Los dibujos animados se cuelan en la política avilesina

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Las intervenciones del portavoz de Somos cuentan habitualmente con referencias cinematográficas y seriéfilas, como Los Simpson y Barrio Sésamo

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que la política española y las series de televisión se pueden relacionar es algo conocido desde que Pablo Iglesias empezó a ganar visibilidad y a hacer comparaciones entre Juego de Tronos y lo que ocurría en determinados sistemas. La llegada de la formación morada al Ayuntamiento de Avilés a través de Somos también ha supuesto que aparezcan en las conversaciones y los discursos comparaciones y referencias a tramas de ficción, aunque lo cierto es que en el consistorio parece que gustan más los dibujos animados que la Khaleesi y sus dragones. Su portavoz, David Salcines, se ha caracterizado en lo que llevamos de mandato por intercalar referencias cinematrográficas y seriéfilas en las intervenciones que realiza en las sesiones plenarias a la primera oportunidad que tiene, aunque a veces poco tengan que ver con el asunto sobre el que se debate. La última vez fue ayer, cuando para sacar el lado más didáctico -Salcines es profesor de instituto- a la hora de explicar la diferencia entre error e irregularidades mentó a Coco, de Barrio Sésamo, personaje célebre para muchos treinteañeros que aprendieron a diferenciar arriba y abajo gracias a sus básicas explicaciones. Lo que se debatía era la reprobación a la concejal de Festejos por los pagos irregulares registrados en su área.

Aunque no llegó a mencionar la película de Friedkin Salcines también habló de exorcismos, mientras seguía refiriéndose a que no era lo mismo un «error», como califica el gobierno a lo ocurrido, que «irregularidades», como consta en una auditoría y el informe de Intervención. No entró en más pormenores sobre lo experimentado por Regan McNeil, pero estas no son las primeras referencias seriéfilas ni cinénfilas que tiene el portavoz de Somos desde que su formación llegara al consistorio avilesino. De hecho, en su primera intevención como concejal consiguió despertar el interés de la audiencia cuando tomó como referencia los Simpson, una de las series de animación más míticas. Relacionó Avilés con Springfield para hablar de la importancia de alcanzar una democracia participativa. En los Simpson «los vecinos proponen iniciativas legislativas que se someten a votación popular. Tan sólo reflejan algo natural en las ciudades norteamericanas y que debiera serlo en las nuestras. Tratemos de ser competitivos en calidad democrática», había dicho. Y fue más allá porque vinculó indirectamente la participación ciudadana y la corrupción con la serie de dibujos animados. En el mismo discurso habló del alcalde de la ciudad de los personajes de Matt Groening. Joe Quimby es conocido, por los seguidores de la serie de animación, por no tener en cuenta lo que dicen sus conciudadanos, carecer de escrúpulos y no ver más allá de su bien y por, además, no tratar de disimularlo. Ese mismo día Salcines llevó, a la que sería su primera sesión plenaria, una lupa -un elemento propio de Sherlock Holmes, que también tuvo serie de animación- porque «hace cuatro años protestábamos con lupas fuera y hoy están dentro».

No sería la única vez que sacaría a relucir a los Simpson durante las sesiones plenarias, ya que volvería a hacerlo meses después, en el debate sobre el plan de mejora del casco histórico, aunque en este sentido poco tengan que ver Springfield con el pasado milenario de Avilés. Las referencias a la ficción han sido repetidas en más ocasiones, tanto que durante uno de los múltiples debates en torno a los reconocimientos extrajudiciales de crédito se hizo referencia a que aquello empezaba a ser como «El día de la marmota», por la cantidad de veces que habían tratado el tema y concejales de diversos grupos empezaron a teorizar sobre si los distintos asuntos que se llevaban ese día a la sesión plenaria darían para una película de terror o si la unión de determinados partidos ante una votación era propia de historia de amor o de desamor. Son ejemplos fáciles de entender por todos los que siguen los plenos de Avilés y que en ocasiones llegan a aligerar la seriedad de los debdates plenarios.

Acusaciones de «hacer espectáculos»

El gobierno ha recriminado en varias ocasiones en los últimos meses al grupo de Somos y otros de la oposición el «hacer espectáculo», aunque nunca debido a sus comparativas con películas o series, sino por otras cuestiones. Lo hace por lo que entiende es una forma de hacer política diferente a la que ellos escogerían. Es el caso del tratamiento dado a la comisión sobre la concesión de la gestión del agua, que fue a los juzgados, protagonizó dos plenos extraordinarios y aún parece lejos de haberse cerrado, y a los gastos irregulares de Festejos. El portavoz del PSOE, Luis Ramón Fernández Huerga, les ha acusado varias veces de hacer espectáculo y ayer mismo les responsabilizó de que el salón de plenos pareciera «más un plató de televisión que un ayuntamiento». Tiene razón, la política avilesina y la ficción cada vez están más unidas.