post pandemia», pero matiza que al no ser una situación nuevo, «sino que venimos arrastrando de bastante tiempo atrás», lo que se requiere ahora es «cambios estructurales» y «promocionar nuevas actividades económicas» porque su temor es que «la pandemia acelere el proceso de degradación de Asturias. Eso nos preocupa y nos ocupa», manifiesta José Manuel Ferreira, que vaticina «un periodo de sufrimiento». «Muchas empresas van a sufrir hasta la extenuación para evitar la mortandad», comenta el mismo, que ve en las ayudas una posibilidad «de que puedan salvarse, de evitar la sangría y de impulsar los cambios estratégicos que se necesitan en la región para que se produzca ese cambio estructural». Ferreira apuesta por pensar en sectores nuevo, como puede ser el de la logística o las actividades biosanitarias, para promover, acelerar y poner en valor todos los recursos de la región.

Respecto a los fondos que se prevé que lleguen de Europa, señala que «abren expectativas importantes» pero que, a la par, «nos ofrecen dudas por la poca información y claridad que hay respecto a cómo va a ser su gestión y cómo se van a aplicar. Hay mucho que desbrozar porque suelen ser procedimientos complejos», comenta el presidente de la Cámara de Comercio, quien tiene puestas sus esperanzas en que a partir del verano se vaya saliendo de la crisis sanitaria y a partir de ahí se puedan acompasar medidas económicas con un proceso de captación de «empresas tractoras que puedan crear sistemas de actividad nuevos y generar el dinamismo que Asturias hoy no tiene». Por tanto, señala que aunque hay «una Asturias decadente, está pidiendo paso una Asturias emergente», por lo cual apostilla que no se debe ofrecer «resistencia al cambio de los sectores tradicionales, muchas veces ejercida desde el ámbito político, sindical o social, cuando el mundo está en evolución y vemos que hay oportunidades. Conectar con el futuro requiere cambios de mentalidad». En su opinión, esa es la clave «para mantener la sociedad de bienestar que todos queremos, que se basa en el progreso económico, la justicia social y la protección del medioambiente».

«Si llegan tarde, las ayudas ya no son ayudas»

Por su parte, Abel Fernández, vicedecano del Colegio de Economistas de Asturias, considera que la salida de Asturias de la crisis económica hay que analizarla desde dos enfoques: por un lado, en lo que respecta a la economía de los sectores tradicionales, como puede ser la industria, la hostelería, el comercio o el turismo, que pueden ir experimentando «una recuperación progresiva» según avance la vacunación; y, por otro, desde la expectativa que generan los fondos europeos y las inversiones que van a traer. «Asturias se la juega en esos dos campos», manifiesta el mismo, que entiende que la desaparición de las restricciones va a favorecer el consumo interno y los fondos de la UE suponen «una gran esperanza para modernizar la economía» de la región. En este sentido, la percepción que traslada es que «los sectores tradicionales cambiarán a corto plazo» en pro de otros sectores más pujantes del ámbito de la transición ecológica y la transformación digital.

Sin embargo, no obvia que hoy por hoy hay «sectores muy tocados» y «empresas moribundas» como consecuencia de que «las ayudas están tardando mucho en llegar», y pone como ejemplo que con los 11.000 millones que habilitó el Gobierno de España, de los cuales 7.000 serán de ayuda directa para que los gestionen las comunidades autónomas, aún no se haya hecho nada. «Si llegan tarde, ya no son ayudas», señala Abel Fernández, que insiste en que hay empresas «que llevan mucho tiempo en situación dramática». A esto suma la moratoria que se ha dado a las empresas para que presenten concursos de acreedores, por lo que teme que haya «apariencia de que las empresas funcionan y estén muertas en vida».

El vicedecano del Colegio de Economistas de Asturias estima, por tanto, que efectivamente puede darse en Asturias una salida de la crisis en forma de K, «con sectores que saldrán reforzados y otros sectores que se hunden». Pero el mismo invita a reflexionar de la importancia del mundo de la empresa «en tanto en cuanto produce riqueza y lo que comporta socialmente generando puestos de trabajo y riqueza». Así, advierte de que en el momento actual «tenemos que ser muy cuidadosos, porque si dejamos de producir riqueza a medio plazo será terrible para el sistema económico en general».

Abel Fernández plantea, por tanto, que «hay que gestionar bien los fondos que lleguen de Europa y no caer en los mismos errores del pasado» porque «ahora estamos en buena disposición y tenemos la experiencia. Hay que apostar por sectores pujantes tirando todos el la misma dirección. Esa es la esencia para salir de la crisis y hacer realmente que nuestra economía vaya cambiando», concluye.