Amartya Sen: cuando la economía y la filosofía se unen

Abel Fernández

ASTURIAS

Fotografía de archivo (13/09/2013), del economista indio Amartya Sen
Fotografía de archivo (13/09/2013), del economista indio Amartya Sen Mario López

20 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Danny Boyle ganó el Oscar a la mejor dirección en el 2008, y sumó otros siete incluyendo el de mejor película, relatándonos en Slumdog Millonaire la vida de Jamal Malik, un joven huérfano de una pobre barriada de Bombay al que se le abre la oportunidad de su vida participando en un famoso reality de televisión que representa la soñada vía de escape a la miseria que ha rodeado su existencia. 

La vida de Jamal poco tiene que ver con la de Amartya Sen, el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2021, pero al personaje de ficción y al economista les une, además de una bandera, la obsesión por la pobreza. 

Dicen que fue la hambruna de 1943 en Bengala, región de nacimiento de Sen, y que se cobró la vida de tres millones de personas, lo que marcó su manera de entender la economía y su interés por identificar las causas de la pobreza y del hambre. Y se dice también que su manera de combatir el hambre no comenzó con el pensamiento teórico, sino llevando latas de arroz a los vecinos que peor lo estaban pasando.

Jamal, el protagonista de la película, es un juguete en manos del contexto y sólo cuenta con la casualidad como arma de futuro, pues la revisión de su propia vida en el concurso de televisión resulta determinante para aprovechar la oportunidad de darle el giro definitivo.  En Amartya Sen, sin embargo, no hay rasgo de azar o coincidencia. Hijo de dos académicos, el bengalí es dueño de sus pasos en todo momento y es la selección cuidadosa y bien pensada de todos ellos la que contribuye a elaborar un pensamiento económico revolucionario que le llevará en 1998 a ganar el Premio Nobel.

 Quizás el ejemplo más palmario de este interés manifiesto por definir su propio pensamiento sobre el enfoque de la economía se produce una vez que se doctora en Economía en Cambridge y obtiene el Fellowship Prize, que le costea cuatro años de investigación científica. Sen rompe los esquemas de todo su entorno cuando decide dedicar la beca a la investigación filosófica en vez de a la pura economía. Algo que, lejos de ser una etapa confusa de su trayectoria, es un movimiento deliberado que marca la diferencia de su legado intelectual. Pocos economistas han trabado de manera tan sólida las relaciones de dos disciplinas que no siempre se habían alejado tanto como en tiempo moderno; la economía y la filosofía.

 Quizás esta relación entre disciplinas, y que el economista y filósofo indio interpreta de manera constante, sustenta el enfoque fundamental de todas las innovaciones de su pensamiento. La economía no se queda en el puro análisis matemático, sino que llega a interrelacionarse de manera natural con conceptos abstractos como el de «democracia».

En el libro Sobre ética y economía Sen nos habla de cómo la economía puede ser más productiva como ciencia social si asumimos consideraciones éticas que afectan al comportamiento humano. La economía predictiva afinaría en sus valoraciones si entendemos que los fines de los hombres son complejos y se relacionan con conceptos tan poco matemáticos, y hasta cierto punto contrarios a la economía como es el de la «generosidad».  

Recuerda el jurado del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2021 para la concesión del premio que, «desde una perspectiva cosmopolita e interdisciplinar, las múltiples investigaciones de Sen incluyen aportaciones a las teorías de la elección pública y del desarrollo, la economía del bienestar y otras dirigidas a descubrir las raíces de la pobreza y las hambrunas». El jurado alaba que «su enfoque de las capacidades de las personas se ha extendido al conjunto de las ciencias sociales. Toda su trayectoria intelectual ha contribuido de manera profunda y efectiva a promover la justicia, la libertad y la democracia».

 Con la divulgación de su pensamiento Amartya Sen ayuda en la erradicación de la enfermedad o el hambre, pero también de la desigualdad o injusticia, sin salirse del campo que ha dominado casi toda su vida: la investigación y la teorización económica, la economía del bienestar, el desarrollo humano, o los factores que estimulan la propagación de la pobreza y la miseria. 

Quizás su obra más popular sea Poverty and Famines. An Essay on Entitlement and Deprivation (1981). En ella se aborda la problemática del hambre desde un punto de vista controvertido, argumentando que la hambruna no es resultado de la ausencia de alimentos, sino de una distribución desigual.

Amartya Sen ha influido en los planes de desarrollo de algunos países e instituciones gubernamentales e, incluso, determinadas políticas de Naciones Unidas escriben su hoja de ruta sobre los postulados del economista y filosofo indio. 

Será una oportunidad histórica poder escucharlo en la conferencia que el próximo jueves 21 de octubre Marta Elvira, secretaria del jurado del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2021, mantendrá con él y en la que abordarán las líneas principales de su pensamiento, pero si el lector quiere profundizar en algunas de las referencias destacadas de la prolija obra de Amartya: Collective Choice and Social Welfare (1970), The Standard of Living (1987), Development as Freedom (1999), Identity and Violence: The Illusion of Destiny (2006), The Idea of Justice (2009), An Uncertain Glory: India and Its Contradictions (2013).

Abel Fernández es Decano-Presidente del Colegio de Economistas de Asturias