Patrimonio reconoce que «hay mucho por hacer» para preservar el legado industrial

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Gasómetros de la antigua Ensidesa ubicados en el actual Parque Empresarial Principado de Asturias.
Gasómetros de la antigua Ensidesa ubicados en el actual Parque Empresarial Principado de Asturias.

El director de Bienes Culturales destaca la existencia de un plan nacional de protección y que se trabaja en conservar e integrarlo

07 oct 2016 . Actualizado a las 18:21 h.

El debate sobre el patrimonio industrial se ha colado, aunque fuera de soslayo, en la Comisión de Patrimonio Histórico, que estos días se celebra en Avilés. La alcaldesa fue la primera en lanzar el guante haciendo referencia al asunto durante la inauguración del encuentro y hoy ha sido recibido por el  director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Miguel Ángel Recio reconoce que «hay mucho por hacer» para conservar el legado industrial, que en determinadas zonas del norte de España, como es el caso de Avilés, es muy rico y cuya conservación empieza a ser motivo de preocupación. Pero también defiende que «ya hay un trabajo hecho muy importante». En la actualidad existe un plan nacional de protección del patrimonio industrial, en consonancia con los trabajos que se puedan estar llevando a cabo en otro tipo de bienes. Esto hace que ya haya una labor que se está realizando, pero también que aún quede otra pendiente por hacer a fin de preservar y mantener en el mejor estado posible el legado industrial.

«En muchos casos, aunque nos parezca reciente por las fechas, este patrimonio ha estado abandonado durante unos años y hay que volver a mantener su recuperación, incluso su integración con otras industrias que permanecen», asegura Recio. Es el caso de Avilés, donde ha habido numerosos inmuebles que han caído en desuso. La mayoría de ellos tienen que ver con la fuerte industrialización sufrida por la ciudad a mediados del siglo pasado con la llegada de Ensidesa, pero también hay elementos más antiguos, como las naves de Balsera, ubicadas frente al paseo de la ría y que datan del siglo XIX. En los últimos años sus propietarios han trabajado en su mantenimiento después de décadas de abandono en que se llegó a ver en peligro la conservación del inmueble. En otras ocasiones la propiedad es pública y son las administraciones las que han de mantener los inmuebles y la alcaldesa avilesina, Mariví Monteserín, destacaba como desde el consistorio «se ha mantenido e invertido en el barrio», en referencia a Llaranes y pedía la colaboración del estado para ahondar en esa conservación y para que se hiciera cargo de determinados edificios que son de su propiedad, como es el caso del antiguo edificio de Telefónica, que había dado servicio a Ensidesa y lleva años en desuso.

Recio reconoce que «Avilés es un ejemplo muy evidente (de patrimonio industrial), pero todo el norte de España tiene reflejo, como otras zonas del interior y las mineras». De hecho, las cerca de 40 personas que han participado en el Consejo de Patrimonio Histórico estos días han sido conscientes de ello, puesto que las reuniones se han celebrado en el Centro Niemeyer, rodeado por buena parte de las instalaciones portuarias e industriales de la ciudad. También han podido conocer otro tipo de patrimonio local, como es el casco histórico. Participaron en una visita guiada con historiados que se convirtió «en una sorpresa para muchos que no lo conocíamos», apunta Recio. El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes califica como «muy grato ver el reflejo del patrimonio histórico en la propia ciudad, cómo se ha integrado y preservado». Tras los esfuerzos realizados en las últimas décadas por cuidar y conservar en las mejores condiciones posibles el pasado milenario de la villa ahora son muchos los ojos que miran hacia el legado industrial que existe.

Ninguna candidatura a la UNESCO

Desde el Centro Popular de Cultura de Llaranes se viene trabajando por poner en valor su pasado industrial, incluso en convertirlo en un recurso turístico para la ciudad. Aspira a tener un centro de interpretación propio en que se repase con detalle la historia del barrio -parte de la misma está recogida en el Museo de Avilés- y mientras tanto celebra exposiciones alusivas al pasado, así como rutas por el barrio en que dar a conocer a los propios vecinos y a visitantes parte de su historia. Los esfuerzos por preservar y poner en valor el patrimonio industrial en Avilés existen pero, al igual de lo que ocurre en otras partes de España, se tiende a relegar este legado frente a otro como puede ser el religioso, algo que no ocurre en otros países europeos. Muestra de ello es que, tal y como apunta Miguel Ángel Recio, «en estos momentos no hay ninguna candidatura en marcha para la UNESCO» relacionada con el patrimonio industrial, pero sí se están tomando «medidas de conservación e integración». Tener el reconocimiento de esta entidad supone el mayor nivel de protección, algo a lo que de momento no aspira nada del patrimonio nacional pero sí fiestas como las Fallas, los Carnavales o las Tamboradas y eventos como la Semana Santa o la Trashumancia. El Consejo de Patrimonio Histórico ha aprobado en Avilés incluir en su lista de candidaturas el paisaje del olivar de Andalucía y la ampliación del Bien declarado Patrimonio Mundial Monumentos de Oviedo y del Reino de Asturias para incorporar la iglesia de San Salvador de Valdediós.