El Campoamor acogerá el inicio de la conmemoración del 75 aniversario de la temporada lírica ovetense

Los próximos tres años serán muy simbólicos para uno de los festivales líricos más importantes de España, el de la ópera de Oviedo. Y no es poco, porque llegará nada menos que a su 75 aniversario, que contará con una visita del Rey y prolongará su celebración desde 2022 hasta 2024. Aunque, en realidad, la tradición operística de la capital se remonta bastante más atrás.

Ya en la casa de Comedias de El Fontán, en el siglo XVII, se cuenta que había actividad lírica. En el año 1876, en el marco de una eclosión urbanística de la capital, el ayuntamiento proyecta un nuevo teatro, que acabaría inaugurándose el 17 de septiembre de 1892 y se bautizó en homenaje al poeta y dramaturgo asturiano Ramón de Campoamor. En esta primera etapa se estrenaron importantes títulos, y se prolongó hasta 1934, cuando la revolución destruye casi totalmente el teatro. Apenas quedaron las fachadas, ya que el interior quedó completamente calcinado.

En los años 40, tras la Guerra Civil, el emblema teatral de Oviedo se recupera y la temporada de ópera renace con él. En 1948 abre sus puertas y lo hace con brillo y la participación de algunos de los artistas más importantes de la época. Desde entonces, y con algunos altibajos en su puesta en valor (llegó a funcionar como cine sin mucho glamour), ha experimentado varias reformas. En 1988, bajo el proyecto del arquitecto andaluz José Rivas, asesorado por el escenógrafo Julio Galán Martín, se llevó a cabo la reforma del escenario, eliminando la pendiente de las tablas, ampliando el espacio del foso de la orquesta y modernizando la caja escénica con importantes adelantos técnicos en cuanto a elementos escénicos y de iluminación.

También se realizó una ampliación subterránea bajo la plaza del Carbayón y la calle 19 de julio, protegiendo las raíces del roble que aún sigue en el centro, con el objeto de dotar al teatro de modernos camerinos, sala de ensayos, sastrería, peluquería, sala de utillaje o atrezzo, talleres y salas de personal de tramoya.

Un programa especial

La Fundación que organiza el festival ya está trabajando en la programación y en el desarrollo de actividades paralelas para celebrar su cumpleaños. Lo que quieren hacer es recordar hitos de su historia, aquellos hechos que han ido consiguiendo que la de Oviedo sea una de las temporadas más renombradas del panorama español. Durante las próximas dos temporadas, se hará un esfuerzo por ofrecer 12 títulos señalados, con el recuerdo de Manon, la obra que inauguró el Campoamor tras su reconstrucción.

Tirarán la casa por la ventana: habrá un estreno mundial y títulos que nunca se habían visto en Oviedo, así como otras obras que solo recuerdan los más veteranos. Por tanto, serán dos temporadas que harán las delicias de los melómanos.

La Fundación siempre procura, además, realizar actividades complementarias en torno a la ópera: «espectáculos específicamente diseñados para un público infantil, conferencias, encuentros sobre la ópera en la Universidad de Oviedo, el ciclo Cine de Ópera y retransmisiones en directo y en pantalla gigante de algunas de nuestras óperas a más de siete poblaciones asturianas y a distintos barrios de Oviedo», según señalan. «Este empeño cultural continúa la rica tradición histórica de la ópera en Oviedo y contribuye a aumentar el prestigio nacional e internacional de nuestra ciudad y nuestra región». Por muchos años más.