Aestas alturas, un tuit estrambótico de Trump no debería ser noticia, el magnate-presidente de EE.UU. maneja esta red social de la misma manera que Homer Simpson controla la seguridad de la central nuclear de Springfield: a lo loco.
Yo lo imagino diciéndose a sí mismo «no hay huevos, Donald» justo antes de darle visibilidad a unos vídeos de la extrema derecha británica. Y creo que disfruta cada vez que un asesor le dice, «la ha liado parda, presidente». Incluso cuando provoca el enfado de un aliado como el Reino Unido de la atribulada May.
Desde que Trump llegó al poder, el mundo solo estuvo a salvo 11 minutos, los que estuvo suspendido en la red el 2 de noviembre por la acción de un trabajador para el que muchos pidieron el Nobel de la Paz y que ahora dice que todo fue un error y que ama «a Twitter y a América». ¿Le creemos?