Alcoa se la juega en la ruleta rusa

Fátima F. Piñeiro REDACCIÓN / LA VOZ

AVILÉS

Marcos Míguez

El futuro de 2.000 trabajadores de las plantas de A Coruña, San Cibrao y Avilés se dirimirá entre los días 14 y 18 en una subasta que adjudicará al mejor postor incentivos para abaratar la factura eléctrica

06 nov 2016 . Actualizado a las 14:03 h.

El futuro de dos millares de trabajadores de Alcoa se dirimirá a lo largo de la tercera semana de este mes en una especie de «ruleta rusa», términos empleados por Juan Carlos López Corbacho para definir la suerte de juego de azar mortal en que se ha convertido la subasta de interrumpibilidad. Corbacho es el presidente del comité de empresa de la fábrica de A Coruña, una de las tres plantas de la multinacional estadounidense del aluminio sobre la que pende la espada de Damocles del cierre. Pero ¿qué se juega Alcoa en esa puja? Y, sobre todo, ¿qué es lo que se subasta? Las claves se resumen a continuación.

1 ¿Qué es lo que se adjudica en la subasta de interrumpibilidad? Del 14 al 18 de este mes se subastarán bloques de energía que darán derecho a las empresas que resulten adjudicatarias a disfrutar el año que viene de un descuento en su factura de energía eléctrica. A cambio, las compañías acceden a prestar el conocido como servicio de interrumpibilidad (de ahí el nombre de la puja), esto es, a estar disponibles para desconectarse de la red eléctrica o a bajar consumo energético cuando así lo requiera el operador del sistema (Red Eléctrica de España). En concreto, se subastarán casi 3.000 megavatios interrumpibles en paquetes de 90 y 5.

2 ¿Quiénes participan en la subasta? Fundamentalmente, grandes consumidores de energía, como industrias intensivas del tipo de Alcoa, que dedica el 40 % de los gastos anuales de explotación a costear su consumo energético. Ninguna otra empresa participante depende tanto de los incentivos eléctricos para abaratar sus costes de producción como la multinacional estadounidense. De Galicia también concurren a la puja la siderúrgica Megasa, entre otras.

3 ¿Cómo se adjudican los bloques de energía con incentivos? Se trata de una subasta competitiva a la baja. Básicamente, los bloques de energía se los llevan las empresas que estén dispuestas a percibir menos ingresos a cambio de prestar el servicio de interrumpibilidad.

4 ¿Cuánto dinero se reparte en la subasta y quién lo paga? El servicio de interrumpibilidad cuesta al año 500 millones de euros, que se cargan en el capítulo de gastos del sistema eléctrico. Ese dinero lo sufragan los consumidores a través del recibo eléctrico. Se trata de uno de los capítulos incluidos en los llamados peajes de acceso, costes ajenos al precio de la energía, que representan en total en torno al 60 % de lo que los consumidores domésticos pagan en la factura de la luz.

5 ¿Por qué depende de esta subasta el futuro de alcoa? Porque lo dice la empresa, que argumenta que si no obtiene incentivos suficientes sus fábricas dejarían de ser competitivas. En España tiene tres, dos en Galicia (A Coruña y San Cibrao) y una en Oviedo. El argumento de la multinacional tiene sentido, aunque hay que tener en cuenta que tanto el desarrollo de la subasta como su resultado final son confidenciales. Solo se hacen públicos datos genéricos sobre el número total de participantes y bloques de energía asignados, no lo que puja cada participante ni tampoco cuántos incentivos se lleva. Así que hay que confiar en la palabra de la compañía.

6 ¿qué puede pasar si alcoa no consigue incentivos suficientes para las plantas? Nada bueno, porque sin incentivos eléctricos, las fábricas dejarían de ser competitivas y rentables. La de este otoño será la tercera subasta anual de interrumpibilidad. El mal resultado de la primera de ellas desencadenó a finales del 2014 una fuerte crisis y la empresa amagó incluso con cerrar las plantas de A Coruña y Avilés, con 400 trabajadores cada una. La amenaza surtió efecto y el Ministerio de Industria, presionado por los gobiernos de Galicia y Asturias, se vio obligado a convocar una segunda ronda de incentivos. Alcoa satisfizo sus necesidades y retiró los expedientes de regulación de empleo de extinción. Pero la sensación de inseguridad laboral se repite cada año.

7si alcoa consigue los incentivos, ¿las fábricas están salvadas? Económicamente, sí. Aunque el grupo, que recientemente segregó sus actividades para conformar dos empresas diferentes (en una está el negocio tradicional del aluminio y en otra las fábricas de productos de valor añadido con destino a la industria aeronáutica, entre otras), busca comprador para las plantas españolas de aluminio primario. En este grupo están las de A Coruña, Avilés y una de San Cibrao. La otra de alúmina situada en esta misma localidad del concello lucense de Cervo está fuera de mercado y seguiría en manos de Alcoa. La multinacional contrató como asesor al banco de negocios Goldman Sachs para encontrar un comprador o un socio inversor para las tres instalaciones. La operación, iniciada en mayo pasado, está a expensas de los resultados de la subasta. Si son malos, la transacción puede verse frustrada. El posible comprador que tiene más posibilidades de quedarse con las tres plantas es el fondo de inversión norteamericano Atlas. Este grupo ya adquirió hace dos años otras dos fábricas de Alcoa en España, la de Alicante y la de Amorebieta (Vizcaya), que están gestionadas por la sociedad Aludium.